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PEÑA GRUPO C-MEN EN TEATRO LA CARIDAD EN SANTA CLARA

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C-Men

La peña del grupo C-Men se celebrrá el jueves 16, a las 5:00 p.m. en el lobby del teatro La Caridad de Santa Clara.

Rolando Rodríguez Esperanza



FUNDACIÓN DE SANTA CLARA. PIRATAS, CURAS, TERRATENIENTES, DEMONIOS…¿Y UN GATO?

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Plano del lugar donde fue fundada Santa Clara.

Plano del lugar donde fue fundada Santa Clara.

 

Por Francisco A. Ramos García*, Ángel G. Carrazana Duardo y José M. Dorta Suárez

“Con dolor darás a luz los hijos”

 

Nunca fue más cierta la anterior cita bíblica que en el caso del parto de Remedios al dar origen a Santa Clara. Las causas han sido recogidas por la tradición en forma de leyendas unas más reales y otras menos. También diferentes historiadores e investigadores han tratado el tema con sentido crítico,entre ellos: Manuel Dionisio González “Memoria Histórica de Santa Clara y su Jurisdicción” (1858); José Andrés Martínez Fortún y Foyo en el primer tomo de su“Anales y Efemérides de San Juan de los Remedios y su Jurisprudencia” (1945); Fernando Ortiz en su monumental “Historia de una pelea cubana contra los demonios” (1959); Natalia Raola Ramos “La Fundación de Santa Clara, un curioso caso de nepotismo” (1985) y más recientemente nuestro historiador Luis García González con “Al pie   del tamarindo” (1993)[1]

Según los investigadores, el factor económico enmascarado tras hábiles pretextos fue el determinante en la fundación de Santa Clara. Si bien los piratas hacían sus incursiones de vez en vez, causando grandes estragos a los pobladores de Remedios, no es menos cierto que la Villa se beneficiaba con el comercio de contrabando, llamado de rescate; y si en un principio los remedianos piensan en trasladarse debido al temor que les inspiraban los piratas, entre ellos el famoso Olonés que los atacó en 1658, cuando se lleva a efecto definitivamente la traslación hacia el Ciego de Santa Clara en 1689, hacía rato no se veía uno de ellos por los alrededores, aunque no dejaban de ser un peligro potencial. El gobierno español había incrementado la custodia de las costas con la consiguiente disminución de las invasiones piráticas, pero también del provechoso comercio de rescate.

La tesis de los investigadores se sustenta también en el análisis de las discrepancias surgidas entre un grupo de remedianos que querían permanecer en su terruño, y los distintos lugares de ubicación propuestos para la nueva Villa por los que querían mudarse, las cuales tuvieron siempre de trasfondo intereses económicos particulares de personas influyentes de Remedios. Pretendían con la permanencia o el traslado de la Villa, mantener o tener mano de obra para sus haciendas y comercialización de sus productos de forma fácil, dados por lo beneficioso de la cercanía de un poblado a sus propiedades. A continuación se hace un breve recuento de los sucesos y sus principales protagonistas.

PIRATAS Y CURAS

Nos cuenta la historia que a mediados del siglo XVII los remedianos solicitan al gobierno el traslado de la Villa tierra adentro, para escapar de las atrocidades de los piratas. La futura ubicación del nuevo asentamiento dividía a los pobladores en tres bandos: uno liderado por el cura y propietario de tierras José González de la Cruz, quien proponía que la mudanza se realizara hacia su hato del Copey; un segundo grupo encabezado también por otro cura terrateniente llamado Cristóbal Bejarano prefería trasladarse a un lugar nombrado Santa Fe (propiedad suya) y los restantes, más valientes o con intereses en Remedios y su cercanía, deseaban permanecer en el mismo sitio.

Las peregrinaciones remedianas harían historia, la afición por el nomadismo parece surgir en 1672 y se mantendrían por casi 20 años. Inicialmente bajo la dirección del cura González de la Cruz, se mudan al Copey, más el paraíso prometido no fue tal, las tierras eran malas, no adecuadas para las labores y las mejores se las reservaba para sí su propietario, que no quería compartirlas. Defraudados ante el fracaso, optan por la segunda variante trasladándose hacia Santa Fe, con Bejarano al frente. Las caminatas remedianas en busca de la tierra prometida se realizaban a un alto costo, las haciendas se abandonaban, el pueblo en franca decadencia estaba pronto a su desaparición favoreciendo el merodeo de pillos y ladrones. Santa Fe fue un nuevo fracaso y el gobernador en La Habana determina poner fin al va y ven de los connotados andarines ordenándoles, bajo severas penas, poner el huevo en el mismo lugar de donde lo habían sacado, en San Juan de los Remedios, que permaneció desierto en ocasiones hasta un año.

DEMONIOS Y UN CURA QUE PERSISTE

Los remedianos, seguramente cansados de sus andanzas, se acogieron a la paz de su terruño, los piratas hacía rato que no demostraban mucho interés por ellos, pero esto duraría poco, una calamidad mayor se avecinaba; un ejército de demonios se proponían robarles el alma. La presencia de demonios y de su príncipe Lucifer en la zona es incuestionable, lo cual consta hasta en documentos oficiales, uno de ellos es el siguiente: “Certifico, doy fe y verdadero testimonio para adonde convenga, como estando Yo Bartolomé del Castillo, Notario Público del Juzgado Eclesiástico de esta Villa de Sn Juan De Los Remedios del Cayo, oy que se contaron 4 de Septiembre, a las 9 ó 10 del Día, en la Santa Iglesia Parrochial de esta dicha Villa, estando el Beneficiado José González de la Cruz, Cura Rector de la parrochial de esta Villa, Vicario Juez Eclesiástico, Comisario del Santo Oficio de la Inquisición y Comisario de la Santa Cruzada en ella, exorcistando un Demonio de los muchos que dise tenía una Negra Criolla de esta dicha Villa, llamada Leonarda, esclava de Pascuala Leal, viuda, vezina de esta dicha Villa, el cual Demonio dixo que se llamaba Lucifer, y que estaban él y 35 legiones apoderados del cuerpo de esta dicha Negra, a quien el Sr Beneficiado le hizo hacer un Juramento, que es del thenor siguiente: “Yo Lucifer Juro a Dios todo Poderoso y la Santísima Virgen María, a Sn. Miguel y a todos los Santos del Cielo, y a vos que ovedeceré en todo lo que me han de mandar los Ministros de Dios en su nombre, para honra suya y livertad de esta criatura: Y si por ventura quebrantare este Juramento, quiero que Satanás sea mi mayor contrario, y que se acrecienten más mis penas, 70 veces más de lo que padezco. Amén Jesús.”…[2]

El documento aparece firmado el día y mes expresado del año 1682, consignando como testigos a los Alcaldes y otras personas. ¿Qué les parece? Lucifer en Remedios y derrotado por nuestro antiguo conocido el cura José González de la Cruz, más esto no fue todo, Lucifer le comunicó al mismo que: “…la causa porque él y los demás se avian apoderado de todos estas criaturas era por las culpas de la dichas criaturas y de las de sus Padres y que por eso se avian apoderado de ellas; y que este lugar estaba determinado el que se avia de hundir y que devaxo de la Güira de Juana Márquez la viexa estaba una voca de infierno…”[3] Remedios se iba a hundir. ¡A correr de nuevo!

 

LA LOTERÍA DE LOS LUGARES

 

Cunde el pánico y los remedianos otra vez asustados se preparan para la estampida, en un documento suscrito cinco días después se dice como escogieron el lugar a donde partir: “…Para cuyo efecto el Sr Beneficiado (nuestro conocido González de la Cruz) en caso tan arduo mandó hacer quatro cedulitas en las quales pusieron diferentes sitios en que se pudiera poner la Población de esta Villa y las Cédulas son como siguen: En la una puesto el sitio y parage donde hoy está este lugar Sn. Juan de los Remedios: Y en otra Santa María de Guadalupe; y en otra Cédula puesto Antonio Díaz; Y en la otra puesto Sn. Pedro, sitio y parage del Quemadero Grande: Y habiendo dicho la Misa y una Plática que hizo el señor Beneficiado al Evangelio, en eschortó al Pueblo pidieran al Señor lo que más conviniera para el servicio de Dios Nuestro Señor, assi revestido como estaba abrió el Sagrario y puesto de rodillas ante el Santísimo Sacramento, comenzó el Himno del Espíritu Santo con la oración y haviendo acabado se levantó y cogiendo una tachuela de Plata que estaba sobre una Mesa inmediata al Altar, llamó a un Niño llamado Leonardo de edad de 4 años, poco más o menos; Y estando las Cédulas referidas en la dicha tachuela para ver donde el Señor era servido se pusiera la Población de esta dicha Villa, o si era del servicio de su Divina Magestad el que se quedara en este sitio y parage donde hoy se mantiene y escortando al dicho Niño, metió la mano el Niño y sacó un papelito y se lo dio al Sr. Beneficiado y dicho Señor Beneficiado Disco: Santa María de Guadalupe, que es el sitio y parage del Hato del Copei…”[4]

Vaya casualidad, el cura dominador de Lucifer, triunfa, y parte de los testarudos y asustados remedianos le siguen al Copey, donde se repite la historia de la primera vez y son instados por la superioridad a regresar a Remedios.

EL PADRE DEL HIJO NACIDO ENTRE PIRATAS Y UN CURA ABATIDO Y DERROTADO

A finales de los años ochenta llega al poder en Remedios alguien que lo menos que quería tener cerca era la posibilidad de un encuentro con los piratas, el Capitán Manuel Rodríguez. Uno de sus hijos había nacido en las cercanías de Punta de Hicacos, en alta mar, al encontrarse su esposa prisionera de un pirata ingles en 1667[5].

Siendo alcalde de Remedios en 1689 promueve ante el gobierno superior la traslación de la villa hacia el lugar conocido por Antonio Díaz, dentro del Ciego de Santa Clara, obteniendo el permiso. Pronto esto es aprovechado por los partidarios de la permuta para ese lugar, donde muchos de ellos poseían haciendas y nexos familiares[6], fundando el 15 de julio de 1689 la Villa Gloriosa de Santa Clara, al fin se había producido el parto tan ansiado por muchos.

Asimismo y casi encabezando la tanda de los fundadores, aparece una ilustre dama con toda su descendencia, dama que si no había tenido problemas con los piratas como el Capitán Rodríguez, si debía vivir en un puro temblor, nuestra ya conocida Juana Márquez la Vieja, si, la misma de la güira debajo de la cual se encontraba una boca del infierno según Lucifer[7].

 

Por su parte el principal personaje de nuestra historia, el cura José González de la Cruz también está presente entre los fundadores de la nueva Villa, pero con su ya probada mala suerte a la hora de escoger el sitio para el establecimiento de la misma, propone dentro del hato de Antonio Díaz un lugar denominado el Guanal, sin embargo, el Capitán Rodríguez y varios de sus acompañantes, parece que cansados ya de sus errores proponen otro dentro del mismo hato, un Cayo de Monte llamado los Oréjanos, aceptándose este último. El gran artífice ha sido derrotado y angustiado regresa a Remedios, donde permanece hasta 1692 en que regresa a Santa Clara ofreciendo sus servicios religiosos hasta 1699, año de su fallecimiento.

 

LA LEY DE LA SELVA

 

En un alarde de alacranismo[8], la naciente Villa de Santa Clara pretende devorar a su progenitora, para con ello garantizar el dominio político y económico de la jurisdicción. Los maltratados remedianos aún no habían puesto término a sus tribulaciones. En 1691, dando cumplimiento extremo a un decreto de la Habana que obligaba todos los de la antigua villa a pasar a la nueva, Remedios es asaltada nuevamente, esta vez no por piratas, sino por algunos santaclareños dirigidos por las autoridades de la nueva Villa.

El desastre fue total, Remedios quedó solo con su iglesia y una casa cercana a esta, producto del incendio provocado por los asaltantes. El objetivo era el de obligar a mudarse a los que aún permanecían en la Villa madre para la Villa hija, ¡vaya modo! De esta triste hazaña se conservan los sugestivos apodos de los ya santaclareños, a los que se les ordenó incendiar las casas remedianas:

“Cuatro fueron los nombrados
Para subir a las casas,
Jaiba, Cometa, Tampico
Y Atarraya de Guasasas”[9]

Haciendo gala de gran tenacidad y voluntad los habitantes de San Juan de los Remedios logran hacer con su pueblo lo que el ave fénix, resurgir de sus cenizas y en 1696 obtienen del gobierno de la Habana la aprobación de su existencia y el reparto equitativo del territorio entre los dos pueblos.

EL GATO

 

Todo parece indicar que algún remediano chistoso, no conforme con la forma tradicional en que se contaba la historia, propuso otra versión muy de moda en la época en que la recogió Antonio Berenguer y Sed en sus Tradiciones Villaclareñas (1929)[10].

La leyenda cuenta como los habitantes de Remedios vieron con horror que una plaga de ratones hambrientos y de gran tamaño se posesionaba de la población y los atacaban haciéndoles imposible la vida. Le compraron a un francés de paso por la villa, una fiera que ahuyentaba y aniquilaba los ratones. La fiera, era un gato, jugaba con los ratones abandonándolos muertos, pero no se los comía. Uno de los representantes del Ayuntamiento extrañado ante esta actitud, quiso saber que comía el animal. Sus compañeros salieron en persecución del francés que ya iba lejos y le gritaron ¿qué come la fiera, qué come la fiera?, el francés contestó “como la gente, como la gente”, lo que fue interpretado dada la distancia como “come gente, come gente”. Esta equivocación colmó la tasa de la resistencia de los residentes del lugar y cansados de piratas, ratones y fieras que comían gente, decidieron huir hasta el Ciego de Santa Clara, fundando la Villa.

El gato decide vivir en la iglesia, donde el cura lo recibe con las siguientes palabras: “yo soy oveja entre fieras, vivirás en mi compañía, que así lo quiere el señor”. Transcurren varios días y los fundadores de Santa Clara deseosos de saber que había pasado en Remedios, se acercan y a través de un catalejo observan la Villa. Al detenerse en la torre de la iglesia, ven al gato muy ufano relamiéndose, los gestos del gato fueron interpretados como: “vengan para acá que me los voy a comer a todos”. Impactados los visitantes, por el voraz reclamo del animal, regresan definitivamente a la recién creada Villa. Esta es la historia del gato que provocó la fundación de Santa Clara.

Hoy, a más de trescientos años de los hechos descritos, las dos Villas, convertidas en ciudades viven en perfecta armonía, Santa Clara agradecida a su progenitora y Remedios generosa, como toda madre que siempre perdona a sus hijos, sin detenerse a considerar que el parto realizado con trabajo y dolor casi provoca su muerte.

 

Una versión anterior se publicó con el título de: Fundación de Santa Clara. Piratas, curas… ¿y un gato? Boletín Cultural Cartacuba. No 46. Julio de 2003. Grupo Guamo. Santa Clara. ISSN Solicitado.

 

 

 

[1]En los últimos años debemos agregar: Cabrera Cuellar, Migdalia. “Una villa entre dos ríos”. Editorial Capiro. Santa Clara. 2004; Díaz Benítez, Ovidio Cosme. Santa Clara Nuestra. Editora Historia. La Habana. 2009; Águila Zamora, Hedy Herminia y otros: Síntesis Histórica Municipal. Santa Clara. Editora Historia. La Habana. 2010.

 

[2]Ortiz, Fernando: Historia de una Pelea Cubana contra los Demonios. Edit. Ciencias Sociales. La Habana, 1975. Pág. 598.

 

[3]Ortiz, Fernando: Historia de una Pelea Cubana contra los Demonios. Edit. Ciencias Sociales. La Habana, 1975. Pág. 598.

 

[4]Ortiz, Fernando: Historia de una Pelea Cubana contra los Demonios. Edit. Ciencias Sociales. La Habana, 1975. Pág. 602.

 

[5]Ver: González, Manuel Dionisio. Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Imprenta del Siglo. Villa Clara, 1858. Pág. 450.

[6]Ver: Carta de las mujeres de Remedios del 9 de octubre de 1690 en González, Manuel Dionisio. Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Imprenta del Siglo. Villa Clara, 1858. Pág. 34. Fernando Ortiz reproduce este documento con el título de Alegato de las matronas de Remedios en la página 619 de su Historia de una Pelea Cubana contra los Demonios. Edit. Ciencias Sociales. La Habana, 1975.

[7]González, Manuel Dionisio. Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Imprenta del Siglo. Villa Clara, 1858. Pág. 363.

[8]Según la creencia popular la hembra del alacrán fallece al parir y sirve de alimento a sus hijos, en la realidad lo que sucede es que muda su piel, dando la impresión de ser un cadáver.

[9]González, Manuel Dionisio. Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Imprenta del Siglo. Villa Clara, 1858. Pág. 470.

[10] Ver: Berenguer y Sed, Antonio: Tradiciones Villaclareñas. Imp. De Rambla y Bouza y Co. Habana. 1929. Pág. 20.

* Cortesía del autor

 

 


MÁS TESOROS DEL PATRIMONIO SOTERRADO SANTACLAREÑO. ÉPOCA NEOCOLONIAL

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miguel geronimo

Monumento a Miguel Gerónimo Gutiérrez.

 

Por Francisco Antonio Ramos García, José Miguel Dorta Suárez y Ángel Gabriel Carrazana Duardo

En esta parte del trabajo, referido a la etapa de la república neocolonial, analizaremos otras cinco ceremonias de puesta de la “Primera Piedra”. Celebradas con motivo de dar inicio a la construcción de: los monumentos dedicados a Miguel Gerónimo Gutiérrez, Marta Abreu, José Miguel Gómez y los edificios del antiguo Liceo y la Clínica del Maestro. La información sobre las mismas ha sido recopilada de las Memorias descriptivas sobre los monumentos y las colecciones de periódicos de la época, permitiéndonos estos últimos analizar con lujo de detalles como se efectuaba el proceso y establecer comparaciones en algunos casos.

Las referencias sobre la actividad en el monumento a Miguel Gerónimo se encuentran en la Memoria publicada sobre el mismo por la Comisión Gestora en 1920 que transcribe el acta de la ceremonia:

«En Santa Clara a los diez días del mes de octubre de mil novecientos diez y siete, siendo las 9 a.m. se constituyeron en la plaza de la ermita de la “Pastora” diferentes personalidades, del gobierno local y provincial, sociedades civiles, autoridades, prensa, escuelas públicas y privadas; la Banda de Música del ejercito y la Municipal, numeroso público y familiares del patriota. Todo ello con el fin de proceder a la colocación de la primera piedra de la estatua que se levantará en el ángulo noreste de la plaza citada. Se procedió a colocar la primera piedra en el sitio preparado de antemano, echando el Sr. Mario Pons, en su doble carácter de Gobernador Provincial y Presidente de la Comisión Gestora, la primera paletada de mezcla, lo que hizo también el señor Manuel Ruiz, Alcalde Municipal y Vice-Presidente Primero de la comisión y seguidamente, y en una caja de plomo preparada al efecto, se encerraron varios ejemplares de periódicos locales, monedas del país y un ejemplar de esta acta, después de suscrita por muchas personas, soldándola y colocándola en la piedra que acababa de depositarse en tierra. Terminando así la actividad».(1)

El monumento se inauguró el 20 de mayo de1919 y fue bendecido por el Padre Tudurí ese mismo día a petición de los familiares del patriota santaclareño Miguel Gerónimo Gutiérrez.

