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LA MAGIA DE LA NIÑEZ

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Dibujo Día Internacional Infancia Pág. 1

Dibujo del niño Wissam Imao Cherry Casas

Por Mayli Estévez

Empezó escribiendo garabatos con crayola en la pared, y por más que ello le consiguiera un castigo, nunca se privó de intentarlo. Dibujó nubes, soles y personas mayores muy simples. Una redondez como cabeza y cinco rayas cuidadosamente organizadas para diseñar el cuerpo humano. Sus personas mayores eran del tamaño de la casa, no sé si porque no sabía de proporciones o porque los veía así, gigantes.

Cuando llegaban los horarios pactados para la comida, era preciso convocar al Circo del Sol para que probara bocado. Todos lo entusiasmaban, lo entretenían, hacían malabares con tal de que se tragara el arroz, pero aquello era imposible. Le era más atractivo la mancha en la pared o la lagartija del estante de libros que el consabido jueguito del avioncito. Nunca se creyó esa historia.

Al menos dormía, y lo hacía con un gusto envidiable. Era todo un desorden encima del pañal. Dabas tres vueltas y estaba en una posición diferente; era un niño rompecabezas o un cuadro de Picasso lo que veías dentro de la cuna. De vez en cuando balbuceaba alguna idea, comentaba algún sueño con los ojos cerrados y volvía a hacer silencio. El sobresalto de los mayores volvía al punto inicial. Porque la rutina diaria volvería a pasar. Nuevamente las crayolas, la pared y la negativa a probar bocado.

El día que empezó a hablar fue una locura. No digo ese día, los que vinieron después con las interrogantes y el dichoso ¿por qué? Era indiscreto —acaso todos lo son— y les hacía pasar vergüenza a muchos con preguntas que siempre creyó oportunas. Mala la jornada en que nadie acudía a sus inquietudes.

Todavía habla como un cao. Cada hora más. Las crayolas en la pared son menos y los trazos en el papel se han vuelto perfectos. Todavía escribe felicidades con doble ‘s’ y sus palabras todas van unidas. Será porque aprendió de su familia a estar juntos y no quiera separar felicidades de nene, ni papá de mamá. Será eso, que es un niño común que prueba la plastilina cual especialista culinario y quiere mojarse en el aguacero. Es un niño de esos, sí, extrañamente feliz con su mucho de la nada. Lo mucho que las personas mayores siguen sin ver. Esa es la fortuna de juntar colores y llorar amigos imaginarios. Algo mágico e irrepetible que tiene por nombre niñez.



DOS TRAIDORES

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Gráfica de Marcelo Saratella.

Gráfica de Marcelo Saratella.

Por Eduardo Galeano*

Domingo Faustino Sarmiento odió a José Artigas. A nadie odió tanto.

Traidor a su raza, lo llamó, y era verdad. Siendo blanco y de ojos claros, Artigas se batió junto a los gauchos mestizos y a los negros y a los indios. Y fue vencido y marchó al exilio y murió en la soledad y el olvido.

Sarmiento también era traidor a su raza. No hay más que ver sus retratos.

En guerra contra el espejo, predicó y practicó el exterminio de los argentinos de piel oscura, para sustituirlos por europeos blancos y de ojos claros. Y fue presidente de su país y egregio prócer, gloria y loor, héroe inmortal.

*De su libro Espejos, regalo de mis amigos uruguayos José Claudio Sanguinetti y Julia Gadé.


TALIBANA, FEMENINO DE TALIBÁN

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Foto: ©Archivo Efe/Jalil Rezayee

Foto: ©Archivo Efe/Jalil Rezayee

 

Talibana es la forma femenina del adjetivo talibán, por lo que lo apropiado es escribir insurgencia/milicia/cúpula talibana, en vez de insurgencia/milicia/cúpula talibán, donde el adjetivo permanece invariable de manera inadecuada.

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Las autoridades achacan este tipo de incidentes a la insurgencia talibán», «La milicia talibán no ha hecho ningún comentario sobre el ataque aéreo por el momento» o «No está claro por ahora si la cúpula talibán ha dado su visto bueno».

Tal como indica la vigesimotercera edición del Diccionario académico, el adjetivo talibán, el cual define como ‘perteneciente o relativo a un movimiento integrista musulmán surgido de una escuela coránica pakistaní y desarrollado en Afganistán’ y, por extensión, como ‘fanático intransigente’, se desdobla en femenino en la forma talibana.