En el caso siguiente ya contamos con la posibilidad de seguir su desarrollo a través de la prensa periódica y tenemos que el periódico “La Publicidad” en sus números del 29 de octubre y 7 de noviembre de 1923 invita al pueblo a la colocación de la primera piedra del monumento a Marta Abreu para el día 13 de este último mes a las nueve de la mañana, conmemorando el aniversario 78 del nacimiento de la patriota. El lugar seleccionado del parque Leoncio Vidal, fue en el que con anterioridad se levantara el campanario de la recién derruida Iglesia Parroquial.

marta abreu

El mismo diario en su edición del 13 de noviembre reseña bajo el título de “La Primera Piedra”: “En la mañana de hoy —3— se efectuó la solemne ceremonia de colocar la primera piedra sobre la cual se levantará el monumento que ha de perpetuar la memoria de la Gran Benefactora, el ángel de la caridad villaclareña, Marta Abreu….alrededor del lugar estaban las autoridades, algunas otras personalidades y doloroso es decirlo acudió poco pueblo, no asistiendo los alumnos de las escuelas públicas por razones que desconocemos […] La ceremonia empezó tocándose el Himno Nacional que el público oyó con respeto. Ignoramos lo que contendrá la caja que se colocó en el hueco destinado a la Primera Piedra, pues no se nos han facilitado datos”. (2)

Y se tardaría bastante en conocer lo depositado en la caja, pues el monumento, que se encontraba en la ciudad desde el 23 de mayo de 1921, se coloca sobre su base el 24 de febrero de 1924 cubriéndose con un velo hasta su inauguración, mas de un año después, el 15 de julio de 1925 de conjunto con el parque ampliado, y es allí donde se distribuye un folleto donde por fin se informa sobre el contenido del cofre:

“En una caja de plomo construida ad hoc, se encerraron: Un ejemplar de cada uno de los periódicos de la localidad, una colección de monedas nacionales, de plata, una colección de fotografías de la Iglesia, antes, durante y después de su demolición, donación de su autor el Sr. Regato, un ejemplar de la novela Los Vidrios Rotos, del Sr. Francisco López Leiva, recién editada en esta ciudad, un ejemplar de la invitación hecha para el acto, un soneto del Sr. Augusto Vidaurreta, alusivo al mismo y un ejemplar del acta, suscrita por las personalidades concurrentes”.(3)

josé m gomez

 

En los días posteriores a la inauguración del monumento a la patriota santaclareña se comienza a publicar en la prensa sobre la próxima construcción de un complejo monumentario en honor al jefe mambí villareño y uno de los primeros presidentes de la republica: José Miguel Gómez. El 8 de octubre de 1925 el diario La Publicidad cursa la invitación para la ceremonia de colocación de la primera piedra que debía llevarse a efecto el día 10 a las 9a.m. como uno de los actos que tendrían lugar para conmemorar la gloriosa fecha. En esta ocasión como veremos pronto se hizo del dominio público el contenido de la caja, el que se revela dentro de la reseña del hecho a los pocos días de ocurrido. Bajo el título de “Fiesta Patriótica del 10 de octubre”, La Publicidad del martes 13 siguiente comenta sobre las actividades desarrolladas en la ciudad con motivo de la efeméride y bajo el subtitulo de la “Primera Piedra” comenta entre otras cosas:

“A las nueve y treinta antes meridiano el doctor Ramón Lorenzo, secretario del Comité Gestor, levanto un acta que firmó el Presidente, Juan Cardoso, y demás miembros de dicho Comité, y un crecido número de las personas allí presentes. Un ejemplar del acta, así como una colección de monedas nacionales, otra de periódicos de la localidad y algunos documentos más, fueron depositados en una caja de metal, que fue después convenientemente cerrada…Al ser colocada dicha caja en el lugar preparado, la Señora Maria Díaz del Villar de Méndez Peñate, en nombre y representación de la venerable matrona, Señora América Áreas, viuda del insigne caudillo, echó la primera paletada de arena, en tanto que la Banda Municipal dejaba oír las melodiosas notas del himno nacional de Bayamo”. (4)

El monumento a José Miguel Gómez al igual que el de Marta, demoraría bastante en inaugurarse y conocemos que una parte del mismo se encontraba en la Habana a fines de marzo del 26 traída de Italia, donde fue mandado a construir. El 10 de octubre de 1927 se emplazó la estatua cubriéndose por un velo y después de varios intentos de inauguración, esta ocurre el 30 de diciembre de 1928.

casa cultura

Contemporánea con estos acontecimientos es la construcción de un nuevo edificio para el Liceo Santaclareño (lugar donde hoy se encuentra la Casa de Cultura) cuyos miembros habían desempeñado una meritoria labor en nuestras luchas por la independencia y una importante promoción cultural en los primeros años de la republica. El lunes 15 de noviembre de 1926, La Publicidad comenta sobre la ceremonia de puesta de la primera piedra ocurrida el día anterior, hace toda una introducción sobre la actividad desarrollada con gran despliegue artístico donde se recitaron poesías y décimas por afamados declamadores, entonándose también cantos patrióticos por alumnas de la Escuela Normal para continuar:

«La mañana del 14 de noviembre de 1926, se congregó una gran cantidad de personas en el lugar destinado para colocar la “Primera Piedra” del futuro Liceo, que viene a coincidir donde ha de ir la monumental puerta del edificio. Dio comienzo la ceremonia con la bendición de la misma por un Padre Pasionista y después la distinguida Sra. Maria Luisa García de Pérez esposa de nuestro estimado amigo el doctor Pedro Pérez Ruiz, Presidente del Liceo echó la primera paletada de mezcla, habiéndose colocado en el centro de la piedra o bloque que se extrajo de una de las canteras del histórico y poético Monte Capiro, en una caja, el acta de la ceremonia, periódicos, monedas y otros efectos adecuados; y cuando descendía el bloque que encierra artísticamente la cajita. La banda de Música Militar tocó el Himno Nacional”. (5) Con posterioridad intervinieron varios oradores para resaltar la historia del Liceo y la importancia del edificio».

El primero de enero de 1928 ya estaba concluido el edificio, pues ese día tomó posesión del mismo la nueva directiva del Liceo. Con posterioridad, el 13 de noviembre del referido año, el mismo periódico rememora la ceremonia y ofrece nuevos datos sobre la ubicación de la caja: «El reverendo Padre Tudurí bendijo la primera piedra, y acto seguido se hizo descender hasta una profundidad de un metro y centímetros bajo la parte céntrica de lo que hoy es la puerta principal del Palacio Social del “Liceo de Villaclara”». (6)

clinica maestro paco cuesta

 

El último tesoro de nuestro patrimonio soterrado corresponde a la década del 50 y se encuentra en el lugar conocido hoy como Área 4 del Hospital Infantil Santaclareño donde antaño estuvo La Clínica del Maestro. El periódico El Villareño del 14 de abril de 1951 en su artículo titulado “Piedra Angular de la Clínica del Maestro” refiere:

“En numerosas máquinas se dirigieron el ministro y su comitiva hacia el Reparto Residencial Escambray, donde ya se encontraban miles de personas y la Banda Municipal procediéndose a la Ceremonia de la colocación de la piedra angular, a cuyo efecto el notario director Rafael Espinosa Nodal, leyó el acta levantada, que se colocó dentro de la referida piedra conjuntamente con ejemplares y otros periódicos, procediendo el ministro Sánchez Arango a la colocación de la piedra triangular que dice por una de sus caras: Legado del Maestro. Clínica del Maestro “Manuel Angulo Vich” por la segunda “Todo se logra con un puñado de hombres buenos” José Martí, y por la tercera MCMLI…”. (7) La clínica se inauguró en los primeros meses de 1955 ostentando a su entrada un busto recordatorio de su promotor el destacado pedagogo Francisco González Cuesta conocido por Paco Cuesta y fallecido meses antes.

En este caso no se habla de primera piedra sino de piedra angular pero en realidad son términos semejantes al igual se utilizaba también la denominación de piedra fundamental.

Como hemos podido observar en esta segunda parte del trabajo dedicado a la etapa neocolonial las ceremonias de puesta de la primera piedra al igual que en la colonia van a constituir actos de marcado carácter político que resaltan el carácter local del hecho a través de la colocación de periódicos y documentos de la época pero ahora a diferencia de las coloniales van a tener más connotación cultural que religiosa, pues ya no es obligatoria la bendición por parte de un representante de la iglesia. Otra diferencia es que en esta etapa se resalta la cubanidad al interpretarse el Himno Nacional y colocar en la mayoría de los casos colecciones de monedas cubanas.

Lo que si no deja lugar a dudas de que todas estas cajitas constituyen verdaderos tesoros de nuestro patrimonio de los cuales conviene tener conocimiento para evitar que un día en vez de pasar a uno de nuestros museos queden sumidas en el olvido o vayan a parar a manos inescrupulosas perdiéndose de esta forma valiosas muestras de nuestra historia. Pensamos que para ello es necesario realizar trabajos de mayor profundidad, mientras aun se conserven las fuentes de información, en algunos casos en estado ya deplorable, con el objetivo de formar un inventario de las aquí mencionadas y otras muchas que deben existir para que en su día las generaciones venideras puedan contar con información al respecto y rescatar estos tesoros patrimoniales. A la vez que nuestra generación puede retomar la tradición y con ello ir dejando noticias de nuestro paso por la vida.

Citas y notas

(1) Memoria de los trabajos realizados para erigir en esta ciudad un monumento al patriota villaclareño. Miguel Gerónimo Gutiérrez. Imprenta La Gardenia. De Faro J. González. Santa Clara 1920. Pág. 7. Fondo de la Sala de Fondos raros y Valiosos de la Biblioteca Martí.

(2) Periódico La Publicidad. Santa Clara, martes 13 de noviembre de 1923. Año XIX. Número. 9636. Colección de la Sala de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Martí.

(3) Memoria de los trabajos realizados por la Comisión Gestora del monumento erigido a la Benefactora villaclareña e insigne Patricia. Marta Abreu de Estévez. Villaclara. Clapera impresor, Gral. Machado 18. 1924. Pág.33. Fondo de la Sala de Fondos raros y Valiosos de la Biblioteca Martí.

(4) Periódico La Publicidad. Santa Clara. Lunes 15 de noviembre de 1926. Año XXII. Número10533. Colección de la Sala de Fondos raros y Valiosos de la Biblioteca Martí.

(5) Periódico La Publicidad. Santa Clara. 13 de noviembre de 1928. Año XXIV. Número 11089. Colección de la Sala de Fondos raros y Valiosos de la Biblioteca Martí.

(6) Periódico El Villareño. Diario de la tarde. Santa Clara. L.V. sábado 14 de abril de 1951. Número 82. Año III. Colección del Archivo Provincial Histórico.

 

 

Más Tesoros del Patrimonio soterrado santaclareño. Época Neocolonial” Publicación cultural Provincial “GUAMO” año 1 No 15. RNPS 00557.

 


EN VIVO Y EN DIRECTO

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Diseño de Marcelo Saratella.

Diseño de Marcelo Saratella.

Por Eduardo Galeano*

Todo Brasil asiste.

Un espectáculo en tiempo real.

La televisión no pierde detalle, desde el momento en que el criminal, negro tenía que ser, convierte en rehenes a los pasajeros de un ómnibus de Río de Janeiro, una mañana del año 2000.

Los periodistas van contando lo que ocurre como si fuera una mezcla de fútbol y de guerra, la emoción rompecorazones de una final de la Copa del Mundo narrada en el tono epicotrágico del desembarco de Normandía.

La policía ha puesto sitio al ómnibus.

En el largo tiroteo, muere una muchacha. El público vocifera maldiciones contra la fiera salvaje que no vacila en sacrificar inocentes vidas humanas.

Por fin, al cabo de cuatro horas de mucho tiro y mucha ópera, una bala del orden derriba al peligro público. Los policías exhiben su trofeo, el criminal malherido, bañado en sangre, ante las cámaras.

Todos quieren lincharlo, los miles que están allí y los millones que no están pero miran.

Los policías lo arrancan de manos de la multitud enardecida.

Entra vivo al patrullero. Sale estrangulado.

En su breve paso por el mundo, se llamó Sandro do Nascimento. Él era uno de los muchos niños de la calle que dormían en las escalinatas de la iglesia de la

Candelaria, una noche de 1993, cuando llovió metralla. Ocho murieron.

De los que sobrevivieron, casi todos fueron matados poco después.

Sandro tuvo suerte, pero era un muerto en uso de licencia.

Siete años después, cumple la sentencia.

Él siempre había soñado con ser estrella de la tele.

*De su libro Espejos, regalo de mis amigos uruguayos José Claudio Sanguinetti y Julia Gadé.

 


EL TAMARINDO DEL CARMEN ¿DESDE CUÁNDO FUNDACIONAL? ¿CUÁNTOS HAN SUSTITUIDO AL PRIMERO?

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Por Francisco A, Ramos García y José M. Dorta Suárez

Los pueblos con el objetivo de mantener vivos los hechos fundamentales de su historia recrean tradiciones que circulando de boca en boca o a través de documentos escritos, aseguran para todos los tiempos el recuerdo de estos acontecimientos. Entre los sucesos más sujetos a este tipo de recordatorio popular se encuentran los del nacimiento o fundación o sea el inicio de su existencia dentro de las páginas de la historia, es lógico que estas leyendas surjan en torno a componentes del entorno geográfico que puede ser un río, una montaña, un árbol, un animal, una cueva, una roca o cualquier otro. Santa Clara no ha escapado a esta peculiaridad y ha consagrado por tradición, con fuertes vínculos, al hecho de la fundación un árbol: el tamarindo ubicado en la Loma del Carmen.

Es frecuente que con el decurso del tiempo las tradiciones sufran algunos cambios, dados estos por los imperativos de cada generación de contar la historia a su manera suprimiendo o incorporando detalles. Como veremos en el caso de nuestro tamarindo este no siempre fue fundacional e incluso después de serlo hubo momentos en que fue olvidado, pudiéndose determinar, sin embargo, desde cuando pasó a ser considerado como tal y cuantos árboles de este tipo han recibido tal honor en nuestra ciudad.

El primer intento que conocemos, de vincular un árbol determinado a la fundación de nuestra ciudad, aunque con posterioridad observaremos que la tradición había consagrado a otro, es la realizada por el intelectual santaclareño Manuel Dionisio González ( 1815-1883) en su novela histórica: El indio de Cubanacán o Las Brujas de Peña Blanca, impresa en 1848 donde el autor se remonta a 1550 para recrear los paisajes donde después se habría de edificar el poblado, concluyendo su obra de la siguiente forma:

“Cerca de siglo y medio después, se fundó un pueblo, junto a la llanura de la seiba […] Ese pueblo es la villa de Santa Clara, fundada sobre las ruinas del Cubanacán.”[1]

Sin embargo diez años más tarde el mismo autor al elaborar su Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción, al relatar el hecho de la fundación prescinde de vincularlo a cualquier tipo de árbol y cuenta:

“[…] pero había unos ranchos y corrales de encierro para los ganados en la loma que se designa en el día con el nombre del Carmen, hacia la parte del río, que circuye la población por ese rumbo, en cuyo sitio parece se reunieron todas las familias fundadoras a su llegada de Remedios. La tradición coloca allí el acto augusto, la sacrosanta ceremonia de la celebración de la primera misa en Villa-Clara.”[2]

Refiriéndose a lo anterior el autor incluye una nota que por la importancia que tiene para el tema que tratamos reproducimos: “Este es el dato (el anterior) que rinde más probabilidades de certeza, según las noticias conservadas por personas antiguas;   y aunque hay quien crea que la celebración de la primera misa tuvo lugar en la Plaza Mayor bajo un jagüey muy frondoso que allí existía, en el mismo sitio donde hoy está edificada la Iglesia( actual parque Leoncio Vidal), considero sin embargo, más verosímil la primera noticia, por estar fundada, no solo en el dicho de mayor número de individuos de edad, a quienes fue transmitiéndose de sus antepasados, sino porque concurren a corroborarlo distintas circunstancias. Tales son, entre otras, las que debió preferirse por los fundadores el punto de la loma del Carmen, porque había allí una fábrica, que alguna más comodidad les ofreciera, a diferencia del terreno de la plaza que lejos de esa ventaja, estaba entonces cubierto de malezas, y era además un sitio muy a propósito para el efecto, pues según se sabe, hasta existía un pantano bajo el mismo jagüey, que servía de revolcadero a los cochinos. Aparte de estas, hay otras razones sobre el particular que, estando comprendida en las noticias que doy en el Apéndice respecto a la ermita del Carmen, evito aquí repetirlas porque pueden verse en aquel lugar”.[3]

Las noticias del Apéndice a que se refiere son las siguientes: “…quizá la idea de perpetuar la memoria de este acontecimiento, (la primera misa) hubo de ser el principal estímulo que siguiera el presbítero Conyedo al edificar un templo con ese nombre (la festividad de Nuestra Señora del Carmen se celebra el 16 de julio) en el mismo sitio que sirvió para consagrar a Dios los primeros cultos. Lo cierto es que siempre fue mirado por nuestros antepasados con toda veneración, habiéndose fijado allí una cruz, que se conservó hasta la entrada del siglo actual.”[4]

Contemporáneo con la Memoria Histórica es el poema escrito por intelectual y patriota santaclareño Miguel Gerónimo Gutiérrez (1822—1871) titulado Quince de Julio donde plantea que las familias remedianas llegaron: “Haciendo templo a un árbol que frondoso/ En la verde colina descollaba, / Rindieron culto al Dios que los colmaba/ De Esperanza, de Fe, de Caridad.” [5]

15 julio gutierrezi

Como podemos apreciar hasta esta época aún el tamarindo no se menciona como fundacional y si tenían posibilidades una ceiba y un jagüey. En los documentos referidos a la propuesta y la aceptación del día 15 de julio como festivo para la ciudad por el Ayuntamiento, en 1861 y 1862 respectivamente, no se propone ningún árbol como fundacional.

En las reseñas por el 200 aniversario de la ciudad en 1889, se describen las actividades desarrolladas en los alrededores de la iglesia del Carmen sin mencionar tributo alguno a ningún tamarindo u otro árbol e incluso en el escudo de la ciudad que utilizó el Ayuntamiento para la ocasión lo que aparece, en el lugar que ocupa el tamarindo en el escudo actual, es una palma[6]. Pero sin dudas ya en esta fecha existía en las inmediaciones de la iglesia un tamarindo pues pocos años después en 1894, el 26 de julio, el Ayuntamiento firma una petición a la Reina que es aprobada para elevar a la superioridad, donde entre otras cosas pide a la soberana el uso de un escudo para la ciudad en cuya descripción para justificar la parte inferior del mismo, se expresa que los fundadores al llegar: “[…] Se albergaron en la habitación y corrales de Francisco Alejos, situados en la llamada hoy loma del Carmen; que junto a la habitación existía un árbol y que en ese lugar se verificó por primera vez el santo sacrificio de la misa…por eso vemos una pequeña colina provista de vegetación en su parte inferior, desnuda de árboles en su parte media, y en su cúspide una rústica choza, sobre la cual se inclina el frondoso ramaje del tamarindo, al pie del cual se dijo la primera misa”[7].

La petición del Ayuntamiento tuvo gran repercusión en la prensa y desde entonces pasó a ser considerado el tamarindo como árbol fundacional y a partir de ahora cada vez que se trate el tema de la fundación el tamarindo estará presente.

En la primera década del pasado siglo se realizaron varias composiciones poéticas dedicadas al tamarindo como árbol fundacional dos de ellas nos han llegado en el libro “Los Poetas Villaclareños” publicado en 1927 de la autoría del profundo investigador y conocedor de la historia local Manuel García Garófalo Mesa (1887-1946). La primera del destacado intelectual santaclareño Juan E. Valdés (1863-1918) titulado Al Tamarindo, que Garófalo presenta de la siguiente forma: “Al tamarindo que sustituyó al jagüey bajo el cual según la tradición se dijo la primera misa […] dedicó Valdés el soneto que sigue”[8].

tamarindo je valdes (2)

Donde se aprecia que el compilador consideraba al jagüey como fundacional. La otra del destacado poeta Manuel Serafín Pichardo (1863-1937) también titulada Al Tamarindo y que se presenta: “A cuya sombra se dijo la primera misa al fundarse Villaclara por las familias de Remedios, el 15 de Julio de 1689”.[9] Reafirmando la tesis expuesta por el Ayuntamiento en 1894.

tama pichardo

En diciembre de 1916 el Ayuntamiento santaclareño propone derribar el árbol por afear el ornato público y en el 1918 es talado el tamarindo lo cual provoca airadas protestas en la prensa por los seguidores de la tradición, siendo el mayor logro de este movimiento la publicación del número especial de la revista “El Quince de Julio”, dedicada al 229 aniversario de la fundación de la ciudad y dirigida por Juan E. Valdés.

tamarindo 1917

Tamarindo, 1917.

En la revista entre varios materiales de carácter histórico se resalta la importancia del tamarindo. Para lograr lo anterior se publica un artículo del propio Valdés titulado “El Primer Monumento” escrito un año antes, en el 1917 y que concluye: “…el primer monumento, el árbol centenario, víctima de los reveses de la suerte que ante la tradición que se estremece se conserva todavía”. En la misma página del artículo se insertan las poesías de Valdés, de Pichardo y de Gutiérrez a que hemos hecho referencia con anterioridad. Se adjunta una foto del director y redactores de la revista Renacimiento tomada junto al tamarindo conmemorando la fecha en el año1917, en otra página se reproduce la petición del escudo en 1894 donde se establece como ya vimos el tamarindo como fundacional y además casi al final de la revista se incluye un artículo del destacado patriota santaclareño Francisco López Leiva (1857-1940) titulado “Flexiones y Reflexiones” donde plantea que es una idea falsa de progreso:

“Haber derribado el legendario tamarindo de la loma del Carmen, donde según la tradición, se congregaron a oír la primera misa los fundadores de Villaclara. En la Habana que es la ciudad más despreocupada y cosmopolita de Cuba, cada vez que ha muerto la Ceiba Histórica del Templete, el Ayuntamiento planta otra en el mismo lugar; en Villaclara que es la cuna y sede del pilongismo vocinglero, el Ayuntamiento derriba y no repone el árbol bajo el cual se congregaron a oír la primera misa el 15 de julio de 1689 … se me ha dicho que la tala del tamarindo se llevó a cabo por razones de ornato, y a esto puedo contestar que no hay árbol que deje de ser artístico y bello per se”.

En los años posteriores cada 15 de julio sería recordado con nostalgia el tamarindo. En 1923 la Asociación de Prensa coloca en el lugar donde estuvo el tamarindo una tarja haciendo alusión a la primera misa. En 1925 se renuevan los espíritus fundacionales con la inauguración del parque Leoncio Vidal ampliado y la publicación de Julio Arturo Valdés (1873-1957) de la segunda edición de la Memoria Histórica de Santa Clara y su Jurisdicción de Manuel Dionisio y en 1926 se publica un libro dedicado a la provincia de Santa Clara bajo el título de Magazine de la Lucha y en la parte dedicada al municipio santaclareño se inserta nuevamente la petición del escudo por el Ayuntamiento en 1894 que consagra al tamarindo.

El 26 de enero de 1926 el periódico “La Publicidad” bajo el título de El Tamarindo publica la siguiente nota:“La Cámara Municipal ha autorizado a los señores doctor Oscar Esparza y Joaquín Montenegro para sembrar un tamarindo, en el mismo lugar en que existía aquel otro, donde según la tradición, se dijo la primera misa en la loma del Carmen; acordándose que el arquitecto municipal informe el costo de una verja de hierro que resguarde el tamarindo”[10]. Esto no prosperó según todo parece indicar pues no es hasta 1933, después de varios años en que incluso en algunos no se celebró el día de la fundación, que el mismo periódico con fecha del 13 de julio incluye dentro de las actividades a realizarse por los festejos del próximo día 15 la siguiente: “A las nueve siembra del nuevo tamarindo en el parque del Carmen en el lugar donde se dijo la primera misa en la ciudad”.[11]

No encontramos otras referencias al tamarindo en la prensa hasta 1947, después de otro periodo de decadencia en la conmemoración de la tradición, en que el periódico “La Publicidad” del día 14 de julio anuncia para el 15 a las 9 de la mañana: “Una Misa en el parque del Carmen a la sombra del histórico tamarindo donde los fundadores de la ciudad dijeron su primera misa”[12]. Por lo que todo parece indicar que el tamarindo si fue plantado en el 33 y ya para el 47 tenía bastante altura, por otras fuentes también conocemos que el referido árbol ya tenía cierto tamaño en 1944[13].

En el año 1944 se había producido un nuevo renacer por las tradiciones al crearse el Comité 15 de julio o Comité Pro Monumento a la Fundación de Villa Clara y Mejoras Urbanas, después conocido por Grupo de los Mil, teniendo como objetivo fundamental la ejecución de un monumento a las familias fundadoras inspirados por la publicación en 1940 y 1942 respectivamente de las tercera y cuarta ediciones de la Memoria Histórica de Santa Clara y su Jurisdicción de Manuel Dionisio a cargo nuevamente de Julio A. Valdés.

En 1951 se inaugura el monumento por la fundación en el parque del Carmen con forma de una espiral descendiente sostenida por 18 columnas en cada una de las cuales aparecía el nombre respectivo de la familia, teniendo como centro al tamarindo, la tradición está viviendo su mejor época hasta la fecha, y el tamarindo, su mayor momento de reafirmación como histórico.

 

Tamarindo antes y después de la inauguración.

Antes de la construcción del monumento, y luego, en 1954.

 

Después de 1959 la tradición va a quedar en el olvido por varios años ante tareas que requerían mayor atención dada la complejidad de la época y los requerimientos de los primeros años de la revolución. En 1989 en ocasión del 300 cumpleaños de Santa Clara felizmente se retoma la tradición de conmemorar los aniversarios de la ciudad y entre las actividades se desarrolla la de crear un bosque de tamarindos en las faldas del Capiro compuesto por trescientos árboles representando los años de fundada la población, posteriormente en cada aniversario se ha sembrado el correspondiente.

Después de todo lo analizado podemos establecer que el tamarindo del Carmen se convierte en fundacional en 1894 cuando el Ayuntamiento santaclareño hace la petición del escudo a la Reina y que el que podemos apreciar en la actualidad, sembrado presumiblemente en 1933, constituye el segundo al que se le han rendido honores como fundacional.

El Tamarindo de el Carmen. ¿Desde cuándo fundacional? ¿Cuántos han sustituido al primero? Una versión se publicó en Umbral No. 50. ene. –marzo 2014.

 

[1] González Manuel Dionisio: El indio de Cubanacán o Las Brujas de Peña Blanca. Sin año ni editora. Pág. 42.

[2] González Manuel Dionisio: Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Santa Clara. Imprenta El Siglo. 1858-1860. Pág. 20.

[3] González Manuel Dionisio: Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Santa Clara. Imprenta El Siglo. 1858-1860. Pág. 466. Nota 10.

[4] González Manuel Dionisio: Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción. Santa Clara. Imprenta El Siglo. 1858-1860. Pág. 335. En realidad el sitio que proponía González como el de la fundación se encuentra un poco más al norte del considerado actualmente, en dirección al río, donde estuvo originariamente la Ermita del Carmen.

[5] Pérez Luis Marino: Biografía de Miguel Gerónimo Gutiérrez. Habana. Editorial Hércules, O Reilly 459. 1957. Pág. 130.

[6] Ver: https://verbiclara.wordpress.com/2015/05/08/el-escudo-de-santa-clara-genesis-y-evolucion-nuevas-pesquisas/

[7] Archivo Provincial de Historia: Ayuntamiento de Santa Clara. Acta capitular del 26 de julio de 1894.

[8] García Garófalo Mesa, Manuel. Los poetas villaclareños. La Habana 1927. Pág. 168.

[9]García Garófalo Mesa, Manuel. Los poetas villaclareños. La Habana 1927. Pág. 156.

[10] La Publicidad, Martes 26 de enero de 1926. Santa Clara. Año XXII. No. 10296. Pág. 1.

[11] La Publicidad, 13 de julio de 1933. Santa Clara. Año XXIX. No. 11878. Pág. 1.

[12] La Publicidad, 14 de julio de 1947. Santa Clara. Año XLII. No. 13977. Pág. 1.

[13] Ver: De La torre Grovas Silvio: Francisco González Cuesta. Su Vida y Su Obra. Habana. 1957. Pág. 74.


LOS CINCO “NIÑOS DE LA BOTA” DEL PARQUE VIDAL

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El Niño de la Bota en Santa Clara de noche. Foto: Carolina Vilches Monzón

El Niño de la Bota en Santa Clara de noche. Foto: Carolina Vilches Monzón

Por Francisco A. Ramos García y José M. Dorta Suárez

Si preguntamos a los santaclareños sobre cuántas variantes del Niño de la Bota han pasado por nuestro parque Leoncio Vidal Caro a través de su historia, unos le responderán “uno” otros “dos”, tal vez alguno mejor informado conteste “tres”, pero de seguro, por muy bien enterado que esté el interrogado, se le ocurrirá decir “cinco”, y sin embargo, ese ha sido el número de cambios adoptados por nuestro querido Niño, devenido hoy símbolo de la ciudad.

EL PRIMERO

El Niño hace su aparición en la historia local con motivo de la remodelación del parque comenzada en 1923 y concluida en 1925, se cuenta que su figura apareció en un catálogo de sugerencias de una famosa casa de venta de objetos de artes, la J. L. Mott Company, de New York donde la encontró y seleccionó el coronel Francisco López Leiva para que se instalara en una fuente diseñada por él, se compró e hizo trasladar a Santa Clara.

El Niño de la Bota, 1925.

El Niño de la Bota, junio de 1925.

Ya el 15 de julio de 1925, cuando se inaugura el parque Vidal remodelado, con el monumento a Marta Abreu, la pérgola y las noventa farolas que lo iluminaban, el Niño de la Bota, construido con una mezcla de calamina, estaba ahí.[1] Su compra, traslado e instalación se afirma costaron $ 731.83.

Según el investigador Ariel Lemes Batista: «Han sido varias anécdotas alrededor de esta estatua. Unos plantean que representa un golfillo con rasgos afrancesados; otros, un chico harapiento jugando con su botica rota. Pero, la realidad es muy diferente: el monolito reproduce a los chicos que acompañaban las tropas del ejército norteño en la guerra civil entre el norte y el sur de los Estados Unidos. Estos chicuelos marchaban tocando tambores, por lo que se les llamaba “drummer boys”, o sea, niños tamborileros.

«Al terminar las batallas, llevaban el preciado líquido a los heridos. La mayoría de las veces, en sus botines. En recordación a ellos se manda a fabricar una estatuilla a Italia y a partir de ella la ya mencionada casa J. L. Mott hace alrededor de 23 copias a una escala mayor y las comercializa».[2]

portada catalogo

Portada del catálogo de la casa J. L. Mott.

Todavía no sabemos si ya el niño era “de la bota infortunada” cuando se instala en 1925, esto hoy es muy difícil de precisar dado lo escasa de las fuentes de consulta, pero pronto ocurriría un suceso que bien pudo caracterizar a la Bota de esta forma si aún no lo estaba.

EL SEGUNDO

El 1ro de febrero de 1926 se publica el primer número de la revista Villaclara y escoge como diseño de cubierta una foto del Niño de la Bota, pero en ella la bota tiene otra posición con respecto a la original, ahora está hacia adentro. ¿qué le habrá sucedido a la original? En la referida publicación aparece un artículo titulado “El Chico de la Bota” firmado por Crescencio Rodríguez Rivero en noviembre del año anterior, en él celebra tener tan tierna imagen en el parque, aunque confiesa no saber lo que significa y en ningún momento califica la bota como infortunada[3]

portada revista villaclara

Revista Villaclara, febrero de 1926.

 

El chicuelo esta viviendo una época de esplendor, un mes más tarde, en el número correspondiente al 15 de marzo de 1926 otra vez la revista Villaclara hace alusión a él, ahora en una sección titulada “Nuestras Portadas”:

“La portada del primer número representa un asunto de nuestro elegante Parque Vidal: la fuente con su símbolo de la “Bota Infortunada” y el Palacio Provincial de fondo”[4]

Como observamos se omite al niño y ahora la bota y su infortunio pasan a darle nombre a la estatuilla ¿Cuál infortunio? ¿el de estar averiada o el del percance ocurrido entre finales 1925 y principios de 1926 que como muestran las imágenes le hizo cambiar su orientación?, no nos ha sido posible precisarlo con certeza. Pero…dos números más tarde la propia revista publica una poesia titulada: “El Chico de la Bota Infortunada” con el subtitulo de “En la Fuente del Vidal”, de la autoría de Fabio Martinez Ramirez, donde utiliza las dos denominaciones entrecomilladas, el chico de la bota y el chico de la bota infortunada, refiriendose tambien a la “botica remendada” :

Con un gesto de pillete de lejanos arrabales
Hay un chico encaramado en la fuente del Vidal,
Sujetando en su manita; ignorante de los males;
Una bota que derrama tenues hilos de cristal.

Es el “Chico de la Bota”, que alejado de la vida
Y de tanto drama burdo que se trama junto a él,
Sonriente y resignado, tiene siempre suspendida
La botica remendada que le dio el destino cruel.

Cuando cruza la negrura de la noche pueblerina
De la Luna un rayo leve, vaporoso, hasta fugaz,
Tal parece que es la novia, que entre gasas y neblina,
Manda un beso, enamorada, a su cándido rapaz.

Y es feliz este “Chico de la Bota Infortunada”,
Porque su alma —que es de bronce— permanece acariciada
Por las cálidas ternuras de su novia: la Ilusión.
Mientras cerca de su dicha, cuánta pena hay escondida
En las fibras tormentosas del humano corazón.[5]

Lo del remiendo de la botica “que le dio el destino cruel” ¿se referirá a algún accidente ocurrido entre las fechas de las imágenes observadas o sería por estar averiada en los sitios por donde sale el agua?

En junio del 26 aparece la composición poética “El Parque Provinciano” de José Antonio Pascual y en su primera cuarteta dice:

El parque provinciano en noche de retreta.
Lo mismo visto siempre, los mismos decorados.
El Niño de la Bota, la fuente, la glorieta,
Conyedo y Marta, bronces y mármoles sagrados.[6]

Aquí ya es el Niño de la Bota no el “Chico”. A finales de 1926 se deja de publicar la revista Villaclara y cuando reinicia sus ediciones el 15 de junio de 1928 reproduce la portada de su primera edición, al comentar este hecho refiere:

“Al reaparecer VILLACLARA, ha tenido la buena idea de escoger entre las bellas portadas que usó en su primera época, la que figura en su número inicial. Esto es, EL CHICO DE LA BOTA INFORTUNADA.

“Y hemos elegido esa portada, primero, porque ella es un trozo admirable de nuestro parque Vidal, orgullo de los villaclareños y admiración de extraños […]”[7]

En otra fotografía[8] de la época podemos observar lo cierto de los criterios emitidos por la revista.

niño bota finales de años 20

El Niño de la Bota, finales de los años 20.

 

El Chico de la Bota, La Bota Infortunada, El Chico de la Bota Infortunada o el Niño de la Bota, caló profundo en el sentir de los santaclareños de los años veinte, así sería por varios años hasta que a finales de los treinta:

“[…] por méritos bastardos amparados por la política, se convino, se logró con vistas a mejor modificación, que fuera suprimida “La Bota Infortunada” por el busto del Apóstol que debía colocarse allá por el Parque de los Mártires en una nueva construcción o ensanchamiento…internándose ilimitadamente al rapazuelo con su bota deteriorada en un rincón del Municipio […]”[9]

El busto de Martí, como se puede apreciar en la imagen,[10] se colocó sobre la misma fuente donde había estado la estatuilla.

Busto de José Martí en el parque Vidal.

Busto de José Martí en el parque Vidal.

 

EL TERCERO

El Niño se guardó en la casa del Ayuntamiento. En 1941 se publica “El Álbum de las Villas” y en el ya se habla del busto a Martí en el parque Leoncio Vidal Caro y por ningún lugar se menciona al Niño de la Bota.[11] Pasarían varios años hasta que en 1951 las autoridades municipales toman el acuerdo de reponer al Niño en el parque, el periódico “El Pueblo” se hace eco del suceso, y en su edición del 19 de febrero de ese año presenta el siguiente titular a todo lo ancho de la primera página: «Restituye el Ayuntamiento al Parque Vidal, “El Niño de la Bota Infortunada”» y en un artículo en la sección “Ahora”, firmado por Tomás Pedrosa Raimundo, comenta lo acertado de la decisión:

«[…] que hace regresar a ese sitio prominente de nuestra ciudad la figura escultórica del “Niño de la Bota Infortunada” la fuente preciosa, risueña, de arte convencional que acostumbró a los villaclareños a contemplarla con sus aguas cantarinas llenas de poesía pueblerina […]»[12]

El articulista además manifiesta que el Niño había sido retirado desde hacía más de una década y que el busto a Martí sería instalado en el parque infantil de la Sociedad Leones Rotarios.

En 1954 se publica por el Ayuntamiento: “Santa Clara. La ciudad de Marta. Libro de Oro”[13] donde incluye en la página “Monumentos” una fotografía del “Niño de la Bota”, en la cual se puede observar que el Chico se encuentra en la misma fuente y nuevamente la bota está hacía delante, como en la original de 1925. De esta forma permanecería hasta 1959.

El Niño de la Bota, 1954.

El Niño de la Bota, 1954.

 

EL CUARTO

Al triunfo de la Revolución se decide rediseñar el parque, desaparecen las oprobiosas barreras que separaban los paseos para las personas blancas y negras, la pérgola; se cambia de lugar el busto del coronel Leoncio Vidal Caro, que señalaba el sitio donde el mismo había caído. El Niño de la Bota se traslada unos metros más al oeste, frente al teatro La Caridad, y se colocó en una especie de botecito de granito gris y verde que para ese efecto se construyó.

El Niño de la Bota, 1960.

El Niño de la Bota, 1960.

 

Como se aprecia en la fotografía[14], El niño es bastante parecido al anterior y al de 1925, aunque puede ser que la bota haya sufrido pequeños cambios. Pero…la alegría no duraría mucho.

EL QUINTO

Según el investigador Ariel Lemes: “En 1969 desaparece aquel lindo manadero y su primorosa imagen central: el niño tamborilero, tras serle arrancado y perdido el botín y poco después, destruido ambos pies. Así, al no poder sostenerse y quedar yacente, sin funciones como magnífico ornamento público, fue retirado del lugar. Sus restos fueron donados al Museo Provincial, el 7 de octubre de 1970, por el ciudadano Jesús Velazco Fernández.”[15]

Veinte años después con motivo del tricentenario de la ciudad, en 1989, y en medio de un renacer de las tradiciones, es colocado nuevamente en el parque, en el lugar tradicional, él nunca olvidado Niño de la Bota Infortunada, esta vez en una réplica de bronce. Obra, según se dice, del escultor José Delarra. Ahora la punta de la bota no está ni hacia delante ni hacia atrás sino paralela al niño un poco inclinada hacia delante.

El Niño de la Bota en la actualidad.

El Niño de la Bota en la actualidad.

 

MÁS NIÑOS DE LA BOTA…

Pero no en Santa Clara. Recordemos que la casa J. L. Mott hace alrededor de 23 copias gemelas del Niño, varios cronistas se han preguntado por el destino de las mismas, un investigador santaclareño, Ángel Cristóbal García, ha seguido la pista y encontrado varias:

“Actualmente —sin contar por supuesto las colecciones privadas—, se encuentran estatuas del chiquillo en: Sandusky, Ohio; Winnipeg, Canadá; Houlton, Maine; Helena, Montana; Cleethorpes, Inglaterra (en el memorial de la Princesa Diana); Caracas, Venezuela; Santa Clara, Cuba; Estocolmo, Suecia; Stevens Points, Wisconsin; y posiblemente otras 20 localidades del mundo […]”[16] A continuación mostramos algunas de ellas.

nino Cleethorpes

Cleethorpes.

nino bota Sandusky

Sandusky.

Winnipeg.

Winnipeg.

 

Stevens Points.

Stevens Points.

 

Caracas.

Caracas.

 

Cuenta también Ángel Cristóbal, que aparecieron a fines del siglo XIX y principios del XX, la mayoría ha sufrido transformaciones, se pueden encontrar en calamina, hierro, bronce, yeso, cerámica y cemento; de algunos se conoce que los originales fueron comprados a la misma casa J. L. Mott. Todos son considerados patrimonio local, alrededor del cual, como aquí, se tejen diversas historias.