Así pues, en los ejemplos iniciales lo adecuado habría sido escribir insurgencia talibanamilicia talibana cúpula talibana, del mismo modo que lo indicado será red talibana, organización talibanaofensiva talibana…

Se recuerda que en español talibán es singular y su plural correspondiente es talibanes.

De Recomendaciones de Fundéu (Fundación del Español Urgente)

 

 


¿CUÁNDO SE PUBLICÓ LA EDICIÓN PRÍNCIPE DE LA “MEMORIA HISTÓRICA DE LA VILLA DE SANTA CLARA Y SU JURISDICCIÓN”? VIAJE A LA GÉNESIS DE UN LIBRO

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 Portada de la Memoria Histórica

Portada de la Memoria Histórica.

Por Francisco A. Ramos García, José M. Dorta Suárez y Angel G. Carrazana Duardo

La razón que motiva el presente artículo es una contradicción que aparece entre dos de los principales monumentos historiográficos locales. El primero un libro imprescindible para conocer sobre los acontecimientos más importantes ocurridos en Santa Clara desde su fundación hasta el año 1858: La “Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción”, integrada por 485 páginas y escrita por Manuel Dionisio González (Santa Clara: 08-04-1815 – 14-05-1883); el otro un número especial de la revista Renacimiento, titulado El 15 de Julio, dedicado al 229 aniversario de la fundación de la ciudad, publicada en 1918, a cargo de Juan E. Valdés Veitía (Santa Clara 27-12-1863 – 19-10-1918), recogiendo, documentos, artículos y fotos de gran valor histórico.

 

 

El 15 de julio de 1918

El 15 de julio de 1918

 

 

Según todos los catálogos, diccionarios literarios y referencias; se dice que la Memoria fue publicada por primera vez en 1858 y así aparece en su pie de imprenta: VILLACLARA. IMPRENTA DEL SIGLO. CALLE SAN JOSÉ No 18. 1858. Por otra parte la revista transcribe bajo el título de: PRECIOSO DOCUMENTO, el exhaustivo informe de una comisión al Ayuntamiento, fechado en 1860, que lleva a dudar sobre la impresión del libro en el 58. Observemos una síntesis del artículo:

La Comisión expone de cómo fue creada por el ayuntamiento a solicitud del Sr. Presidente Teniente Gobernador D. Nicolás Argenty, con el objetivo de investigar todo sobre la noticia que le había llegado de: “… que un hijo ilustrado de este pueblo había consagrado diez años, quizás los mejores de su vida, en el ímprobo trabajo de rebuscar, entre antiguos papeles, las mas atrasadas y recónditas noticias con respecto a su fundación, comparando y justificando las tradiciones populares con los hechos verdaderos, y que llevada a la cima no ha podido ver la luz pública por falta de suscriptores, que ayudaran al autor en los gastos de impresión…[1]

Precioso documento

 

Continúa el informe detallando el trabajo de la comisión compuesta de los Caballeros Regidores D. Jesús M. Ledón y D. Manuel Ruano, los que resaltan los méritos de la obra, del autor y la importancia que esta reviste para Santa Clara. Elogian a Manuel Dionisio por haber dedicado su obra no a un mecenas que pudiera sufragar la obra (en esta época a diferencia de hoy el autor corría con todos los gastos, impresión, encuadernación, distribución y venta) sino a una personalidad insigne de la historia local: el Presbítero Conyedo. Ofrecen pormenores sobre la estructura de cada una de las partes del libro, concluyendo:

“El señor González a pesar de ser propietario, no es tan rico como que pueda disponer de una gruesa cantidad para llenar los costos de la publicación de su obra. Ha acudido al patriotismo de sus conciudadanos, abriendo suscripciones; poco ha conseguido hasta ahora, y se hace preciso la protección de los padres del pueblo, convencidos como estarán de lo necesario que es vea la luz pública, un trabajo tan concienzudamente desempeñado y que tanto honra al país”.

“Con estos antecedentes nos atrevemos a Proponer, salvando la opinión más acertada del Ilustre Municipio, que se haga la impresión de la Historia por cuenta del Ayuntamiento como representante de los intereses de la Villa, y si no pudiese conciliarse por la escasez de fondos, que cubren otras atenciones, que se subvencione con una cantidad que no baje de mil pesos, tomándose del presupuesto ordinario para ayuda de su publicación, colocándose al frente de la obra el retrato de su autor, aunque su modestia lo rehúye, y por último por conducto del señor Teniente Gobernador Presidente, se eleve a la superioridad, una eficaz recomendación a favor del Autor, con el fin de que el Supremo Gobierno, con la magnanimidad de que tiene dada tantas pruebas en beneficio de sus súbditos, se digne concederle al Sr. González una Honorífica Distinción que despierte en la juventud la más noble emulación, y sea una prueba patente del decidido apoyo que siempre dispensa el trabajo y útil laboriosidad.”