EL NUESTRO ¿LLEGÓ PARA QUEDARSE?

Sí, sin duda, pues hoy es todo un símbolo de la ciudad y por doquier se le puede ver como logotipo en los anuncios del comercio particular, estampado en aluminio en bancos de los parques, cubiertas de libros referidos a la ciudad, hasta se publicó uno de ellos dedicado a los niños con el título de “Con el Niño de la Bota” del escritor Luis Cabrera Delgado y en la “Síntesis Histórica de Santa Clara” (2010) se reproduce su imagen a todo color y se le da el tratamiento de “icono de la ciudad”.

Esperamos, aunque tal vez nunca podamos conocer si ya desde los inicios era de la Bota Infortunada o sencillamente de la Bota, hayan cesado todos sus infortunios y aunque no a la tercera, a la quinta haya sido la vencida. Ojalá, este que hoy adorna nuestro parque central, perdure mientras exista Santa Clara, convirtiéndosenos en el Afortunado Niño de la Bota Infortunada.

Una versión se publicó en la revista Umbral. No. 48. Jul-sept, 2013.

 

[1] La tarjeta postal que mostramos, archivo de los autores, está firmada y enviada el 16 de junio de 1925.

[2]Ariel Lemes Batista. El niño de la bota infortunada: mitos y realidades en Cartacuba, boletín cultural, No 35. Julio de 2002. Santa Clara. Pág. 7. Otro trabajo que también aporta sobre la historia del niño de la bota es el de Alexis Castañeda Pérez de Alejo titulado “Del pueblecito de Santa Clara” Revista Signos No 48. Santa Clara.2003. Pág. 49. La foto de la portada del catálogo es cortesía de Rafael Pérez González

[3]Ver Crescencio Rodríguez Rivero. El Chico de la Bota. Revista Villaclara. Santa Clara 1 de febrero de 1926. Año 1. No 1. Sin números de páginas. Colección del Archivo Provincial.

[4]Revista Villaclara. Santa Clara 15 de marzo de 1926. Año 1. No 4. Sin números de páginas. Colección de Rafael Pérez González.

[5]Revista Villaclara. Santa Clara 15 de abril de 1926. Año 1. No 6. Sin números de páginas. Colección de Rafael Pérez González. Las palabras entrecomilladas aparecen así en el original.

[6]Revista Villaclara. Santa Clara 1 de junio de 1926. Año 1. No 9.Pág. 10. Colección de Rafael Pérez González.

[7]Revista Villaclara. Santa Clara 15 de junio de 1928. Año 1. No 9. Sin números de páginas. Colección de Rafael Pérez González.

[8]Tomada del Blog de Carlos Alberto Casanova. http://casanovacarlos.blogspot.com/2009/07/la-plaza-parqueel-parque-republicano.html

[9]El Pueblo, periódico villareño de noticias. Año XVIII. Santa Clara, Lunes 19 de febrero de 1951. No 246. Pág. 1. Colección de Rafael Pérez González.

[10]La fotografía es cortesía de Juan Manuel Fernández Triana.

[11]Ver: Villas Las: Álbum Resumen Ilustrado. Imp. Milagrosa. Habana. (Sin números de página).1941.

[12] El Pueblo, periódico villareño de noticias. Año XVIII. Santa Clara, Lunes 19 de febrero de 1951. No 246. Pág. 1. Colección de Rafael Pérez González.

[13]Ver: Santa Clara. La ciudad de Marta. Libro de Oro. Talleres Gráficos del Colegio de las Antillas. Santa Clara. 1954. Sin números de página.

[14]En la foto aparecen, de izquierda a derecha Claritza Águila Roque, Rosa Ana Roque Martínez, y por último Ana Rosa Águila Roque, actualmente especialista de la Sala de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Provincial Martí, quien gentilmente nos la proporcionó de su archivo particular, cuando ya habíamos perdido casi la esperanza de encontrar una. Muchos investigadores manifiestan que el Niño de la Bota desapareció del parque en 1959. La foto en el reverso tiene escrito 1960.

[15]Ariel Lemes Batista. El niño de la bota infortunada: mitos y realidades en Cartacuba, boletín cultural, No 35. Julio de 2002. Santa Clara. Pág. 7.

[16]http://letraslatinas.blogspot.com/2009/11/una-compania-de-ninos-de-la-bota.html. También se puede consultar otro trabajo del mismo autor en: http://letraslatinas.blogspot.com/2009/10/la-verdadera-historia-del-nino-de-la-bota.html

 

 

 

 

 

 


LOS ENTIERROS DE MELLA

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Mella. LAZ

Por Ciro Bianchi Rossdigital@juventudrebelde.cu

Las cenizas de Julio Antonio Mella fueron despedidas en Ciudad de México por los sables de la Policía Montada y recibidas en La Habana por los rifles de los soldados comandados por Batista, escribía Juan Marinello, en 1975, al evocar aquel 28 de septiembre de 1933 cuando llegaron a Cuba los despojos del líder estudiantil y fundador del primer Partido Comunista cubano, asesinado en México cuatro años antes.

Una multitud enorme las esperaba en el puerto, en silencio. Días antes, militantes comunistas, estudiantes, sindicalistas y obreros de la construcción habían levantado en uno de los ángulos de la Plaza de la Fraternidad el túmulo adornado con flores, el cual las guardaría de manera provisional, y un monumento que luciría un busto del joven revolucionario, realizado por el escultor español Juan López. Ya antes, en el pueblo de Regla, una calle había recibido el nombre de Mella.

PELIGRO EN EL MUELLE

La situación política en la Isla era violenta, compleja e inestable tras la caída de la dictadura de Machado, el 12 de agosto. Conspiraban los oficiales del ejército del régimen depuesto; el embajador norteamericano acentuaba sus actitudes injerencistas y se cernía sobre el país la amenaza de la intervención militar extranjera. Washington no reconocía al presidente Grau, que había repudiado la Enmienda Platt, y se entendía con Batista de manera más o menos abierta. Tampoco los comunistas conciliaban con el mandatario y calificaban a Antonio Guiteras, su ministro de Gobernación, empeñado en un programa radical de reformas, de «social fascista de izquierda». Los comunistas tenían muy en cuenta lo que era cierto: Batista era el verdadero poder en Cuba y el Coronel no podía ver con buenos ojos el fervor con que se recibían aquí los despojos del dirigente estudiantil asesinado.

Alguien subió al barco y avisó a Marinello, que encabezaba la comisión encargada de exhumar los restos mortales de Mella y trasladarlos a La Habana, de los peligros agazapados en el muelle. Marinello entregó el cofre con las cenizas a una norteamericana de absoluta confianza que, sin contratiempos, lo pasó por la aduana en un bolso de mano, y ya en el muelle de la Ward Line lo entregó a su vez a los militantes comunistas Ramón Nicolau y Juan Blanco, quienes guardaron el cofre en una urna de mármol. Les entregó asimismo la mascarilla que se le hizo recién asesinado. Tuvo lugar allí un simbólico y emotivo homenaje antes de salir hacia la calzada de Reina, 402, esquina a Escobar, sede en esos momentos de la Liga Antiimperialista y que fuera la residencia del senador machadista Wifredo Fernández, y que más tarde sería —y durante largos años— cuartel de la Policía Secreta. Colocada en una parihuela que cargaron seis trabajadores, la urna de mármol recorrió escoltada por la multitud, las calles de Egido y Monte, y arribó a la Plaza de la Fraternidad antes de remontar Reina y llegar a su destino. Allí, el escultor Juan José Sicre sacó varias copias de la mascarilla.

EL DISCURSO DE RUBÉN

Llegó así el 29 de septiembre. Desde uno de los balcones del local de la Liga Antiimperialista, el poeta Rubén Martínez Villena, más muerto que vivo, devastado ya por la tuberculosis que le estrangulaba la voz, se dirigió a la multitud. Sería la última vez que hablaría en un acto público. Apenas pudo hacerse oír. Dijo:

«Camaradas, aquí está, sí, pero no en ese montón de cenizas sino en este formidable despliegue de fuerzas. Estamos aquí para tributar el homenaje merecido a Julio Antonio Mella, inolvidable para nosotros, que entregó su juventud, su inteligencia, todo su esfuerzo y todo el esplendor de su vida a la causa de los pobres del mundo, de los explotados, de los humildes… Pero no estamos solo aquí para rendir ese tributo a sus merecimientos excepcionales. Estamos aquí, sobre todo, porque tenemos el deber de imitarlo, de seguir sus impulsos, de vibrar al calor de su generoso corazón revolucionario. Para eso estamos aquí, camaradas, para rendirle de esa manera a Mella el único homenaje que le hubiera sido grato: el de hacer buena su caída por la redención de los oprimidos con nuestro propósito de caer también si fuera necesario».

De pronto comenzaron los disparos. La soldadesca, provista de armas largas, tiroteaba el local de la Liga Antiimperialista y se ensañaba con la multitud. Hubo varios muertos y heridos, entre ellos, Paquito González, un pionero de 13 años, vecino de Correa 5, en Jesús del Monte, a quien una bala de Springfield alcanzó en la cabeza para dejarlo con la masa encefálica al descubierto y confundida con el cabello en una imagen siniestra e impactante. Cerca de Paquito estaba Natasha —la hija de Mella, de seis años de edad—, que gracias a la rápida actuación de un amigo de la familia se salva de las balas. En la Plaza de la Fraternidad, un grupo de marinos y soldados destruían el túmulo funerario.

Las cenizas de Mella, en la confusión, parecieron perdidas.

TODAS LAS ORGANIZACIONES

A comienzos de ese mes de septiembre, el día 5, se constituía en México el Comité Pro Mella para la exhumación y el traslado de sus restos a La Habana. En el grupo, junto a Marinello, estaba Pepilla, su esposa e inseparable compañera, Mirta Aguirre, Caridad Proenza y Gertrudis Sánchez Rueda, entre otros que representaban todas las entidades revolucionarias de Cuba y México: Partido Comunista, Socorro Rojo, Ala Izquierda Estudiantil, Liga Antiimperialista, Federación de Estudiantes Revolucionarios… Debían recaudar fondos para el envío de los restos a Cuba y, con ese motivo, organizarían una gran velada en la Universidad, además de numerosos mítines en fábricas y sindicatos. Había entre todos los comprometidos un cordial entendimiento; y hasta los universitarios de derecha reverenciaban la actitud vertical del líder caído.

El Comité no debió esperar mucho para obtener el permiso de exhumación. Ese mismo día, a las nueve de la noche, con una celeridad sorprendente, el Departamento de Salubridad comunicaba que al día siguiente, al amanecer, se podría proceder a la extracción de los restos. A la hora convenida se reunieron en el cementerio los miembros del Comité que pudieron ser avisados. Los acompañaba el imprescindible notario, un viejo de bigotes híspidos que parecía haber sobrevivido a la dictadura de Porfirio Díaz y que, sin duda, desconocía entre qué gente se movía. Pide el anciano los libros sepulcrales, revisa folios y expedientes hasta que encuentra lo que busca. «Don Julio Antonio Mella… tumba 45», exclama, y aunque a los del Comité ese «don» les suena como una ofensa grave, se dirigen, silenciosos, hacia la tumba indicada. Un modesto monumento del Partido Comunista mexicano cubre la fosa. La emoción es inenarrable.

NO ES MELLA

Los minutos se alargan. El tiempo no parece transcurrir. A cada paletada de tierra que se saca sigue la lluvia de desinfectantes que los de Salubridad dejan caer en el hueco que se ensancha. Al fin, un golpe seco. La pala ha chocado con la caja. Siguen su obra las azadas y salen trozos de madera podrida. Hay expectación en el grupo. De pronto, uno de los sepultureros levanta un maxilar amarillo, pequeño, cobarde y del grupo sale un ¡No! rotundo. No, ese no es Julio Antonio.

Vuelve el notario sobre los libros sepulcrales. Hay un error evidente. Se escarbó en la tumba 44. Por un motivo u otro, el monumento del Partido mexicano fue movido de lugar. Se busca ahora en la fosa que se cree correcta. La misma espera, la misma ansiedad. El mismo golpe de la pala al chocar con la caja. Se tiran al fondo las cuerdas y se extrae el ataúd que se coloca con cuidado junto al hueco. Vuelve la lluvia de formol. De un golpe se hace volar la tapa y sigue en el grupo un instante de mudez indefinible. ¡Es él! Dentro de la caja hay un esqueleto envuelto en vestiduras. La calavera —blanquísima— es grande y fuerte; luce un mentón poderoso y retador. La frente está tajada al medio. De la parte superior arranca la melena inconfundible.

El horno crematorio es primitivo, elemental. Se precisan dos horas para que la obra se concluya y los que acompañan los restos se acomodan como pueden en el piso. Hay muchos policías y llegan más, y carros jaula. Algunos de los del Comité hablan sin pelos en la lengua, y las autoridades cargan con ellos y con otros que, aunque permanecen callados, les son conocidos de lances anteriores. Las jaulas van y vuelven hasta que queda un grupo pequeño en espera de que los huesos sean ceniza. Hay ambiente de indignación y rebeldía.

Sacan al fin las parihuelas con los restos humeantes. La incineración no ha sido completa. El cráneo está casi intacto. Pero no hay tiempo que perder. Se impone salir de allí cuanto antes. Echan las cenizas en un cofre tallado al viejo estilo y gana el grupo las avenidas de la necrópolis. Pasan entre montones de gendarmes, que miran y anotan. Marinello lleva el cofre, lo aprieta contra sí. Con él, la policía no se atreve. Viste un buen traje, es hombre fino y de buenos modales; un escritor, es un profesor universitario y el título impone. Pero esa gente es capaz de todo. Para despistar, hay que llevar el cofre a una agencia de pasajes. Marinello salta a un automóvil. Llega a la agencia y espera. Detrás, poco a poco, llegan los otros. Sacan con precaución las cenizas y las llevan a la casa de la cubana Caridad Proenza, que las guarda hasta que son traídas a Cuba.

Arriban a la agencia los gendarmes. Preguntan, furiosos, por las cenizas. Ya no están aquí, responde el gerente. ¡Volaron!

CUBA EN PRIMERA PLANA

El Comité Pro Mella se reúne a diario con las consabidas precauciones. Se cambia una y otra vez el lugar de las citas, se escogen lugares remotos y horas inusuales. No pasa un día sin que la prensa no se haga eco de los sucesos en la Isla, aunque lo haga a veces con una confusión risible. También reporta hechos de innegable trascendencia como cuando habla de centrales azucareros en manos de sus trabajadores y de grandes mítines organizados por la Liga Antiimperialista en el Parque Central habanero. El Ejército tiene, desde el 4 de septiembre, un nuevo jefe, un sargento llamado Batista, y la oficialidad machadista, sin mando, comienza a refugiarse, con el rabo entre las piernas, en el Hotel Nacional. Otra noticia da cuenta de que ya el sargento es coronel, y que el Gobierno colegiado, la llamada pentarquía, ha cesado porque los estudiantes de la Universidad eligieron a un presidente. En América y Europa, Cuba es noticia en primera plana.

Se recauda el dinero necesario para el traslado a Cuba de las cenizas y se fija la fecha del envío. Quedaba solo organizar una gran velada en la que obreros, estudiantes e intelectuales digan con toda verdad la significación revolucionaria de Julio Antonio Mella. Para eso el Comité Pro Mella solicita y obtiene —parece un símbolo— el anfiteatro Bolívar, de la Escuela Nacional Preparatoria. La noche en cuestión toman asiento en la presidencia representantes de todas las organizaciones afines de Cuba y México. El centro de la fila, por acuerdo unánime, se le reserva a la escritora cubana Mirta Aguirre, y en el grupo sobresale el muralista Alfaro Siqueiros. Sobre la larga mesa presidencial, el cofre con las preciadas cenizas, y al fondo un gran retrato en el que Julio Antonio luce altivo, poderoso, retador. Vivo.

Mella 2. LAZ

El 29 de septiembre de 1933, en medio de la confusión y el correcorre que originó el tiroteo, se extraviaron las cenizas de Julio Antonio Mella cuando sus compañeros se disponían a depositarlas en el túmulo que con ese fin construyeron en uno de los ángulos de la Plaza de la Fraternidad.

Tal parecía que los despojos del líder revolucionario tenían la virtud de desaparecer siempre que las circunstancias lo requirieran para reaparecer en el momento oportuno. En las semanas precedentes se habían esfumado en dos ocasiones antes de su traslado a La Habana. La primera vez cuando recién salidas del incinerador, Juan Marinello, que era el responsable de traerlas, las llevó a una agencia de pasajes para hacer creer a la policía mexicana que esa sería la vía para el traslado. Cuando los sicarios llegaron para apoderarse de la reliquia, correspondió al gerente de la entidad decirles que lo que buscaban ya no estaba en el establecimiento.

Algo similar ocurrió en la noche en que se le rendía homenaje en el Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. Numerosa tropa, con el sable desenvainado, rodeó el edificio y copó sus salidas. Querían apresar sobre todo a los que hicieron uso de la palabra en el acto. La cubana Mirta Aguirre sugirió que todos, unidos detrás de las cenizas, ganaran la calle y protegieran a los oradores. Y en un conjunto apretadísimo fueron todos, con las cenizas en el medio, hacia la puerta principal. Antes de llegar a esta, ya la policía estaba dentro de la sala y amenazaba al público con los rifles, mientras que los oficiales empuñaban sus pistolas.

El choque se hace inevitable. Varios polizontes intentan apoderarse de las cenizas y los que las protegen dan la respuesta apropiada. El historiador cubano Gerardo Castellanos propina un puñetazo certero a uno de los oficiales y lo tira al piso. La confusión dura unos minutos. Hay una pugna ruda, sin gritos, sin miedo, sin sustos. Cuando se hace la calma se advierte que el cofre ha desaparecido. Comienza entonces el recuento para los detenidos. El oficial que comanda al grupo da órdenes a sus subalternos, y numerosos obreros y estudiantes son empujados con violencia hacia los carros-jaula que esperan entre la nutrida caballería. Comienza la identificación de los oradores y el chasco policiaco es grande cuando constatan que se les escurrieron por la salida trasera del edificio. Traen a Marinello en ese momento y lo remiten a un carro jaula atestado ya de detenidos, no sin que el jefe advierta que lo traten con cuidado, que es profesor.

Los detenidos van llegando a la comisaría y empiezan a clasificarlos en una operación lenta y desesperante. Están formados en fila y un señor alto, seco y de ojos de acero los escruta uno a uno cada cierto tiempo. La policía insiste en saber cuál de las jóvenes detenidas fue la que usó de la palabra en el mitin. Ninguna de ellas, responden todos, como si se hubiesen puesto de acuerdo. Hay nuevos conciliábulos y consultas. Al fin, el jefe, con aire paternal, decide que las jóvenes se vayan a sus casas. Permite asimismo la salida de otros detenidos y a otros, como a Juan Marinello, los emplaza para que acudan a la mañana siguiente ante el Jefe de Investigaciones. El resto queda enjaulado, por tiempo indefinido, en trato infamante con los chinches de contumacia policial.

Mientras esto sucedía, altos jefes, no sin solemnidad, abrían el cofre. Nada. Las cenizas de Julio Antonio Mella se habían volatilizado de nuevo. Encontraron, sí, una carta con un texto expresivo dedicado a las autoridades. ¡Esto es el colmo! Exclamaron y estrujaron el papel con desprecio.

PACTO DE SILENCIO

En la tarde del 29 de septiembre, fue Ramón Nicolau quien puso a buen recaudo las cenizas de Mella para entregarlas después a Marinello. Nicolau, a quien el escribidor conoció en los años 70, era ya en aquella lejana tarde, o lo sería con el tiempo, el jefe de la comisión militar del Partido Comunista. En los días de la Guerra Civil española, él fue el responsable del reclutamiento y envío a España de más de mil combatientes voluntarios cubanos para hacer de Cuba el país que con más hombres contribuyó a la lucha antifascista en aquella contienda. Operación exitosa que transcurrió en absoluto silencio.

A partir de ahí, las cenizas de Mella, que se suponían perdidas, recorrerían un camino azaroso. Marinello, que llegaría a presidir aquella organización política, se compromete a mantener en secreto el nombre del custodio y el lugar donde se guardarían. Una suerte de pacto de silencio, como aquel que en 1896 hizo en Santiago de las Vegas la familia Pérez con relación al sitio que guardaba los restos del Mayor General Antonio Maceo y el Capitán ayudante Francisco Gómez Toro.

Marinello mismo asume el cuidado de la reliquia. Lo hace hasta el 10 de marzo de 1952. Cuando en esa fecha Batista, con el golpe de Estado, rompe el ritmo constitucional de la nación, pide al magistrado Antonio Barreras que las proteja. Barreras, muy amigo también de Jorge Mañach, era el hombre que mantenía vivo en Cuba el recuerdo del narrador Alfonso Hernández Catá, muerto en un accidente de aviación en 1940, gracias a un concurso de cuentos cuyo galardón —el Premio Hernández Catá— se considera el más importante de la República antes de 1959.

Barreras guardó las cenizas hasta una fecha no determinada de 1958. Su casa dejó de ser segura y Marinello las retomó hasta que el 2 de enero de 1959 las lleva a su casa. Tres años más tarde, el 10 de enero de 1962, en el aniversario 33 de la muerte de Mella, se proclama y entra en vigor la ley de Reforma Universitaria y Marinello asume el Rectorado de la Universidad de La Habana. Más tarde, ya constituido el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (Pursc), antecedente del Partido actual, entrega las cenizas al entonces Comandante Raúl Castro a fin de que las custodie hasta que la nueva organización política decida dónde depositarlas definitivamente.

En 1957, entre el 16 y el 22 de agosto, una urna con las cenizas se expone en el Aula Magna de la Universidad. Ya se ha decidido la construcción del Memorial Mella y se toma el acuerdo de que los despojos se conserven, de manera transitoria, en el Museo de la Revolución. El 10 de enero de 1964 se inaugura el parque Mella frente a la Escalinata universitaria. Ese mismo día, en 1976, abre el Memorial en el lugar que ocupó el parque construido en 1964. Allí se depositan las cenizas.

EL DÍA QUE LO IBAN A MATAR

Los enemigos de Mella creyeron que impidiendo su homenaje póstumo quedaría olvidada su voz combatiente, que había adquirido, en su denuncia penetrante e implacable, jerarquía continental.

El dictador Machado insistía en que México deportara a Mella. Esas gestiones se intensificaron en el verano de 1928. Mella las conoció por el jefe del Distrito Federal, opuesto a dicho proceder. Había un acuerdo secreto entre los Gobiernos de ambos países que comprometía a los mexicanos a espiar a Mella y al cubano a seguir de cerca acciones y movimientos de los cristeros en Cuba. Se decide celebrar en México una noche cubana, con comida y música de la Isla, y una sociedad hebrea presta el local para la fiesta. Lo hace de manera gratuita a condición de que no se utilice el acto con motivos políticos. Raúl Amaral, un abogado que fue en la Universidad compañero de Mella y de su esposa Oliva Zaldívar, recibe la encomienda de adornar la sala. Contrario a lo convenido, Amaral coloca una gran bandera cubana hecha de papel crepé. Se violaba así lo establecido con los judíos. Se procedió entonces a retirar la bandera en tanto que Amaral y sus amigos eran expulsados violentamente del local. Fue esa la chispa que desató el incendio. Aunque se comprobó que Amaral era un provocador a sueldo de Machado, Mella fue acusado de ultrajar la enseña patria.

A esa altura ha aparecido otro personaje que desempeñará un papel importante en el asesinato de Mella: el cubano José Magriñat, proxeneta y propietario de un salón de juegos que se había acercado a los exiliados cubanos con una dudosa donación monetaria que fue finalmente aceptada. Magriñat se vendía como enemigo de Machado y Mella esperaba sacarle información útil.

El 10 de enero, el día en que lo iban a matar, Mella y Tina Modotti salieron de una reunión en Socorro Rojo Internacional. Eran las ocho de la noche y Tina se dirigió a una oficina de correos a fin de pasar a La Habana un telegrama dirigido a La Semana, la revista de Sergio Carbó, en que se desmentía el ultraje a la bandera. Mella caminó un poco más pues en una cantina lo esperaba Magriñat, que le había pedido una cita urgente para decirle que desde La Habana habían llegado dos asesinos a sueldo para ultimarlo. Se dice que aquella entrevista se celebró para que Mella fuera identificado por sus asesinos.

Mella recogió a Tina en la oficina de correos y continuaron a pie el camino hacia la casa. Dos disparos sonaron cuando la pareja desembocó en la calle Abraham González. Julio Antonio había sido herido por la espalda. Moriría poco después, mientras era intervenido quirúrgicamente, en el hospital de la Cruz Roja. Tina, Diego Rivera y otros amigos pudieron permanecer junto al cadáver después de autopsiado. Se le hizo la mascarilla y Tina tomó una última foto. Lo velarían en el local del Partido Comunista mexicano.

Las autoridades de México quisieron demostrar que se trató de un crimen pasional dada la ya concluida relación de Tina con el pintor comunista Xavier Guerrero. Tampoco parece verosímil la versión de que fuera asesinado por sus propios compañeros. No hay indicios sobre esto en los archivos del servicio secreto soviético, aunque parece cierto que Mella, por sus ideas, desagradaba en las estructuras comunistas. Aunque se dice que Machado se enteró del crimen por los periódicos a la hora del desayuno, todos los indicios lo incriminan, como ha sido probado con creces.

Lo inhumaron en el cementerio de Dolores. El entierro fue una manifestación apoteósica. Al pie de su tumba recién cerrada, el duelo fue despedido por el secretario general del Partido mexicano y una representación de los estudiantes y del Congreso de esa nación. Hablaron asimismo los cubanos Antonio Penichet y Sandalio Junco. Diego Rivera dijo las palabras finales.

Magriñat fue muerto a tiros, en La Habana, el 12 de agosto de 1933, el mismo día de la caída de Machado. Otro de los culpables, José Agustín López Valiñas, denunciado por su esposa, fue acusado oficialmente del asesinato de Mella en noviembre de 1931. Había estado recibiendo 50 dólares mensuales de la Policía Secreta de Machado. Fue condenado a diez años de prisión (otros dicen que a 20) por el crimen. Lo benefició una amnistía general dictada por el presidente Lázaro Cárdenas. En noviembre de 1958 fue abatido a tiros por la espalda. No se precisaron los motivos del hecho. El otro culpable, Arturo o Antonio o Miguel Francisco Sarabia, se instaló en Jovellanos, Matanzas, donde era propietario de varios negocios y bienes inmuebles. Allí encontró la muerte, apuñalado, en octubre de 1942.

Fuentes: Textos de Marinello, Cairo, Hatzky, Dumpierre, Cupull y GonzálezTomado de Juventud Rebelde:

http://www.juventudrebelde.cu/columnas/lectura/2015-06-27/los-entierros-de-mella-i/

http://www.juventudrebelde.cu/multimedia/caricaturas/caricaturas-generales/los-entierros-de-mella-ii/


GRUPO TEATRO ESCAMBRAY CON CIELITO LINDO

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El Grupo Teatro Escambray presentará la obra Cielito lindo en el teatro La Caridad de Santa Clara el viernes 17 a las 9:00 p.m.

Rolando García Esperanza



ORIGEN DE LA PALABRA LIBERTINAJE

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libertinus

Libertinus significaba en Roma ‘relativo a los libertos’.

Las costumbres sexuales de los romanos no eran demasiado diferentes de las nuestras: vivían en una sociedad monogámica, en la que el adulterio era un pecado y, en ciertos casos, un delito. La homosexualidad no era tolerada y la promiscuidad era mal vista, al menos oficialmente.

Para los esclavos, era diferente. Los tabúes de la sociedad no regían para ellos, de modo que todo era consentido, puesto que a los amos no solía interesarles lo que los esclavos hicieran entre ellos. Cuando un esclavo era manumitido, se convertía en un libertus (liberto), pero en la mayor parte de los casos mantenía las costumbres de sus tiempos de esclavitud. De allí el adjetivo libertinus, que se aplicaba a todo aquello que era propio de los libertos, incluyendo su comportamiento y su normativa moral.

En el siglo XVI apareció en francés el vocablo libertin, que se aplicaba a ‘aquel que se ha liberado de toda religión’. En la primera edición del Diccionario de la Academia Espa&ntildel;ola (1734) libertino era, como en Roma, ‘el esclavo a quien se ha dado la libertad’, pero en la edición de 1803 se calificaba así a ‘la persona que tiene libertinage’ (escrito en esa época con g). Libertinaje tenía dos significados: ‘falta de respeto a la religión’ y ‘desenfreno en las obras o en las palabras’.

De La palabra del día, por Ricardo Soca

 


JUAN CAMPOS EN LA DÉCIMA ES UN ÁRBOL

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Mariana Enriqueta Pérez Pérez invita a su tertulia en Santa Clara.


YORDAN ROMERO EN NUESTRA VOZ PARA VOS

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gira nuestra voz para vos

El  16 de julio llegó a Buenos Aires la séptima edición del proyecto Nuestra voz para vos, que en esta ocasión cuenta con la participación del trovador villaclareño Yordan Romero, junto al  también cantautor Rey Montalvo, de Matanzas, y la productora y webmaster Lianet Díaz.
Este es un proyecto que auspicia el Centro Pablo de la Torriente, en el cual los trovadores son protagonistas, pero que se integra, además, con otras áreas de creación del propio Centro, como obras audiovisuales —documentales y videoclips— y los títulos más recientes de Ediciones La Memoria y el último número del cuaderno Memoria, donde se recogen todos los conciertos realizados en el patio de las yagrumas desde mediados del 2013 hasta la fecha.
Yordan Romero, miembro de La Trovuntivitis de Santa Clara, defenderá la canción de autor desde una sonoridad más cercana a la música tradicional cubana, de lo cual es prueba su conocido Son de Heliodoroç; sobre esta gira ha dicho el trovador: “Brindaré mis canciones, que son solo un ejemplo de la canción que se hace hoy en el centro de la Isla, estaré a la expectativa de interactuar y aprender de la diversidad cultural de ese país y trataré de hacer muchos amigos para, como
Atahualpa Yupanqui, no poderlos contar”.

Alexis Castañeda Pérez de Alejo
Buenos Aires, proyecto Nuestra voz para vos, Centro Pablo de la Torriente, Yordan Romero, La Trovuntivitis, Santa Clara, Atahualpa Yupanqui


Entregan Premio Literario Fundación de la Ciudad 2015 en Santa Clara

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Ganadores del Premio Fundación de la Ciudad 2015: (de izquierda a derecha) Anisley Negrín Ruiz (Poesía), Leidys González Amador (Literatura para niños) y Arístides Vega Chapú (Cuento). (Foto: Yariel Valdés González)

Ganadores del Premio Fundación de la Ciudad 2015: (de izquierda a derecha) Anisley Negrín Ruiz (Poesía), Leidys González Amador (Literatura para niños) y Arístides Vega Chapú (Cuento). (Foto: Yariel Valdés González)

Por Francisnet Díaz Rondón

Los escritores y poetas villaclareños Arístides Vega Chapú, Anisley Negrín Ruiz y Leidys González Amador recibieron el Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara 2015, en su XXVII edición, este martes 15 de julio en la sala Marta Abreu del teatro La Caridad, en el marco de los festejos por los 326 años del nacimiento de la urbe al centro de la isla.

El texto Cascos negros de luz intensa, de Vega Chapú, resultó ganador en el apartado de Cuento, de acuerdo con el jurado integrado por los intelectuales Julio Travieso, Ernesto Peña y Francisco López Sacha. Los títulos La gran mancha y Solo para ebrios —de los cuales no se revelaron los autores— obtuvieron mención.

Según el autor de obras como Dibujo de Salma y Lluvia colorada, Cascos negros de luz intensa refleja la cotidianidad de nuestra sociedad y los avatares en el día a día de los cubanos.

La premisa de que el lector antes de escribir debe leer muchos libros es la tesis planteada en The Reader, obra ganadora en la categoría Poesía de la autoría de Anisley Negrín. Así lo constataron los escritores responsables de la decisión, Soleida Ríos, Pedro Llanes y Sigfredo Ariel, quienes también otorgaron mención al texto En ascuas.

La escritora Mildre Hernández pronunció las palabra de elogio para los premiados.

La escritora Mildre Hernández pronunció las palabra de elogio para los premiados.

Por su parte, El acuario de Onfard, de Leidys González se alzó con el premio en Literatura para niños, por decisión del jurado integrado por Celima Bernal, Mailén Domínguez y Omar Felipe Mauri. La mención recayó en la obra Cari no es mi madrastra.

La historia cuenta las aventuras de dos ballenas, una orca y otra enana, las cuales pretenden ser las estrellas de un show acuático, pero se encuentran con un problema de índole detectivesco que deben desentrañar.

El apartado Testimonio quedó desierto, pues los trabajos presentados no poseían rigurosidad en el tratamiento del género ni la redacción adecuada, según refirieron los miembros del jurado, Ana Cairo, Cira Romero y Luis Machado Ordetx.

La escritora Mildre Hernández Barrios, Premio Casa de las América, manifestó en las palabras de elogio a los laureados:

«En estos tiempos tan faltos de espiritualidad, es gustoso que en cada aniversario se convoque a un premio como regalo de nuestros escritores a la ciudad, a Marta (Abreu), y a las personas del centro de la isla. Quizás por eso esta mujer, Santa Clara, los premiados, se mezclan, pareciendo un solo libro […]».

Vanguardia

 

 


ÉSTE ES MI CORAZÓN: EL PARTIDARIO. POEMA DE CARILDA OLIVER LABRA

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Éste es mi corazón: el partidario
de los días callados y las frutas.
Hace sus fiebres raras y absolutas
y yo lo pierdo en mí. Soy su sudario.

Nadie sabe el misterio que convoca.
A veces me lo busco y se ha escondido.
Triste nudo fatal, incendio hundido
que voltea su llama hasta mi boca.

Otras veces transcurre por la casa
con algo que se fuga cuando pasa,
como el mar infinito en una red.

Y así el preso es un preso independiente,
y yo soy quien lo cuida, la obediente,
porque puede matarme con su sed.


SONETO. POEMA DE MIRTHA AGUIRRE

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Amor, raro es amar si ya se ha amado.
Amor, raro es volver al mismo puerto.
Raro el amor que no se mira muerto
cuando los años -tantos- han pasado.

Es raro amor, amor resucitado
que desde el tiempo yergue el fuego cierto.
Distancia y tiempo, sabe el pecho experto,
son el frutal de amores, viento helado.

La vida borra, pasa, desengaña,
tiene un paciente corazón amargo
que enseña a dejar irse lo perdido.

Y siendo así la vida, ¿No te extraña
que un amor pueda hacer surco tan largo,
que un amor que se fue, no se haya ido?


ASERE: HISTORIA DE UNA PALABRA CON HISTORIA

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 el chuchero catalino

 

Por Francisco A. Ramos García, José M. Dorta Suárez, Francisco R. Ramos Hernández

Socairos que no junian, Noroña
de sentimientos pal corazón.
El Chuchero Catalino. 1960

Más maldito que el diablo

Asere, la palabra más llevada y traída del lenguaje popular cubano en los últimos cincuenta años se ha consagrado. Ya no son los tiempos, bastante cercanos por cierto, en que a este sinónimo de amigo, socio, compadre, se le tachaba por los puristas de la lengua de: chabacano, marginal, de mal gusto, vulgar, lenguaje del atraso, etc. Tan maldito les resultaba que con objeto de denigrarlo hasta se le inventó un significado: conjunto de monos o conjunto de monos apestosos.

Pero el asere, tan maldito también a lo cubano, como si con él no fuera, se aparecía sin avisar en los sitios menos pensados, y cuando más confiados estaban los cuidadores del buen hablar, de pronto podían escuchar un ¡¡¡Aseeere!!!, dentro del saludo estrepitoso y lleno de júbilo entre dos amigos. Esto podía suceder no solo en la calle, sino también en el lobby del Palacio de Convenciones durante un congreso científico; el pórtico de una iglesia o el pasillo de una universidad. Lo mismo en La Habana que en Guaracabuya. El desquite era vetarlo dentro del lenguaje de los medios, y cuando apareciera dentro de una obra literaria, teatral, televisiva o musical, salvo muy raras excepciones, ponerlo en boca de los malos, los bandidos, los marginales. De este trato no escapó ni siquiera en el humor, basta para ello, sin ir muy atrás en la historia, consultar la portada del semanario humorístico Palante en una edición “Muy especial” contra el bloqueo perteneciente al año 2007, en ella aparece el presidente de los Estados Unidos sobre un dinosaurio, representativo del bloqueo, que le dice “¡Asere, de todos modos nos vamos a extinguir!”, o la semblanza aparecida en el mismo año y publicación en el número correspondiente a marzo con el título “Entre antisociales” y firmada por Betán, veamos:

—¡Pepe Virus, asere, tanto tiempo sin verte! ¿En qué andas?

—Ahí, Cheo Troyano, haciendo lo que se puede. Estoy pinchando en las guaguas.

—¡Buena pincha esa, asere!

—Sí, no me puedo quejar.

—Conociendo como te conozco, me imagino que debes estar sacando buena astilla de ese negocio, mi socio.

—Bueno no tanto como sacar buena astilla.

—¡A otro con esa historia, Pepe Virus, con tanta busca que hay en las guaguas! ¡Yo sé como es la onda de no dar el comprobante y embolsarse el dinero del pasaje o cobrar de más pa’ meter a alguien por la puerta de atrás y todo eso, asere!

—¡Oye, espérate, Cheo Troyano, que tú no has entendido la cosa!

—¡A quien vas a engañar, asere, si ya te dije que te conozco bien y sé la clase de bicho que eres!

—¡No, no, pero tú estás confundido!

—¡¿Confundido?! ¡¿Tú no me dijiste que estabas trabajando en las guaguas?!

—Sí, ¡pero nada más como carterista![1]

Portada de Palante, 2007.

Portada de Palante, 2007.

Partió el bate

Desde mediados del 2010 hacia acá el contexto ha cambiado, y no por esperado, dejó de asombrarnos cuando por la televisión nacional al anunciar el estreno de uno de los más recientes títulos de la filmografía del patio: Habanastation, se seleccionó la parte de este donde, en una escuela actual, un escolar le dice a otro: ¡Asere!, ¿tú nunca has juga’o play station? Ya con anterioridad, en la telenovela Añorado encuentro recordamos que la protagonista, una joven a la cual en su infancia llevaron a un país extranjero, regresa de visita a la Isla y cuando decide radicarse definitivamente en el país se lo comunica a sus amigos: “¡Me quedo en Cuba, aseres!”. Enfatizando en la pronunciación precisamente de la palabra que nos ocupa, como símbolo de identidad.

imagen de Habastation

portada de añorado encuentro

cubierta del asere ilustradoEsta presencia del asere no solo ha sido dentro del audiovisual, también ha llegado a la literatura en forma distinta a la habitual y por primera vez como título de un texto: en la Feria del Libro del 2011 se presentó El asere ilustrado, del escritor santaclareño Lorenzo Lunar, libro que narra las aventuras de un muchacho criado en un medio marginal y su empeño por sobresalir en la vida.

O a la música, donde en la canción Cubañolito, del popular grupo Buena Fe, estrenada en el 2010, el estribillo dice: Españolito / de “asere, que bolá”, / o cubanito / de baja intensidad, para referirse a los cubanos que optan por tener además la ciudadanía española. Cuatro situaciones que demuestran el cambio y aceptación alcanzados en el uso del referido término.