                                                                       Villaclara, 10 de abril de 1860.

                                                                   (f) MANUEL RUANO y ALVARADO.

(f) JESÚS MARÍA LEDÓN.[2]

Como podemos observar en abril del 60 la obra, según la comisión, aún no ha sido publicada. En las Actas Capitulares confirmamos que la designación de la comisión se efectuó del 2 de marzo de 1860 tal y como relata el informe. Un detalle interesante lo constituye la firma de Manuel Dionisio al pie del acta, desde hacía tiempo González había ocupado diferentes cargos en el Ayuntamiento en ese momento era Regidor Síndico y Secretario de Actas.

En el acta del 13 de abril de 1860, rinde cuenta la comisión apareciendo en ella trascrito, el texto casi sin variación, del párrafo final del informe antes visto, después de esto el Ayuntamiento considera:

“…que en la actualidad no puede por cuenta de los Fondos Municipales hacerse la impresión de la Historia por la escasez de fondos que cubren otras atenciones acordó que se subvencione del presupuesto ordinario para ayudar a la publicación de la obra con la cantidad de mil pesos previo que se obtenga del Gobierno Superior Civil la consiguiente autorización para lo cual se elevará el expediente por conducto del Señor Presidente quien servirá informar a S. E. lo que estime más conveniente para conseguir se lleve a efecto la publicación de una historia que tanto favorece a la Villa y a lo Demás que indica la comisión”.[3]

Dando cumplimiento a lo acordado el Presidente D. Nicolás Argenty eleva al representante del gobierno en la Habana la solicitud y esta tiene respuesta el veinte y cuatro de julio del mismo año según consta en el acta del 3 de agosto de 1860. Esta dice: “…se sirve examinar la resolución expedida en el expediente de que se le dio cuenta por esta municipalidad en oficio del Sr. Presidente (Sr. Coronel Teniente Gobernador D. Nicolás Argenty ) de veinte y tres de abril, para otorgar la subvención de mil pesos a D. Manuel Dionisio González para que pueda imprimir y publicar la historia de Villa Clara, ya que los fondos municipales no pueden costear por completo la impresión; y por suya comunicación se aprueba el acuerdo de esta Corporación, y se autoriza a esta para que consigne en sus erogaciones la suma de mil pesos a favor del referido autor, con condición de que haga imprimir y publicar la historia que presentó a informe y examen de la Comisión del Ayuntamiento y le facilite a dicho Gobierno Superior algunos ejemplares”.[4] Ahora el Presidente del Ayuntamiento es otro el Sr. Coronel Teniente Gobernador D. José de la Pezuela. Este manifiesta en la misma Sesión: que al recibir la comunicación se la envió a Manuel Dionisio y que poco después “… le ha oído a una Comisión de este Consistorio para la tal subvención: que (el autor) ha cumplido con las formalidades de previa censura, que con arreglo a lo que prescribe la Ley de diez de junio de mil ochocientos cuarenta y siete ha depositado en el Gobierno los ejemplares que se destinan a la Biblioteca Nacional y Ministerio de Instrucción Pública del Reino, acordó a cumplimiento de lo mandado por S. E. que de conocimiento a la Contaduría para que en la próxima obligación consigne los mil pesos…”[5]

Esto es lo que nos refieren las Actas Capitulares del Ayuntamiento de Santa Clara, como nos percatamos las noticias que ofrecen son bastante contradictorias: en la del 2 de marzo de 1860 se enteran de que se ha escrito el libro pero no se puede publicar por no tener fondos el autor, se decide crear la comisión; en la del trece de abril rinde cuenta la comisión, solicitando los mil pesos para poder publicar la obra, el Ayuntamiento aprueba el informe y lo eleva al gobierno superior; en la última del 3 de agosto se le autorizan los mil pesos a Manuel Dionisio pero al mismo tiempo ya la obra esta publicada, como lo indica el depósito de los ejemplares destinados a la biblioteca y aun el dinero no lo ha recibido el autor ¿Existirá algún error en esta última acta?