 

Portada del CD donde se incluye Cubañolito

Portada del CD donde se incluye Cubañolito

Sé botó pa’l solar

articulo de la calle del medioEl origen de esta mudanza de pareceres puede haber estado en las intensas controversias desarrolladas en torno al lenguaje culto vs. lenguaje popular a través de la historia de estos últimos años y donde el Asere siempre ha encabezado los debates, una ellas fue la iniciada en abril del 2009 por el mensuario de opinión y debate La Calle del Medio, en un artículo titulado “Asere ¿qué bolá?”, que al inicio plantea:

“Así se saludan hoy muchos cubanos. No todos, es cierto, pero muchos. Incluso ese ‘no todos’ podría incluir a otros tantos que quisieran hacerlo, pero reprimen el impulso —ese impulso, y disimiles impulsos más—, convencidos de que estaría mal ceder ante él.

“Y acaso, ¿está mal?

“Me gustaría conocer si existe una razón —una sola me bastaría si fuera sólida, profunda, contundente— que me convenciera de que está mal el uso de esos vocablos y de otros, presentes en el habla del cubano de hoy. Pero hablo de una razón de peso… no que me digan que es ‘chabacano’, o ‘de mal gusto’ cuando no algo peor, como decir que es ‘lenguaje sucio’[2]”.

Continuando con argumentos variados que avalan el uso del lenguaje popular como símbolo de idiosincrasia, de identidad, de resistencia y de cultura. El artículo recibió dos opiniones en los meses subsiguientes una en contra y otra a favor. Veamos cómo concluyen cada una de ellas:

“No se trata de ‘un ataque contra el habla de la gente común’, es sencillamente que debemos continuar en el empeño de hacer de Cuba uno de los países mas cultos del mundo. El uso apropiado del idioma es una de las formas de contribuir a ese noble objetivo”.[3]

“Se puede concluir que es muy cubano decir ‘asere ¿qué bolá?’, porque el español cubano es muy diferente y hay que comenzar a defender ese término e ir a las raíces de nuestra cubanidad”.[4]

La dicotomía observada donde lo mismo los que están a favor o en contra, consideran que su uso o no uso es necesario para salvaguardar ‘nuestro idioma’ es la que ha marcado las discusiones a través de los años. Pero el boom, en el caldeo de los ánimos en torno a la cuestión, vendría unos meses después, a mediados del 2010, al exhibirse por la televisión nacional la telenovela: Aquí estamos, donde asere, ambia, jeva, puro y otros cubanismos eran utilizados profusamente por los protagonistas: jóvenes habaneros de la Cuba actual, con nivel medio superior y más de escolaridad; varios, incluso, hijos de profesionales e intelectuales.

1 imagen de aqui estamos

Hermanitos, hermanitos, por favor…

libro barnetTanta fue la confusión creada que hasta uno de nuestros más grandes intelectuales, el investigador, escritor, etnólogo y miembro de la Academia Cubana de la Lengua Española Miguel Barnet se sintió con necesidad de expresar su criterio en el diario de mayor circulación del país, criterio donde ofrece una detallada explicación de cómo surgió el español actual, su preocupación por cómo lo maltratamos a diario, y recordando que la lengua es también cultura e identidad, convoca a resolver entre todos la situación existente. Al referirse al tema que nos ocupa aboga por un equilibrio entre lo culto y lo popular, dignificar nuestra manera de hablar, de expresarnos:

“Nuestra variante cubana de la lengua española es un ajiaco donde se han mezclado, entre otras, lo español, lo indoantillano y lo africano de origen yoruba, bantú o carabalí, para hablar de solo tres fuentes lingüísticas africanas, ante las cuales también debemos asumir una posición objetiva, no vergonzante, ni discriminatoria. El vocablo ‘chévere’, cubanísimo, se usa hoy en muchísimos países de América, adonde llegó a través de la música cubana, sin embargo, en Cuba ya casi no se usa. Asere y ecobio, también de raíces africanas, se han extendido como formas de tratamiento, sobre todo la primera, entre nuestros jóvenes a partir de los años sesenta del pasado siglo. Su uso hoy es habitual en el vocabulario del cubano y no necesariamente del cubano marginal. Son aportes de otras lenguas que se han incorporado al español de Cuba y que forman parte de nuestra cultura. Palabras originadas en sistemas religiosos o sociedades de fraternidad y ayuda mutua como la Sociedad Abakuá, pero que han adquirido un nuevo valor semántico, según quienes la emplean y la intención con que lo hacen”.[5]

Viento en popa y a toda vela

portada orishasSin duda, estas palabras de Barnet soltaron las amarras y el asere pasó a ocupar, dentro del contexto nacional, el lugar donde lo hemos visto. Ya con anterioridad se había dado a conocer internacionalmente en el 2002 a través de la canción ¿Qué pasa?, del grupo cubano Orishas, la que acompañada de un excelente video ocupó primerísimos lugares en las principales listas musicales del mundo. La canción comienza: Pa mis consortes a mis moninas / Asere ¿Qué bolá?, y después se repite asere en varias oportunidades. También dentro del nombre del grupo musical danzario Ireme de Asere, especializado en la rumba, el referido vocablo ha recorrido el planeta. De su uso por autores extranjeros, para referirse a temas cubanos, puede servir de muestra la canción Puente, del guatemalteco Ricardo Arjona, estrenada en el 2010 y donde expresa: un cubano en Miami, tercera generación, / te habla de asere y consorte con la misma canción. Otro ejemplo en el ámbito musical es el del proyecto Habana Abierta, integrado por músicos cubanos residentes en la Isla y fuera de ella, con la canción Asere que bolá, del 2005, la mayoría de su música es hecha y distribuida en el exterior.[6] Por otra parte, como símbolo de identidad, es utilizado por varios blogueros cubanos en la emigración para nombrar sus sitios.

puente arjonacartel de habana abieta1 blog asere2 blog asere3 blog asere

¿Por dónde le entra le agua al coco?

el habla popular de hoyHoy las opiniones están divididas, una afirma que asere proviene del lenguaje de los miembros de la sociedad Abakuá conocidos como ñañigos, hermandad secreta aún vigente y fundada en Cuba a finales de la primera mitad del siglo XIX por negros africanos esclavos y sus descendientes, traídos los primeros desde la región del Calabar y conocidos acá como carabalíes. Este criterio es compartido por Argelio Santiesteban en su El habla popular cubana de hoy, libro publicado en su segunda edición en 1985 y premio de la crítica en 1983, donde lo refiere como: Asere o Acere: Vocativo (forma de llamar a una persona), similar a consorte, monina y nagüe. Remitiendo su probable origen a la jerga abakuá, donde significa según él: Yo te saludo.[7]

Sin embargo, en las lenguas de los grupos mayoritarios de los carabalíes, el éfik y el ibibio, asere no tiene el significado de amigo: Es un saludo común proveniente de los sonidos esiere (éfik) y asiere (ibibio), empleado a la caída la tarde, por la noche.[8] Tampoco lo tiene en abakuá, donde significa: Yo saludo.[9]

diccionario cubano de term popuLa otra, se puede apreciar el Diccionario cubano de términos populares, de Carlos Paz Pérez: Asere, en la fecha que se edita el libro (1994), significa compañero, amigo; y apoyado en Anago, Vocabulario Lucumí. El yoruba que se habla en Cuba, libro de la investigadora Lidia Cabrera, publicado 1957, atribuye a este grupo africano de los yorubas la procedencia del vocablo que nos ocupa derivado de: aseré – loca, loco; asire – caballo; asiere – mal agradecido; asieré – bruto, estúpido,[10] o sea, tampoco en esa lengua tiene el significado actual.

 

libro de lidia cabrera

De igual opinión al anterior es José Prado Caballos en su Breve manual de cubanismos (1994), donde manifiesta que la palabra proviene de la santería, nombre con que popularmente se conoce la religión de los yorubas en Cuba.[11]

¿Más viejo que Matusalén?

signos 32

Varios investigadores en sus obras han reportado la presencia de asere dentro del lenguaje popular, uno de ellos, Samuel Feijóo, en su revista Signos número 32 correspondiente a 1984, dedicada en gran parte al habla popular cubana, encuentra asere como sinónimo de amigo en la jerga popular habanera de los setenta[12] y acere en la acepción de socio, mi socio, en dos ocasiones dentro de expresiones en Villaclara de la misma época,[13] e incluso la utiliza en una entrevista que le fuera realizada por el periódico provincial Vanguardia en noviembre de 1983. Al contestar a una pregunta responde: “Utilizando el lenguaje folklórico puedo decirle: Acere me lo pusiste diez metros atrás de China!”.[14] Ya con anterioridad en una de sus más divulgadas obras, Del piropo al dicharacho, 1981, el investigador había recogido la presencia de acere dentro de un saludo en la ciudad de Cienfuegos:

—¿Qué hay de nuevo?

—Na acere.[15]

Y en su vertiente afrocubana, aseré en un refrán de los negros cubanos ñañigos: “Aseré abasillaberemo ita maribá endié ecruloro /Cuando el sol sale, sale para todo el mundo”.[16]

En fin que, asere o acere en su significado de amigo o socio han estado presentes dentro del hablar popular del cubano en toda la isla en los últimos cincuenta años. La presencia más antigua en diccionarios o revistas especializadas referidas al habla popular cubana, con una acepción parecida a la actual, la hemos encontrado en 1961, donde según Concepción T. Alzola, ¡asombrémonos!… Asere significa amigo fiel.[17] ¿De donde habrá salido lo de la pandilla de monos posterior? No lo sabemos. Ahora, a los que lo difundieron con su significado actual sí podemos rastrearlos en nuestra historia.

actas del folklore

¿Quién lo parió?

 La pista al parecer más precisa en la búsqueda que realizamos la proporciona el costumbrista Guillermo Lagarde en su Desapolillando archivos, publicado en 1979. El libro consiste en la recopilación de varios artículos del autor publicados en el periódico Juventud Rebelde. En el trabajo titulado “Los últimos chucheros” afirma que: “‘Chuchero’ era por allá por la década de los 40, un tipo que vestía extravagantemente y que era, o por lo menos ellos estaban seguros de eso, el terror de las damas. Algo así como unos Casanovas redivivos, unos tenorios de nuevo cuño, verdaderos ases de la conquista amorosa, expertos en lances de Cupido…”[18]

portada de desapolillando arch

Dibujo de “Los últimos chucheros”.

Dibujo de “Los últimos chucheros”.

     “Además de aquella vestimenta irrevecunda, el ‘chuchero’ se distinguía de los demás en su manera de hablar. Su español era distinto. En otras palabras, ‘chamullaba’ en lengua propia, un español distinto al de Cervantes, una mezcla de caló, ñáñigo y patuá que le zumbaba el mango. Y entre ellos el parlamento tomaba caracteres altamente inusitados e interesantes para un filólogo. Veamos:

—Acere, o me envajiñas el parné o voy a tener que recordarte a la pureta”.[19]

Traducido quedaría: Socio, o me escondes el dinero o voy a tener que mentarte la madre.

Todo parece indicar que este grupo marginal (hoy tal vez lo llamaríamos pandilla o tribu urbana) surgido en los años cuarenta del pasado siglo ya utilizaba el acere con el significado actual, esto puede explicar muchas cosas en lo acontecido a la palabra motivo de este trabajo porque si el asere fue vetado y marginado, los chucheros lo han sido más.

 ¿Muerto el perro se acabó la rabia?

pichardo novisimo

A pesar de figurar en 1953, en una nota, dentro de una obra de obligada consulta en temas del habla popular, el Pichardo novísimo o diccionario provincial casi razonado de vozes (sic) y frases cubanas, de Esteban Pichardo. Edición corregida y anotada por Esteban Rodríguez Herrera;[20] en ninguno de los tratados sobre lenguaje popular analizados con anterioridad[21] (con excepción de la Signos 32) se hace siquiera mención a ellos como grupo o tipo popular, simplemente no existieron.[22] En el texto de Lagarde analizado, el autor plantea que estos desaparecieron con el triunfo de la Revolución, porque no tenían cabida dentro de la nueva sociedad, sin embargo el artículo lo provoca un antiguo chuchero sobre el cual dos ancianos comentan: “aun conserva su camina’o de chuchero”.[23]

En la Signos número 32, a la que nos hemos referido con anterioridad, se muestra parte de un artículo de José Zacarías Tallet titulado “Dicharachos y voces populares cubanas de ayer”, escrito por solicitud de Feijóo para la revista. En él: “Chuchero. ‘Tipo de baja condición, que se caracteriza por el modo amanerado de vestir, aspaventoso y ridículo’, llamativo y estrafalario. Antecesor acaso de los hippies, hasta cierto punto”.[24] También lo da por desaparecido.

Otro investigador, Eduardo Robreño, no opina lo mismo y un poco más tarde, en 1985, al comentar sobre el teatro en Cuba manifiesta: Por el año 1940 apareció otro tipo que llegó a tener vigencia en el público, pero sin la educación e instrucción del “bruja”. Este personaje fue el “chuchero”, fácil de manejar en la escena y noble para hacer reír. También fue tomado desgraciadamente de la realidad imperante entonces. Con los nuevos tiempos revolucionarios está llamado a desaparecer, aunque en la calle nos los encontramos algunas veces. De este tipo ha hecho una genial creación el actor Carlos Moctezuma”.[25] (Recordemos el Ñico Rutina de San Nicolás del Peladero). Apoyando a Robreño tenemos varias conversaciones y frases recogidas en diferentes poblados de la región central en 1980 y publicadas por Samuel Feijóo donde se aprecia que el lenguaje chuchero todavía esta en plena vigencia.[26]

Ñico rutina

A la derecha, Ñico Rutina.

Lo cierto es que como grupo marginal los referidos chucheros nunca fueron bien vistos, ni antes ni después del 59, pues los apoderados de la cultura veían en ellos un ataque a sus sacrosantas y civilizadas bases. Ya en 1953 Esteban Rodríguez en su nota plantea: “Hoy decimos chucheros también a ciertos hombres, tipos callejeros de baja condición social que se significan por el modo de vestir amanerado, ridículo, con sombreros de alas muy anchas, pantalones de bajos muy estrechos, sacos exageradamente largos, etc., y de colores poco serios a veces”.[27] Ya en el proceso revolucionario, dadas sus características no compatibles con el mismo, había que destruirlos, atacarlos y desaparecer sus huellas.

Soy chuchero, soy popular

Sin embargo, surgidos en La Habana de los 40 y distribuidos por toda la isla, se mantuvieron por más de veinte años en el entorno cubano con plena participación llegando a penetrar con su lenguaje y vestimenta círculos estudiantiles y culturales sin distingo de clase social, imponiendo toda una moda en el hablar (no solo de los hombres, sino también de las mujeres) y el vestir, aspecto este último donde muchos músicos usaban su vestimenta, siendo tal vez Benny Moré el mayor exponente de la misma con sus pantalones, anchos arriba y estrechos abajo (tubo); saco largo parecido a un sobretodo con los bolsillos a la altura de la portañuela (fardo), sombrero alón de pajilla (istán) y zapatos a dos tonos (tacos). También usaron otros atributos como una plumilla en el sombrero alón (teja), tirantes en los pantalones, largas cadenas para el llavero o reloj (cordel), zapatos de tacón alto (tacos), bufandas, corbatas (pepino), camisas vistosas (lima), cuello alto (lata), camiseta (contralima); en un tiempo sus trajes fueron de color verde. Según las crónicas de época, eran gente joven, faranduleros, de academia de baile en academia de baile, trasnochadores y acompañantes de trovadores; alardosos, aguajosos, preferían conversar antes que dar pelea, mujeriegos empedernidos, negociantes natos con horror al trabajo.

1 benny

2 benny

Actualmente podemos consultar en una compilación realizada por Laidi Fernández de Juan en el 2010 bajo el título de Estampas (1941–1958) tres excelentes crónicas de Eladio Secades publicadas en Bohemia en 1941, 1943 y 1958 dedicadas a los chucheros: “El “‘chuchero’”, “Los ‘chucheros’” y “Señoritas chucheras”, respectivamente. Este autor sin dejar de catalogarlos como gente chusma no deja de advertir su popularidad y penetración en la sociedad de la época.

 estampas de secades

Caquita niño, eso no se dice, eso no se hace

Una vieja crónica de 1958 publicada en una revista de carácter educativo y que no por trágica deja de ser graciosa, nos da una visión sobre la controvertida popularidad y peligrosidad del chucherismo, en ella se cuenta cómo una joven maestra se acerca a un político en campaña y le dice:

“—Oiga, doctor, yo no sé nada de política; pero puede contar con mi voto y el de mi familia si me promete que el día que usted sea Presidente va a acabar con el ‘Chuchero” de la televisión’.[28]

Sorprendido el político ante tan inusual petición le pide a la maestra le explique el porqué de su fobia al referido personaje televisivo:

“Le contó —según el cronis— como entre sus pequeños alumnos de segundo grado se había desatado una epidemia de ‘chucherismo’ que estaba a punto de sacarla de sus casillas.”[29]

“A medida que se ahonda en la psicología del personaje que las inocentes criaturas pretendían remedar con gestos y palabras, se comprende perfectamente, hasta qué punto es de justificar la alarma de la joven maestra. Sin eufemismos, el ‘Chuchero’ constituye el antiurbano típico, escandaloso en el vestir y en el hablar, acérrimo enemigo del idioma, grosero irreverente… y pare usted de contar”.[30]

Continúa el articulista comentando sobre el papel de los medios de comunicación en la educación popular y la inusitada complacencia con que la televisión ha acogido al referido personaje y se explica a sí mismo:

“En realidad el ‘chuchero’ no es un aborto de la imaginación. Ni el autor ni el actor han tenido que esforzarse en crear, han copiado. Por eso el tipo pega entre la desaprensiva teleaudiencia, por eso mismo queda. El ‘chuchero’ vive, alienta entre nosotros. Se lo tropieza uno a cada paso, en la calle, en el cine, en el club, en dondequiera. El ‘chuchero’ hace ola… Es un error pensar, únicamente, en el ‘chuchero’ de pantalones y de veinte años. Existen, por igual, primaverales ‘chucheritas’, decrépitas ‘chucheras’, ‘chucheros’ calvos y hasta precoces y terribles ‘chucheritos’.”[31]

Alarmado con lo que está sucediendo el cronista manifiesta que hay que hacer algo pronto con respecto a la educación, la de la casa, la de las instituciones, la popular, porque si así no lo hacemos:

“porque la ceguedad o torpeza nos lo impide, pronto tendremos que acuñar un nuevo tipo de definición para esta isla: Cuba, diremos es una porción de tierra rodeada de ‘chucheros’ por todas partes”.[32]

Caliente, caliente  

  

Feijóo, en la Signos 32, los recuerda en su “CHUCHERISMO”: “Por los años 40 llenó a Cuba la jerga ‘chuchera’. El ‘Chuchero’ surgió de los filmes donde aparecían raros personajes populares, de vestiduras extravagantes.[33] Después apoyado en la crónica Los Chucheros, de Secades, a la que hemos hecho referencia, los caracteriza y reproduce parte de su lenguaje: ‘La percha. El goce. La lea que se fila. Y que si puede se levanta. La gorda que está hereje. La risa de la tipa. Y el tranque de la vieja. El cigarro es prajo. La casa es el gao. Seducir a una mujer no es conquistarla, es mangarla con guillo. Sacar a bailar una señorita… es vacilarla en el fenómeno”.[34]

Para ilustrar su disertación inserta dos páginas de un diccionario ilustrado que publicara el semanario Zig-Zag a mediados de los años cincuenta. Reconoce además (y es uno de los pocos que lo ha hecho o él único): “el chucherismo creció, se desarrolló. Muchas voces de su jerga alimentan la Lengua Popular Cubana de hoy. Su desarrollo llegó a todas las clases sociales”.[35] Y para demostrarlo publica un microvocabulario chuchero de cerca de cincuenta términos donde asere… no aparece. ¿Fueron por fin los chucheros los padres del asere o no?