En las Actas Capitulares siguientes no encontramos más referencias sobre el proceso, la próxima mención a la Memoria Histórica la hace el autor de la misma con motivo de proponerse el día 15 de julio día de la fundación como festivo y aparece en el Acta del 7 de junio de 1861 no aportando nada nuevo: “Manifestó que en la Memoria Histórica de la Villa, al ocuparse del suceso del que trataba, había deplorado en ella la indiferencia con que se trataban el día y el lugar donde ocurrió el hecho.” La otra es mucho más tardía en 1886 con motivo de la inauguración del Obelisco a Hurtado y Conyedo en el parque de la ciudad, donde se dice que se guarda un ejemplar de la misma en una caja metálica para enterrarla en la base del referido monumento.

Existe otro documento que arroja un poco de luz sobre cómo ocurrieron los hechos. El 25 de marzo de 1860 llega a Santa Clara el destacado historiador Ramón de la Sagra (La Coruña, España 08-04-1798 – Suiza o París 25-05-1871) con el objetivo de recopilar datos para su libro: Historia- Física, Económico- Político, Intelectual y Moral de la Isla de Cuba, veamos que cuenta:

“Otro conocimiento, el del Sr. D. Ramón Arautegui, Promotor Fiscal y Director del periódico el Central, me introdujo desde luego en la esfera literaria que deseaba yo respirar. Lo primero que me participó, fue la impresión, terminada en aquellos días, de un libro cuyo anuncio había yo leído en Sancti-Espíritu: La Historia de Villa-Clara y su Jurisdicción, escrita por D. Manuel Dionisio González, hijo de la misma. Rogué al Sr. Arautegui que me procurase, para la mañana siguiente, un ejemplar de cualquier modo cosido, pues deseaba recorrerle durante mi excursión a Cienfuegos.”[6]

Después de la lectura de la obra. La Sagra comenta sobre conocimientos adquiridos en la misma y concluye:

“La Historia de Villa-Clara y su Jurisdicción, me exoneraba del trabajo de investigar noticias sobre la parte civil y religiosa, pues ciertamente allí tenía yo cuanto podía desear y mucho más de lo que el plan de mi obra me permitiría transcribir en ella. Desde luego resultaba ocioso el mencionarlos en detalle, puesto que ya lo estaban por una mano maestra, en un libro tan honroso para su autor como útil a la villa. Pocos días después tuve el gusto de tratarle y hallé en él lo que no es tan frecuente; el talento unido a la sencillez y a una excesiva modestia en la apreciación del mérito de su trabajo.” [7]    

   O sea, ya en marzo del 60, cuando la comisión tenía pocos días de creada y aún no ha presentado el informe al Ayuntamiento, el libro está impreso aunque no encuadernado. Para entender todo este proceso es necesario conocer cómo se publicaba un libro en esta época. Como ya expresamos antes, el autor asumía todos los gastos, el libro de Manuel Dionisio debía ser bastante caro, dado su volumen, como para asumirlo el solo. Para salvar la situación existían dos formas editoriales: la suscripción y la de entregas. En la primera el autor comprometía a un número de personas pudientes a comprar el libro; con esta garantía, el impresor se lanzaba a imprimirlo, y después de publicado se les vendía más barato a quienes se habían suscrito. El otro recurso era sacar la obra por partes en entregas, donde cada una sufragaba la posterior. Existen muchos ejemplos de este último sistema donde un libro era llevado a la imprenta en un año, saliendo una entrega inicial con el pie de imprenta de ese año, después en concordancia con los ingresos paulatinamente se publicaba las otras partes completándose la impresión años después, el comprador unía todas las partes y lo encuadernaba, llegando así a nosotros.

Un caso típico de la impresión por entregas lo constituye El Diccionario Biográfico de Francisco Calcagno (Guines, Habana marzo 1827 – Barcelona, España 22-03-1903), que hoy observamos completo de la A a la Z en un solo volumen, según su pie de imprenta se publicó por la imprenta de Néstor Ponce en Nueva York en 1878 y en su página 314 leemos sobre la muerte de Manuel Dionisio González, ocurrida cinco años después, a principios de 1883. En el 78 solo se imprimió el primer folleto de 120 páginas incluyendo la portada, el resto de la obra se publicó en la Habana, en dos partes en 1885 y 1886, hoy se referencia Nueva York 1878—Habana 1886.