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De casta le viene al galgo: El Chuchero Catalino

 

Motivados por el artículo de Feijóo, tratamos infructuosamente de encontrar más páginas del diccionario ilustrado de Zig-Zag, no encontramos ninguna colección de la época, sin embargo, en una correspondiente al año 60 sí aparece una interesante sección, sin firma de autor, con el nombre de: Catalino el chuchero, que se inicia a finales de abril y desaparece con el periódico en diciembre. Ya desde el mismo inicio se dejan claros los propósitos del personaje: “Ahora estoy legislando rebeldía con el chamullo del mancurray de Lepanto, ya está bueno de cotorrear en fisto, como hacen los galifas. Ahora hay que meterle de lleno al dialecto de sobrequicio”.[36] (Ahora estoy en guerra con el idioma de Cervantes. Ya está bueno de hablar fino, como lo hacen los españoles. Ahora hay que utilizar el lenguaje de la calle). En las diferentes entregas tendremos las aventuras y desventuras de un chuchero en tiempos de Revolución, narradas en su peculiar lenguaje.

Primera entrega de Catalino.

Primera entrega de Catalino.

Apático al proceso revolucionario que con sus leyes le cierra su forma de vida fácil en el negocio y el juego. Un típico pícaro celebra lo que lo beneficia como la rebaja de alquileres y trámite de propiedad de las viviendas decretadas por el gobierno. Poco a poco, en cada entrega, nos va contando de su vida: Se queja de la supresión de la lotería: “Si no le meto al acurrale vigueta antes que cante el encripo, consorte de la que pone, voy a cantar el manisero… ahora no puedo afanarme la bartavia con el narra de los chinos. ¡Pobrecito, quedó!…[37] (si no me pongo a trabajar antes que cante el gallo, me voy a morir… ya no puedo ganarme la vida con el chino de la charada.); lo mala que está la situación para él (la vida está como piedra; Catalino necesita con SOS un acurrale vigueta, sin mucha matraca ni jerigonza. Porque la timba está dura, y el negocio de bacán esta choteado), se considera un clásico pícaro (Catalino es hachero boloña, Catalino es cancha y tira cada rutina parriba del elemento de película), sus frecuentes conquistas (Cuando Catalino sintoniza el dialecto y le empuja el chamullo suave de sobrequicio a las jebas en el eriongo, la tipa se tanguea en la vereda porque le aboco) y chascos amorosos ( Y aunque confieso que hice un poco de cráneo con la tipa, cuando legislé que la pureta de la jebita era fú, le meti su cortiñan a la matraca), de lo lindo y gracioso que es (¡que por algo las jebitas me dicen “ojos brujos”; ¡Mamita, por qué yo seré tan bello!), su terror al matrimonio (confieso que soy bastante malangón pa eso del sacramento) y a la policía ( lo que hay que evitar a todo trance es la maraña, y legislar clarinete, pa no caer en controversia con la jara), su machismo (y es preferible vivir encanao, ante que aguantar las marañas de los andobas. Catalino es hombre macho), nos entera de su entorno: la fonda de chinos (la casa de socorros del narra) y la tienda del gallego (y menos mal que de vez en cuando le tumbo el fambeco al galifa de la esquina). Su respeto y/o miedo al gobierno (no puedo meter rutinas con la sinhueso, porque los socios son unos villanazos y ya tienen todas las rutinas de Catalino, a pupilo en el coco).

También se insertan proverbios y frases que contribuyen a darle colorido a la narración: Estás como el can del ecobio que acurrala con hortalizas “ni jamas ni dejas jamar”;[38] Cuando junies los pelos del mentón de tu consorte en licán, pasa los tuyos por agua.[39] ¿Qué importa que la socia esté de escopeta si ella porta divisas?[40] ¡Ay mamacita, porqué le pondrán bikines arriba a los monumentos![41] ¡Quedó en la página dos, vestido de pinotea![42] O la moraleja para las jovencitas que deseen divertirse en una fiesta: Cuando aplaceres en un cumban guarda a la pureta en el gao.[43]

En fin, “El chuchero Catalino” es todo un personaje muy bien logrado desde el punto de vista literario y psicológico e innovador en cuanto al uso del lenguaje, constituyendo hasta donde conocemos el texto más amplio y antiguo escrito en cubiche urbano. ¿Pero bueno y el asere?… Sí, aparece, no en las primeras entregas pero si ya en la décima, correspondiente al 2 de julio de 1960: “La malanga está amarilla, asere, y es más suave conseguir una perica de veinte almanaques, con un dúo de socairos verdes en la jeta, que un acurrale barín, para adiñarse la jama”.[44] Después va a estar presente en todos los demás números, en el próximo abre la narración: “Aseres, hay que legislar barín porque el Indio está empujando una licán fú sobre el esqueleto de los vates”,[45] e incluso, la vuelve a abrir dos entregas más tarde cuando el autor se ve precisado a incluir un diccionario chuchero-español porque: “El asere portorriqueño, Antonio Wilson metió el bato y sintonizó con Catalino, cotorreando que tiene tremendo chispeo arriba, porque las descargas que menda dispara en Zig-Zag están mamey, pero él no huele la bola y lo mismamente le pasa a otros andobas de Puerto Rico, ubicados en New York”.[46] Al final de la narración incluye un glosario donde aparecen en el siguiente orden: Asere, Andoba, Ecobio, Acoy, Cúmbila – Amigos. En los próximos números el glosario aparecerá solo en algunas ocasiones. También utiliza asere en compañía de otra palabra: Aseres del Pasquín – Políticos de antes del 59; Asere del jarro – trombonista.

Décima entrega de Catalino.

Décima entrega de Catalino.

Oncena entrega de Catalino

Oncena entrega de Catalino.

Decimotercera entrega de Catalino.

Decimotercera entrega de Catalino.

 

Chirrín chirrán… Casi

Por lo tardío que aparece asere en las entregas del Chuchero Catalino, cuando ya prácticamente todo su vocabulario había sido expuesto y la importancia que se le otorga al colocarlo abriendo varias narraciones, consideramos que la palabra no debía ser muy popular todavía para ese entonces dentro del cubiche de la época, con anterioridad no tenemos ninguna otra referencia verificable sobre su uso.[47] Entonces, hasta nuevos hallazgos, Catalino tiene toda la paternidad sobre el famoso vocablo ¿y qué fue del susodicho personaje en esa controvertida historia de los chucheros? ¿Habrá emigrado o incorporado a las tareas de la naciente Revolución? En el último número conocido de Zig-Zag, el 24 de diciembre de 1960,[48] Catalino ya había pasado a ser toda una celebridad al estar anunciado incluso en la carátula del periódico: “El Chuchero Catalino. Una sección pletórica de interés, en la cual Catalino, se hace notar con su pintoresca manera de hablar a los lectores” (aparece regularmente en la página 3).[49] La entrega con las aventuras del personaje está en su forma habitual, sin embargo, en una de un poco antes se nota que duda, acorde con su personalidad y forma de pensar expresa su desacuerdo con el estado de cosas. Lo difícil de la situación para alguien como él, donde ya no puede ganarse la vida con sus mañas porque el gobierno se las sabe todas, se las adivinan, que por cobarde no se ha acercado a los adinerados yanquis, y entonces se la entiende con los del gobierno, que no sirven, porque no le queda otro remedio. Añora a los políticos de antes con los que se podía entrar en negocios, se queja de la emigración masiva de los antiguos ricos y de la pobreza de los que quedan:

 

Entrega del 24–9–60. Catalino duda.

Entrega del 24–9–60. Catalino duda.

“Catalino está en carne, monina… Y ya no pinta rutinas, porque los ecobios tienen el coco aviva’o y huelen la bola de lejos…”

“Confieso que a veces Catalino se siente un poquito malangón y no avanza parriba de los yonis que portan yira a burujón, como e. Y entonces legislo con los vates cacafuatas, que no se dejan tumbar del caballo, ni a tres tirones”.

“Ya no hay de aquellos boloñas “Aseres del Pasquín” a los cuales empujarles una transfusión de clavos de foso a foso. Y los que portaban patriotas de la liga grande, metieron el entomillo y no se les ve ni el coco: los que aplaceran en la vereda, si se les da la voltereta, no sueltan ni un par de clavos, de los fosos de la percha”.[50]

 

100 % cubano

Venga de donde venga asere, del abakuá, del yoruba o del español, recordemos que la lengua de Cervantes también tiene dos palabras muy parecidas: acera y acero; y el que ideó la palabra pudo estar pensando en los socios de la primera o en el amigo de una amistad tan perdurable como la del referido metal, aunque tal vez se le haya ocurrido a cualquier cubano de los muchos que habitamos la isla y simplemente pegó, pues según, el ya mítico Feijóo: “Es el individuo creador quien inventa las palabras y las hecha a volar por las calles. (Ese es nuestro caso, también, puesto que hemos inventado palabras, las hemos lanzado a la calle, y las hemos encontrado después…)”.[51] De cualquier forma es innegable que los chucheros, aunque haya sido en la parte final de su “Imperio Idiomático y modístico”, fueron los que lo popularizaron y le dieron el significado de amigo. Como también lo es que asere se haya ganado desde hace mucho la carta de ciudadanía cubana. Hoy es tan cubano como nuestras palmas reales y si alguien no quiere verlo así, le recomendamos: Ecobio, métale chirrín chirrán a los socairos, que como diría el ambia Catalino: ojos que no ven, corazón que no siente.

 

Chamullo de Catalino

 

Abocar: agradar, simpatizar, acercar. – Abuti: bueno, excelente. – Acoy: amigo, socio, hombre. – Adiñar: conseguir. -Afanar: robar, conseguir por malos manejos. -Afincar: coger. -Agiotismo: contagio. -Aldaba: tabaco. -Almanaque: Año. -Amarilla: mala. -Andoba: Amigo, socio, hombre. -Apiñar: Amontonar. – Aplacerar: acercar. -Aseres: amigos,socios, hombres; Aseres del pasquín: Políticos.

Bacán: vive bien. -Barín: bueno, excelente. -Bartavia: cosa, aparato. -Bato: mano. -Bea: peseta. -Bembetear: Hablar, discutir, conversar. –Bembo: Labio. -Bola: asunto; oler la bola: darse cuenta. -Boloña: viejo. -Burujón: en gran cantidad. – Bussines o business: negocio. -Bute: excelente. – Buti: excelente, en cantidad.

Cacafuaca o Cacafuata: inservible. -Cadenas: Esposas. -Caín: malo. -Caja de pinotea: ataúd. -Caja del pan: estomago. -Cajones de aire frio: aire acondicionado. -Cambalache: trueque; negocio turbio. -Campanear: trajinar. -Cancha: vivaz, bárbaro. -Carne: estar en la: sin dinero. -Casa de socorros: tienda, fonda, merendero. -Cascabeles: alegría. -Cate: golpe. -Catrera: Catre. -Chágara: navaja. Cuchilla. -Chamas: niños, hijos. -Chamullar: hablar, conversar; chamullo de sobrequicio: lenguaje de la calle. – Chetín: cigarro. -Chéveres: bueno, excelente. -China: boba. -Chirrín chirrán: cerrar, acabar. -Chispéo: molestia. -Chuchero: dialecto, personaje popular. -Clarinete: claro. -Clavo: kilo. -Coco: Cabeza. -Consorte: amigo, hombre, socio. – Contralima: camiseta. -Coquero: un peso. -Cordas: hermanas. -Cordel: Cadena. -Cotorrear: hablar, conversar, chismear; cotorreo verdura: discurso oficial. -Cráneo: cerebro. Hacer cráneo: ilusionarse, imaginarse. – Cranque: incitar, provocar. -Cúmbila: amigo, socio, hombre. -Curda: Borracho. -Curra: Hombre, socio.

Darse vitrina: exhibirse. -Desencolado: desarmado. -Disco: discurso.

Ecobia: amiga, mujer, socia. -Ecobio: amigo, hombre, socio. -Elemento: gente, persona, funcionario. -Emboque: prisión. -Empaque: catadura. – Empiños: dientes. -Encanao: preso. -Encripo: pollo, gallo. – Encufo: habitación, casa.- Encurda: borracho. -Engrampar: conseguir. -Ensillarse: sentarse. – Entomillo: pie, tobillo. -Entufe: loco. -Enyugar: juntar. -Enyugue: Cuchillo. – Eriongos: oídos. -Erizo: erizarse, ponerse Inaccesible. -Escache: fracaso. -Esqueleto: cuerpo.

Fambeco: pan. -Fardo: traje. -Farra: fiesta. – Fiana: policía. -Fisto: fino, atildado, elegante. -Foco: ojo. -Foso: bolsillo. – Frankestein: franqueza. – Frigidaire: frío. – Fú: Malo.

Galifa: español, gallego. -Gancho: brazo.- Gange: anillo.- Gao: casa.

Habanecue: Habana. -Hachero: pícaro, mañoso, camaján. -Hierro: pistola, revolver.

Indio: sol. – Istán: sombrero de pajilla.

Jacarandosa: contenta. -Jama: comida. -Jara: policía. -Jarro: saxofón. – Jeba: muchacha, novia, mujer. – Jeta: cara. – Juniar: ver, mirar. – Jutío: cobarde.

Laburo: trabajo. -Lata: cuello. -Latería: baratijas, joyas de fantasía. -Latines: sermones. -Lea: mujer. -Legislar: entender, ingeniar, calcular. – Leitas: muchachas. – Licán: candela. -Lima: Camisa. -Llantén: llanto.

Malanga: situación, cosa. -Malangón: cobarde. -Maleva: mujer poco agraciada. -Mamey: Bueno, excelente. -Mancomunada: unida. -Mancurray de Lepanto: Cervantes, idioma español. -Mangaba: Presumía, Timaba. -Maraña: dificultad. -Matraca: Problema, insistencia, idea obsesiva. -Mazamorra: Hospital de Mazorra. -Menda: yo. -Mercar: comprar, cambiar. -Monina: amigo, hombre. – Monumento: mujer vistosa. -Moña: lio. – Moropo: cabeza. -Muelle: colchón. -Mui: boca.

Narra de los bichos: chino de la charada. -Narra: chino. -Nena: muchacha, mujer. -Niche: negro. -Niño de los listones: carpintero. -Noroña: no. -Ñaero: puerco, cerdo.

Ocambo: viejo. -Oficial: afirmación rotunda. -Oler la bola: darse cuenta.

Paganismo: gastos. -Parlé: en unión. -Parrilla: cama. -Pastorita: Bonos de la lotería del instituto de la vivienda. -Patriotas: billetes, dinero. -Pedro y Pablo: pico y pala.-Pepino: corbata. -Percha: ropa. -Perica: mujer, muchacha. -Pinotea: madera. -Piña: rencor. -Pirreli: pies. -Pitencito: juego. -Poliche: vendedor de baratijas, mago, policía. -Ponía dura la parte: se aferraba. -Pureta: cuarentona, madre.

Quedar en la página dos: morirse. -Quile: mucho.

Rendir: dormir. -Rindiendo: durmiendo. -Ruedita: botón. -Rufa: guagua. – Rutina: forma de comportamiento.

Sacramento: Matrimonio. – Sangurián: paganini, que mantiene a alguien, que fía dinero. -Saxofón: jarro. -Sinhueso: lengua. -Sirique: si. – Sobrequicio: calle, acera, esquina. -Socairos: ojos. -Sordina: bajo tono, secreto. -SOS: señal de auxilio.

Tacos: Zapatos. -Talego: cárcel. -Tangueó: Vaciló. -Teja con pluma: sombrero. -Timba: situación: juego. -Traje de pinotea: caja de muerto, ataúd. -Tralla: cadena. -Tumbar: Ganar con engaño.

Umón: agua. – Umón niche: café.

Vate de la sotana: cura. -Vate de los pasquines: políticos. -Vate: hombre. -Verde: campo. -Vereda: calle, camino, entorno. -Vigueta: tremendo, duro, fuerte. -Volina. Sin control.

Yerta: cerveza fría. -Yira: dinero. -Yonis: americanos, yanquis.

 

Una versión del presente artículo con el título de “¡Asere!” fue publicado por la revista Signos No. 64 en el año 2012. Otra con el título de “Asere: la palabra maldita” se presentó fuera de concurso en el evento ¿Piensas ya en el humor?, dentro de las actividades dentro del festival nacional del humor Aquelarre 2013, por Francisco A. Ramos y Francisco Rolando Ramos Hernández. La presente es un regalo especial para las lectoras y lectores de VerbiClara.

Santa Clara, julio de 2015

 

[1] Betán: Entre Antisociales. Semanario Palante. Año 46. Número 3. Pág. 5. Las negritas son nuestras.

[2] Ernesto Pérez Castillo: Asere ¿qué bolá? En La Calle del Medio. Publicación mensual de Opinión y Debate. Sección Sociedad. Número 12. abril 2009. Pag.4

[3]René Rodríguez Núñez: En La Calle del Medio. Publicación mensual de Opinión y Debate. Sección: Los Lectores Opinan. Número 13. Mayo 2009. Pag.14.

[4] Luis el Nuevo Cangry: En La Calle del Medio. Publicación mensual de Opinión y Debate. Sección: Los Lectores Opinan. Número 14. junio 2009. Pag.15.

[5] Barnet, Miguel: Granma “La lengua que Hablamos”. Viernes 20 de agosto de 2010. Año 46. Número 198.Pag. 4. El subrayado es nuestro. También se puede consultar en la obra del mismo autor “La fuente viva” Editora Abril. La Habana 2012. Pág. 361.

[6] Con anterioridad a los ejemplos expuestos no hemos podido comprobar la utilización de asere en el ámbito musical cubano. En el reciente y documentado libro de las investigadoras Natalia Bolívar Aróstegui y Zoila Lapique Becali titulado “NKORI. Vocablos africanos en la música cubana” Letras Cubanas 2011, donde las autoras realizan un recorrido por la música cubana desde la colonia hasta mediados de los noventa del siglo pasado, no aparece asere como utilizado en las composiciones analizadas

 

[7] Argelio Santiesteban: El Habla Popular Cubana de Hoy. Editorial de Ciencias Sociales. Ciudad de la Habana. 1985. Segunda edición. Pág. 54.

[8] Ivor L. Miller: “Cantos Abakuá Cubanos” en Revista Catauro. Fundación Fernando Ortiz Año 8. No 15. 2007. Pág.20.

[9] Ivor L. Miller: “Cantos Abakuá Cubanos” en Revista Catauro. Fundación Fernando Ortiz. Año 8. No 15. 2007. Pág.19.

[10] Carlos Paz Pérez: Diccionario Cubano de Términos Populares. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. 1994. Pág. 63. Ver también: Lidia Cabrera “Anagó. Vocabulario Lucumí. El Yoruba que se habla en Cuba” Ediciones C. R. La Habana 1957. Pág. 35 – 36.

[11] José Prado Caballos: “Breve Manual de Cubanismos” Publicigraf. La Habana. 1994.

[12] Samuel Feijoo: Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 180.

[13] Samuel Feijoo: Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 164 y 165.

[14] Samuel Feijoo: Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 277.

[15] Samuel Feijoo: “Del Piropo al Dicharacho” Editorial Letras Cubanas. Ciudad de la Habana. 1981. Pág. 164

[16] Samuel Feijoo: “Del Piropo al Dicharacho” Editorial Letras Cubanas. Ciudad de la Habana. 1981. Pág. 22

[17] Concepción T. Alzola: Habla Popular Cubana en Actas del Folklore, boletín mensual del Centro de Estudios del Folklore del TNC. Año 1. Oct, nov, dic. Números 10 – 11 -12. La Habana. 1961. Pág. 335. Asere tampoco aparece en las obras de Ortiz: “Glosario de Afronegrismos “. 1924; “Un catauro de cubanismos”. 1923; Nuevo Catauro de Cubanismos”. 1974. Ni en “Léxico mayor de Cuba” .1959 de Esteban Rodríguez Herrera.

[18] Guillermo Lagarde: Desapolillando Archivos. Editorial Letras Cubanas. 1979. Pág. 282

[19] Guillermo Lagarde: Desapolillando Archivos. Editorial Letras Cubanas. 1979. Pág. 283

[20] Esteban Pichardo: Pichardo novísimo o diccionario provincial casi razonado de vozes (sic) y frases cubanas. Editorial Selecta. La Habana. Pág. 253

[21] Tampoco aparece en el libro de Fernando Ortiz: Nuevo Catauro de Cubanismos”. Editoras Ciencias Sociales. La Habana. 1974.