En el caso que nos ocupa se dice que Manuel Dionisio había usado el método de la suscripción, lo que también parece desprenderse del último párrafo de la introducción:

“Si esta obra pudiere acaso interesar al país, reciba mi patria ese pequeño servicio que me complazco en consagrarle. Ella no tendrá otro mérito que el que podrán darle las noticias que comprende. Por lo demás, harto defectuosa en lo que ha estado de mi parte, sale a la luz bajo la indulgencia y protección de los hombres ilustrados.” [8]

Procedimiento que no le había dado resultado. Lo que es lógico, al ser la obra de carácter eminentemente local que interesaba a un grupo reducido de personas y de los posibles interesados muchos no sabían leer y otros, la mayoría de los intelectuales no tenía dinero para apoyarlo.

No obstante y según los hechos expuestos con anterioridad todo parece indicar que el autor se lanzó a la impresión con su propio dinero, lo cual lo dejó en una precaria situación económica. Aunque no excluimos que conjuntamente utilizara también el método por entregas, lo que se deduce de la estructura del libro.

Los libros se imprimían escalonadamente en grandes hojas de papel llamados pliegos con distinto formato[9] que después se doblaban cortaban y cosían (el número del pliego aparece, dentro del libro ya conformado, en la parte inferior de la primera página del mismo a la extrema derecha), la Memoria Histórica está impresa como libro en cuarto, pliegos en cuarto (Cuatro hojas 8 páginas) y analizando la estructura de los que nos han llegado, en varias ocasiones coincide el final de un capítulo con el final de pliego (signo de la intención de utilizar el sistema por entregas) las más evidentes: al concluir la introducción en la página 16 finalizando el segundo pliego, que muy bien podría haber servido de propaganda al libro, ya que contaba las intenciones del autor y anunciaba el contenido del texto; la otra en la página 88 al concluir el V capítulo y onceno pliego que cierra con una elocuente viñeta, utilizada por primera vez en el texto, un libro cerrado con una flor encima.

Existen detalles en el informe de la comisión que pueden demostrar que esta analizó ejemplares impresos casi en su totalidad. Dentro del contenido incluyen: Dedicatoria, Introducción, 20 Capítulos que abarcan desde 1689 hasta 1857, Apéndice en 9 capítulos, Parte Geográfica con datos sobre los partidos de la jurisdicción, de los 138 hatos y corrales, varias noticias con el nombre de los Teniente- Gobernadores, finalizando con una memoria sobre lo ocurrido en 1858; Biografías de personalidades ilustres y por último al final 113 notas esclarecedoras[10] . En cuanto a los hatos y corrales (no aparecen numerados en el libro) hay una errata son solo 38. Las notas son 145 y no 113 como afirma la comisión pero esto puede que no sea una errata sino que posiblemente el último pliego, el 61, que contiene las notas de la 114 a la 145 aun no estuviera impreso.

Los ejemplares que han llegado hasta hoy de esta primera edición[11] , conservan la referida estructura, algunos incluyen además el retrato del autor y un mapa ubicando el sitio de la fundación otros una litografía de la Plaza de Recreo terminada en aquellos años y el mapa, el resto los tres documentos.

Grabado de Manuel Dionisio.

Grabado de Manuel Dionisio.

Grabado del Plano del lugar de la fundación.

Grabado del Plano del lugar de la fundación.

Grabado de la Plaza de Recreo.

Grabado de la Plaza de Recreo.

 

Sobre la imprenta que realizó la impresión comenta González: “Entre las mejoras llevadas a cabo en 1857, merece mencionarse la apertura que e hizo en el mes de diciembre del establecimiento tipográfico, que lleva el nombre El Siglo, montado bajo un pie que, como cualquiera de los de la capital, puede satisfacer toda clase de trabajos.”[12]

Analizado todo lo anterior llegamos a dos conclusiones fundamentales: que la Edición Príncipe de la Memoria Histórica de la villa de Santa Clara y su jurisdicción no se terminó en 1858 sino en 1860 aunque pudo salir parte de ella en el 58 por lo que conservadoramente se debe referenciar como: Santa Clara 1858—1860. La otra que al ser este un libro de interés para la villa, no una novela u otra clase de escrito se entendió por los compañeros de Manuel Dionisio en el Ayuntamiento, recordemos: “El señor González a pesar de ser propietario, no es tan rico como que pueda disponer de una gruesa cantidad para llenar los costos de la publicación de su obra”, que el autor no debía cargar solo con la impresión sino que tenía que ser ayudado por el gobierno que en definitiva era el mayor beneficiado al ser esta la segunda historia local que se publicaba en Cuba y por ello a pesar de ya estar prácticamente impreso el libro, montaran toda la estrategia anteriormente expuesta en un acto de respeto y reconocimiento para con su colega, táctica que produjo al final el resultado esperado: la entrega al autor de los mil pesos.

En cuanto a la importancia del libro, ya hemos visto la otorgada por sus   contemporáneos, más tarde la crítica histórica le ha señalado insuficiencias comunes a todas las de su tipo y época, entre las principales, se manifiesta que el trabajo de González está más cerca de la crónica que de la historia, reconociéndosele sin embargo ser la más importante (por el caudal informativo) del periodo histórico en cual se edita[13], etapa marcada por la existencia de una censura muy fuerte, donde la historia de los colonizados solo podía ser escrita y publicada por los colonizadores en sus imprentas de la metrópoli. La Memoria, dentro de todo el proceso editorial de la colonia, constituye la quinta obra dedicada a la historia de la Isla escrita por un cubano y dentro de ellas la segunda referida a una localidad, publicada con un pie de imprenta nativo[14] , las otras obras de carácter histórico de autores cubanos publicadas en Cuba vendrían mucho más tarde, en 1888, dedicadas a Sancti Espíritus y Cienfuegos.

La “Memoria” fue un signo del proceso de autoafirmación de la Villa como entidad socio-cultural, pues permitía constar con hechos que celebrar y personalidades a quien homenajear, afianzando su personalidad dentro del contexto regional y nacional. Muchos son los ejemplos que demuestran su trascendencia para el territorio entre ellos, se destacan como ya vimos la proposición y aceptación casi inmediata a la publicación (7 y 18 de junio de 1861) del día de la fundación como festivo, un poco antes en mayo se erige el monumento de la cruz y dan comienzo las veladas en honor a la misma (González había criticado la suspensión   de una especie de festejos populares conocidos como altares de la cruz antecesores directos de las veladas). El libro debió influir para que le fuera otorgado, por la reina, el título de ciudad a la entonces villa en 1867[15].

Otros sucesos relacionados directamente con la obra de González son: Mas tarde el 15 de julio de 1886 se inaugura el obelisco a los Padres Conyedo y Hurtado en el parque de recreo de la ciudad (el obelisco había sido propuesto que se erigiera en honor a la fundación en junio del 61 pero no llegó a concretarse por la falta de fondos del Ayuntamiento). La celebración en 1889 del segundo centenario de la ciudad donde se premió con medalla de oro la obra de Manuel Dionisio y se ofreció otro premio a la mejor continuación de la misma que quedó desierto. En el diseño del escudo de la ciudad, propuesto en 1894 y aprobado en 1918, los cuarteles superior e inferior se representan hechos narrados en la “Memoria” y ya más próximo, el 15 de julio de 1951, la inauguración en el parque del Carmen del Monumento a las Familias Fundadoras.

La producción de materiales bibliográficos que han tratado de dar continuidad a la historia de Manuel Dionisio de una forma u otra, inspirados en su ejemplo, ha sido abundante, ejemplo de ello lo constituye la misma revista “El 15 de Julio” de la que tratamos al comienzo y muchos artículos en periódicos y revistas locales, no obstante no existe ninguna obra publicada que haya dado continuación a la Memoria siquiera con la mera exposición ordenada de los acontecimientos ocurridos en la ciudad desde el 1858 hasta la fecha[16]. El intento más digno de merecimiento lo tiene el periodista santaclareño Julio Arturo Valdés quien desde los años veinte del siglo XX se lanzó a reeditar la obra actualizándola en la medida de sus posibilidades.

¿Cuándo se publicó la edición príncipe de la Memoria Histórica de la villa de Santa Clara y su jurisdicción? ¿Viaje a la génesis de un libro? Boletín Cultural Provincial Cartacuba No. 79 Año 8. Junio 2006. Grupo Guamo Sta. Clara.

 

[1] El 15 de julio de 1918. “PRECIOSO DOCUMENTO”. Santa Clara. 1918.

 

[2] El 15 de julio de 1918. “PRECIOSO DOCUMENTO”. Santa Clara. 1918. La Honorífica Distinción a la que se hace referencia le sería otorgada el 15 de noviembre de 1861 con el título de Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Ver Díaz Benítez, Ovidio Cosme. Santa Clara Nuestra. Editora Historia. La Habana. 2009. Pág. 70.