[22] Muchos para hacerle comprender a las nuevas generaciones, como en el caso de Sonnia Mora manifiestan: “…un «chuchero», alguien en esencia muy parecido a los actuales «aseres».” Ver el libro de la autora: Nostalgias de una habanera del Cerro. Ediciones La Memoria. La Habana. 2004. Pág. 117. También ya a mediados de los ochenta asere parece haber suplantado a los chucheros en la denominación de los que usaban el lenguaje popular y vestir de forma diferente, en la compilación de Mirta Rodríguez Calderón titulada “Hablar sobre el Hablar” publicado por la editorial Ciencias Sociales en 1985, en un trabajo titulado “Cosquillitas a los aseres” del periodista Alexis Schlachter plantea: “Para bien o para mal, la televisión crea <<héroes>>, y debemos ser más exigentes a la hora que alguien lo sea por la pequeña pantalla. Ese poder no se le puede entregar a los <<aseres>> ¿quieren algo más chabacano y contrario a la moral socialista que aquella cancioncita titulada Ese Atrevimiento? ¡Ahí no hacen falta encuestas periodísticas para determinar que la letra es machista al cien por ciento. Sin embargo, los Iraquere la gritaron hasta desgañitarse por radio y televisión. Otro caso es Tiburón. Utiliza sombreros de importación y no se los quita cuando el público lo aplaude… Claro que la cosa no se circunscribe al sombrero de los <<aseres>>, los cantantes de esa <<onda>> llevan también camisas abiertas y, de paso, muestran en sus <<cuellitos>> cadenas de oro (made in…) o <<monos>> deportivos de la marca… Pág. 143 – 145. Tomado de Liliana Castañeda “Elige tú que canto yo” La Calle del Medio. Publicación mensual de Opinión y Debate. Número 49. Mayo 2012. Pag.11.

[23] Guillermo Lagarde: Desapolillando Archivos. Editorial Letras Cubanas. 1979. Pág. 284

[24] José Zacarías Tallet. En Vocabulario de Tallet. Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 143.

[25] Eduardo Robreño: Como lo pienso lo digo. Colección Manjuarí. UNEAC. 1985. Pág. 183

[26] Samuel Feijoo: Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 161 – 181.

[27] Esteban Rodríguez: En “chuchero”, nota dentro del “Pichardo novísimo o diccionario provincial casi razonado de vozes (sic) y frases cubanas. Editorial Selecta. La Habana.1953. Pág. 253

 

[28] Jiménez, José F.: “CHUCHERISMO” en Superación Rural. Año XIII. Camagüey. Enero de 1958. Pág. 16.

[29] Jiménez, José F.: “CHUCHERISMO” en Superación Rural. Año XIII. Camagüey. Enero de 1958. Pág. 16.

[30] Jiménez, José F.: “CHUCHERISMO” en Superación Rural. Año XIII. Camagüey. Enero de 1958. Pág. 16.

 

[31] Jiménez, José F.: “CHUCHERISMO” en Superación Rural. Año XIII. Camagüey. Enero de 1958. Pág. 16 y 18

 

[32] Jiménez, José F.: “CHUCHERISMO” en Superación Rural. Año XIII. Camagüey. Enero de 1958. Pág. 18. Todo parece indicar que el personaje televisivo que provoca la crónica era interpretado por Carlos Monctezuma, al cual según la misma revista (Página 5) se le había conferido el trofeo CARTV del año 1957 como mejor actor cómico por la Asociación de Críticos de Radio y Televisión.

[33] Samuel Feijoo: “Chucherismo” en Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 153. En cuanto a las películas Feijóo debe referirse a las del mejicano Germán Valdés (Tin Tan) quien vestía a la moda de los Pachucos, grupo urbano este último surgido en México por los años veinte y con muchas características similares a las de los Chucheros cubanos, usaban una vestimenta muy parecida y también tenían un lenguaje peculiar, se dice que fueron los creadores del spanglish. En cuanto a la Jerga chuchera opinamos estuvo influenciada por la difusión que tenían en esa época las palabras de origen africano a través de la música y la labor promocional de Fernando Ortiz así como también al arribo masivo de gitanos europeos a La Habana, primero huyendo de la guerra civil española y después de la segunda guerra mundial.

[34] Samuel Feijoo: “Chucherismo” en Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 153. Y también en Eladio Secades : Estampas (1941- 1958) Ediciones Unión. Ciudad de la Habana. 2010 Pág. 81, existe una edición anterior del 2004.

[35] Samuel Feijoo: “Chucherismo” en Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 157

[36] Zig-Zag: La habana 30 de abril de 1960. Año XXII. No 1117. Editora Zig-Zag SA. Pág. 9

[37] Zig-Zag: La Habana 7 de mayo de 1960. Año XXII. No 1118. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[38] Zig-Zag: La Habana 3 de septiembre de 1960. Año XXII. No 1135. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[39] Zig-Zag: La Habana 6 de agosto de 1960. Año XXII. No 1131. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[40] Zig-Zag: La Habana 27 de agosto de 1960. Año XXII. No 1134. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[41] Zig-Zag: La Habana 9 de julio de 1960. Año XXII. No 1127. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[42] Zig-Zag: La Habana 30 de abril de 1960. Año XXII. No 1117. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[43] Zig-Zag: La Habana 24 de diciembre 1960. Año XXII. No 1151. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3.

[44] Zig-Zag: La Habana 2 de julio 1960. Año XXII. No 1126. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[45] Zig-Zag: La Habana 9 de julio 1960. Año XXII. No 1127. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3

[46] Zig-Zag: La Habana 23 de julio 1960. Año XXII. No 1129. Editora Zig-Zag SA. Pág. 3.

[47] El investigador Tato Quiñones en su articulo: <De lo vulgar y popular del habla cubana. Qué bolá asere. Asere se escribe con “S”> de consulta en http://alocubano.com/cubano_vulgar.htm, plantea al respecto, también situándolo por esta época o un poco antes: En cuanto a asere, hay que decir, además, que su uso entre nosotros no es tan nuevo como podría suponerse. Hace más de cincuenta años, el contrabajista, compositor y director de orquesta matancero Estanislao Serviá, autor del célebre “Chévere ma cunchévere”, compuso un danzón al que tituló “Asere Cipriano” .En la década de los cincuenta, los bailadores de la barriada habanera de Los Sitios organizaban una fiesta anual en los jardines de la cervecería “La Tropical”, a la que llamaban “Los Sitios Asere”. No dudamos de estos datos, pero no hemos podido verificarlos.

[48] Recientemente nos enteramos de que el último número fue el del 31 de diciembre pero no hemos podido consultarlo.

[49] Zig-Zag : La Habana 24 de diciembre 1960. Año XXII. No 1151. Editora Zig-Zag SA. Pág. 1. La portada bajo el titular de “No somos nada” presenta a un guanajo y un cerdo llorosos y abrazados. Y la frase sería profética (o intencionada, hablamos de humoristas), ya Zig-Zag en Cuba no volvería a aparecer al emigrar su dueño. Dentro del ejemplar no hay nada que haga presumir la desaparición del mismo. Después salió en Miami (1963) con el título de Zig-Zag Libre, pero de esa etapa no hemos podido consultar ningún ejemplar.

[50] Zig-Zag : La Habana 24 de septiembre de 1960. Año XXII. No 1151. Editora Zig-Zag SA. Pág. 1.

[51] Samuel Feijoo: “Lengua cubana actual: vocabulario” en Signos No 32. Ministerio de Cultura. Biblioteca Martí. Santa Clara. 1984. Pág. 170.

 

 



COLABORACIÓN MUTUA, EXPRESIÓN REDUNDANTE

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Foto: ©Archivo Efe/Alejandro Bolívar

Foto: ©Archivo Efe/Alejandro Bolívar

 

La expresión colaboración mutua es redundante, por lo que se aconseja no abusar de este giro, máxime allí donde no se quiera aportar un matiz enfatizador o expresivo.

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «La universidad es fuente de innovación y talento, un lugar esencial para Telefónica con el que mantener una estrecha relación de colaboración mutua» o «De ahí que la colaboración mutua y la buena disposición de todos vaya a dar lugar a una jornada de limpieza de este entorno».

El sustantivo colaboración hace referencia tanto a la acción como al resultado de colaborar, verbo que, según el Diccionario del estudiante, de la Real Academia Española, significa ‘trabajar conjuntamente con alguien, especialmente para ayudarlo en la realización de algo’. Por este motivo, la palabra colaboración, por sí sola, ya aporta la idea de que se trabaja en común.

De este modo, en ejemplos como los anteriores, en los que no parece que exista una propósito intensificador, hubiera sido más apropiado escribir «La universidad es fuente de innovación y talento, un lugar esencial para Telefónica con el que mantener una estrecha colaboración» y «De ahí que la colaboración y la buena disposición de todos vaya a dar lugar a una jornada de limpieza de este entorno».

De Recomendaciones de Fundéu (Fundación del Español Urgente)

 


«10 BULOS LINGÜÍSTICOSO QUE CONVIENE DESTERRAR» (O «NO TE FÍES DE TODO LO QUE LEES POR AHÍ»)

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FundéuRecogemos en esta nueva lista algunos de los bulos lingüísticos, que no hoax, que más difundidos están o, al menos, a los que más frecuentemente nos enfrentamos en nuestro servicio de consultas.

Las mayúsculas no se acentúan

Las letras mayúsculas se acentúan de acuerdo con las mismas reglas que las minúsculas. De hecho, la Academia nunca estableció una normativa paralela para este tipo de letra; lo que sucedía era que, en las antiguas imprentas y en las primeras máquinas de escribir, resultaba técnicamente más complicado, y a veces directamente imposible, tildarlas. Pero hoy en día, con los medios de composición actuales, no hay excusa para no hacerlo.

Las palabras que no están en el Diccionario no existen o no pueden emplearse

GUATEMALA DICCIONARIO RAEEs una consulta que muy frecuentemente recibimos en la Fundéu: ¿podemos utilizar las palabras que no figuran en el Diccionario? La respuesta es sí, un rotundo sí. Que una palabra no figure en el Diccionario no significa que necesariamente sea incorrecta; desafortunadamente, por ejemplo, no está recogida y no por ello es incorrecta. Ningún diccionario tiene todas las palabras de una lengua: en estas obras no están todos los derivados que es posible crear a partir de una voz, no recogen jerga especializada ni léxico dialectal, etc.

Las redundancias son siempre incorrectas

Esta afirmación tampoco puede sostenerse: las redundancias son solo eso, redundancias, repeticiones de una información en un mensaje. En la comunicación cotidiana hay muchas situaciones en las que estas repeticiones no solo no son incorrectas, sino que son necesarias: cuando queremos ser enfáticos o irónicos, cuando deliberadamente queremos exagerar algo, cuando pretendemos cerciorarnos de que nuestro interlocutor nos está entendiendo, etc.

El sufijo -nte no tiene femenino

Esta aseveración ha corrido como la pólvora, sobre todo en internet y normalmente vinculada al femenino presidenta, que muchos juzgan incorrecto. La Gramática recoge femeninos formados sobre este prefijo desde hace siglos: presidenta, regenta, tenienta o sirvienta figuraban ya en el Diccionario de 1803, infanta está registrado desde 1604, etc. En rigor, el único cambio que han sufrido algunas de estas voces es que han pasado de significar ‘mujer del teniente/regente’, etc., a designar también ‘a la mujer que preside’, ‘que regenta un establecimiento’, etc.

La RAE acepta algunas formas como almóndiga

Del mismo modo que que una palabra no esté en el Diccionario no implica que sea necesariamente incorrecta, que figure en él tampoco la hace ni válida ni adecuada para cualquier momento o situación. Es cierto que si uno acude al Diccionario académico encuentra recogida la forma almóndiga, pero si lee bien lo que esta obra dice de ella, verá que aparece la nota u. c. vulg. que significa ‘utilizada como vulgar’, esto es, que es un vulgarismo que conviene evitar en una expresión cuidada.

La expresión un vaso de agua es incorrecta

ESPAÑA CAV TEMPORADA SIDRAMuchas personas tienen la idea de que decir vaso de agua, de sidra, de leche es incorrecto porque creen que con ello se afirma que los vasos están hechos de agua, de sidra o de leche y todos sabemos que no es así. Es cierto que la preposición de sirve para indicar la materia de la que está hecho algo: plato de porcelana, vestido de seda, etc., pero esta preposición es muy rentable en nuestra lengua y tiene muchas más acepciones: denota posesión (la casa de mis padres), origen (vengo de casa), asunto o materia (libro de matemáticas), causa (murió de hambre) y entre todos estos significados también se encuentra el de indicar el contenido de algo, que es la acepción que se aplica en secuencias como plato de sopa o vaso de agua.

La expresión manda huevos es incorrecta

Muchos hablantes creen que la forma manda huevos es incorrecta y que lo adecuado es manda uebos, forma que deriva del latín opus y que significa ‘por necesidad’, pero esta voz es un arcaísmo que apenas se usa en la actualidad. Algunas obras, como el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, ya recogen la expresión manda huevos, con el sentido con el que suele emplearse y, por tanto, aunque malsonante, no puede considerarse incorrecta. La homofonía con la antigua forma latina es mera coincidencia.

Dos preposiciones no pueden ir seguidas

Es otra de las consultas que frecuentemente recibimos en la Fundéu; hay quienes creen que el hecho de que dos preposiciones queden juntas en una frase hace que esta sea incorrecta y, por ello, nos piden una redacción alternativa. Sin embargo, secuencias como ir a por agua, el aforo es de entre… o los deberes del hombre para con…, en las que a y por, de y entre y para y con quedan juntas, no tienen nada de incorrecto.

La hache es una letra muda

Esta afirmación, que todos aprendimos desde bien pequeños en el colegio, debe ser matizada. En nuestra lengua tenemos incorporadas muchas voces, de uso frecuente, en las que no puede decirse que la hache sea muda: conservamos la aspiración de la hache como rasgo dialectal en grandes zonas de España y de América, y en algunos extranjerismos que empleamos regularmente y que proceden del alemán, del inglés o del árabe (hámster, hachís, Hawái, Hegel, etc.).

El gerundio es peligroso

En muchos manuales de redacción se pueden leer recomendaciones tales como que el gerundio es un tiempo complicado de utilizar y que, para evitar confusiones, lo mejor es prescindir de él. El gerundio no es, per se, un tiempo difícil ni incorrecto, pero sí hay que prestar atención a los llamados gerundios de posterioridad: en frases como «Estudió en Madrid, yendo después a Buenos Aires» la acción que expresa el gerundio es posterior a la que expresa el verbo principal y sin conexión directa, lo que es inadecuado. Sin embargo, cuanto más simultáneas son las dos acciones nombradas, más apropiado es el uso del gerundio: «La lanzó contra la pared, haciéndola añicos»; en este tipo de frases a veces también se puede apreciar un sentido causal, consecutivo o concesivo.

De Fundéu

 

 


INDIO, HINDÚ, HINDI

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Foto: ©Archivo Efe/Moncho Torres

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Se recomienda emplear el término indio para aludir a los ciudadanos de la India o a lo referente a ese país asiático, hindú o hinduista para lo relacionado con la religión, e hindi para referirse a la lengua mayoritaria en ese Estado.

En los medios es habitual encontrar frases como «La película hindú aclamada en todo el mundo», «Se abre un mercado de 1250 millones de hindúes» o «El candidato domina el inglés y el idioma indio».

Indio hace referencia a los habitantes de la India y es el adjetivo que se aplica a lo relacionado con este país. El DRAE recoge también la forma indo, aunque apenas se usa ya en la lengua general.

Hindú es, en su uso mayoritario, sinónimo de hinduista, es decir, seguidor de esa religión. Su prefiere el plural culto hindúes a hindús, que también se considera correcto. El hecho de que la mayoría de los habitantes de la India sigan esas enseñanzas y la posible confusión con otra de las acepciones de indio (‘indígena de América’) provocó que hace ya más de cien años empezase a emplearse este término como gentilicio de los habitantes de la India. Así ha venido apareciendo en sucesivas ediciones del Diccionario académico, hasta la vigesimotercera, que elimina esa acepción e incluye como primera la que se equipara a hinduismo.

Hindi, por último, es el nombre de la lengua mayoritaria de la India.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, y aunque el uso de hindú como gentilicio de la India tiene amplia tradición y no puede tacharse de incorrecto, se recomienda reservar esa palabra para el sentido religioso, y emplear indio como gentilicio e hindi para el idioma.

Así, en los ejemplos previos habría sido preferible escribir «La película india aclamada en todo el mundo», «Se abre un mercado de 1250 millones de indios» o «El candidato domina el inglés y el hindi».

Se recuerda además que es recomendable, aunque su uso sea opcional, mantener el artículo antepuesto al nombre del país: la India, mejor que India.

De Recomendaciones de Fundéu (Fundación del Español Urgente)

 

 


PELIGRO EN LAS CÁRCELES*

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peligro en las cárceles 200

Diseño de Marcelo Saratella.

Por Eduardo Galeano

En 1998, la Dirección Nacional del Régimen Penitenciario de la República de Bolivia recibió una carta firmada por todos los presos de una cárcel del valle de Cochabamba.

Los presos pedían a las autoridades que tuvieran a bien elevar la altura del muro de la prisión, porque los vecinos lo saltaban fácilmente y les robaban laropa que ellos colgaban a secar en el patio.

Como no había presupuesto disponible, no hubo respuesta. Y como no hubo respuesta, los presos no tuvieron más remedio que poner manos a la obra.

Y alzaron bien alto el muro, con ladrillos de barro y paja, para protegerse de los ciudadanos que vivían en los alrededores de la prisión.

*De su libro Espejos, regalo de mis amigos uruguayos José Claudio Sanguinetti y Julia Gadé.


PLAGIAR, ADEMÁS DE COPIAR, EQUIVALE A SECUESTRAR

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 Rapto de Perséfone por Hades, por Gian Lorenzo Bernini

Rapto de Perséfone (Proserpina) por Hades (Plutón), por Gian Lorenzo Bernini.

Por Piedad Villavicencio Bellolio

«Plagiar» se originó del latín plagiãre, que significa ‘robar esclavos’, ‘comprar personas o venderlas como esclavos’.

En su raíz está implícito el sentido de ‘secuestrar’ que se emplea con frecuencia en algunos países de América, como Ecuador, donde incluso podría darse el caso de que se plagie a una persona para pedir algo a cambio. Ejemplos: Pasó el tiempo y dejó de buscar a su novia que fue plagiada; Piden un millón de dólares a cambio del profesor plagiado.

Como acepción principal, «plagiar» se refiere a la acción de copiar obras ajenas. Esto ocurre cuando al transcribir las frases de terceros no se menciona a sus autores, hecho que constituye un delito contra la propiedad intelectual. Ejemplo: Evite plagiar en sus trabajos académicos o en cualquier actividad de investigación.

En estos dos significados (secuestrar a una persona y copiar obras ajenas) se cruza como eje el sentido de ‘apropiarse’.

Así como los padres transmiten a sus hijos las propiedades genéticas de sus antecesores, las voces que constituyen una familia léxica comparten las raíces y sus significados. Esto se cumple en la familia de «plagiar», de la que se definirán las palabras «plagiador», «plagiario», «plagiado» y «plagio».

«Plagiador» o «plagiario» es quien se adueña y reproduce las frases de los autores que ha consultado. Asimismo es el que secuestra a un semejante.

«Plagiado» es la persona que ha sido secuestrada o el texto que ha sido copiado.

«Plagio» es la acción y el resultado de copiar textos que no son propios y de secuestrar o raptar a alguien.

Aparte de las definiciones expuestas, estas palabras también se relacionan con los sentidos de ‘copiar en una prueba de evaluación’ y ‘vender personas como si fueran esclavos’. Este último significado lo impone la raíz de la familia léxica, pero su empleo en la actualidad resulta inusitado. (F)

FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2014), Diccionario de americanismos (2010) y Diccionario panhispánico de dudas (2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Tomado de El Universo

 


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