 

 

[3] Acta Capitular del 13 de abril de 1860, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara. El Acta Capitular es el documento donde se recogían las intervenciones en las reuniones del Ayuntamiento, Cabildo o Corporación. Hoy el Archivo Provincial de Historia está finalizando la digitalización de esos fondos.

 

[4] Acta Capitular del 3 de agosto de 1860, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.

 

[5] Acta Capitular del 3 de agosto de 1860, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.

 

[6] De la Sagra Ramón: Historia- Física, Económico- Político, Intelectual y Moral de la Isla de Cuba. Relación del Último Viaje del Autor. París. Librería de L. Hachette y Compañía. 1861. Págs. 147 y 148.

 

[7] De la Sagra Ramón: Historia- Física, Económico- Político, Intelectual y Moral de la Isla de Cuba. Relación del Último Viaje del Autor. París. Librería de L. Hachette y Compañía. 1861. Pág. 155.

 

[8] González, Manuel Dionisio: Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción”. VILLACLARA. Imprenta del Siglo. Calle San José. No 18. 1858-1860. Pág. 16.

 

[9] Existen otros formatos por ejemplo: Libro en octavo — un pliego da 8 hojas, 16 páginas. Libro en doceavo— un pliego da 12 hojas, 24 páginas, etc.

 

[10] El 15 de julio de 1918. “PRECIOSO DOCUMENTO”. Santa Clara. 1918.

 

[11] Existe una copia fiel del original digitalizada por los autores del presente trabajo en el 2002. En la actualidad forma parte de la Biblioteca Digital Santaclareña “Manuel Dionisio González”, creada por Francisco Antonio Ramos García y Juan Manuel Fernández Triana, La misma se presentó en marzo de 2013 en Santa Clara dentro de las actividades correspondientes a la XXII Feria Internacional del Libro. Contiene cerca de medio centenar de libros, más colecciones de revistas y periódicos santaclareños considerados raros y valiosos del fondo de los autores, la biblioteca Manuel García – Garófalo del Obispado de Santa Clara, el archivo de Rafael Pérez González y otras instituciones.

 

[12] González, Manuel Dionisio: Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción”. VIILLACLARA. Imprenta del Siglo. Calle San José. No 18. 1858-1860. Pág. 412.

 

[13] En las primeras décadas del siglo XIX la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) había convocado a realizar estudios historiográficos locales de los cuales se publicaron algunos en sus “Memorias” pero ninguno de ellos alcanzó la importancia del de Manuel Dionisio. En cuanto a nosotros la principal imperfección que le encontramos a la obra es la carencia de un índice.

 

[14] Las otras fueron: En 1789 la primera parte del “Teatro histórico, jurídico y Político- Militar de la Isla Fernandina de Cuba”. Imprenta de Esteban José Boloña. Habana. Del habanero Ignacio José Urrutia (1735-1795), en 1813 la “Historia de la Isla de Cuba y en especial de la Habana”. Imprenta La Cena .Habana de Antonio José Valdés (Matanzas 1780- México 1850), la tercera en 1830-1831 la “Llave del nuevo mundo” por la imprenta de la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) de José Martín Félix de Arrate (Habana 1701-1765) y la primera historia local de cierta envergadura en 1854 “Memorias de un Matancero” de Pedro Antonio Alfonso Matanzas (1811-?). En 1876 financiado por la SEAP la imprenta habanera de Andrés Pego publica bajo el título de “Los tres primeros historiadores de esta Isla” donde reúne los trabajos de Urrutia, Valdés, Arrate y algunos estudios locales sobre los que comentamos en la nota anterior.

 

[15] El Ayuntamiento había realizado varias gestiones para obtener el ansiado Título de “Ciudad” desde 1813, la de mayor éxito había ocurrido en 1839, donde se señaló que para conferir dicho Título, debía establecerse en un sitio conveniente una cárcel sólida y con condiciones. Ver González, Manuel Dionisio: “Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su Jurisdicción”. VIILLACLARA. Imprenta del Siglo. Calle San José. No 18. 1858-1860. Pág. 481. Para 1867 ya esto también había sido logrado.

[16] En el 2004 se publicó un pequeño libro por la Editorial Capiro con el título de “Una villa entre dos ríos”, de la historiadora, Migdalia Cabrera Cuellar, que abarca en forma sintética la misma etapa histórica que el de Manuel Dionisio. Con posterioridad se publicó por un colectivo de historiadores, integrado por Hedy Águila, Iván Brito, Ovidio Díaz, Virgilio Espinosa, Aremis Hurtado, Alfredo Pérez y Blanca Velazco, la “Síntesis Histórica Municipal. Santa Clara”. por la Editora Historia. La Habana. 2010. Un trabajo finalizado a principios de los años noventa del siglo XX y que tuvo que esperar casi veinte años para ver la luz y no de forma íntegra sino una síntesis.

 

 


MENGELE

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Gráfica de Marcelo Saratella.

Gráfica de Marcelo Saratella.

Por Eduardo Galeano*
Por razones de higiene, a la entrada de las cámaras de gas había rejillas de hierro. Ahí los funcionarios limpiaban el barro de sus botas.
Los condenados, en cambio, entraban descalzos. Entraban por la puerta y salían por las chimeneas, después de ser despojados de los dientes de oro, la grasa, el pelo y todo lo que pudiera tener valor.
Allí, en Auschwitz, el doctor Josef Mengele hacía sus experimentos.
Como otros sabios nazis, él soñaba con criaderos capaces de generar la súper raza del futuro. Para estudiar y evitar las taras hereditarias, trabajaba con moscas de cuatro alas, ratones sin patas, enanos y judíos. Pero nada excitaba tanto su pasión científica como los niños gemelos.
Mengele repartía chocolatines y afectuosas palmadas entre sus cobayos infantiles, aunque en la mayoría de los casos no resultaron útiles al progreso de la Ciencia.
Intentó convertir a algunos gemelos en hermanos siameses, y les abrió las espaldas para conectarles las venas: murieron despegados y aullando de dolor.
A otros trató de cambiarles el sexo: murieron mutilados.
A otros les operó las cuerdas vocales, para cambiarles la voz: murieron mudos.
Para embellecer la especie, inyectó tintura azul en gemelos de ojos oscuros: murieron ciegos.

*De su libro Espejos, regalo de mis amigos uruguayos José Claudio Sanguinetti y Julia Gadé.


AIDA VEITÍA. MADRESELVA QUE EN FLOR…

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Aida Veitía

Por Alexis Castañeda Pérez de Alejo

La semana pasada falleció en Santa Clara Aida Veitía, madre de las populares intérpretes Anet y Vivian Carranza.
Aunque poco conocido —o demasiado olvidado—, Aida fue también una excelente artista de la música. Cuando tenía apenas 11 años obtuvo el Primer Premio por  su interpretación del célebre tango Madreselva, en un concurso buscador de estrellas convocado por la estación radial COCO.
Apenas salía de la adolescencia y conoce a Eduardo Carranza, intérprete de facultades excepcionales, a quien se une en matrimonio. Esto le permitió aprender otros secretos de la voz, hizo con él un dúo que se mantuvo muy activo por diferentes espacios de la provincia, hasta que nació la primera hija, a la que llamaron Anet.
El nacimiento pronto de otros hijos y penurias propias de la época hizo que Aida no se mantuviera trabajando profesionalmente, aunque nunca abandonó el canto. La recuerdo en los años ochenta, revivida,  llenando las noches de la entonces animada Casa de Cultura ¨Juan Marinello¨ de tangos y rancheras, junto a sus hijos Esteban y Víctor Andrés.
Hacia finales de los 90 llegó a El Mejunje y organizó una peña de tangos junto a un grupo de viejos amantes de la música argentina. El  27 de febrero de 2001 un grupo de amigos le organizamos un concierto en este popular centro, bajo el sugerente nombre de Madreselva, en el que participó parte su familia.
Tal vez el nombre de Aida Veitía no esté anotado en ningún recuento histórico de la música villaclareña, pero de seguro estará en el recuerdo de los que la conocimos y disfrutamos deslumbrados de su excepcional voz y de la fuerza de su pasión.
Presente y multiplicada, además, en una familia que ha mantenido la tradición,  como veneración a quien supo trasmitirle el ímpetu de su sensibilidad y amor por la música, aún en medio de las adversidades y desaires de la vida.


POESÍA, SOCIEDAD E HISTORIA

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POESÍA

Por Juan Nicolás Padrón

Posiblemente algunos conceptos establecidos en Cuba, son objetables para referirse a las diferentes etapas de la poesía cubana, y deben pasar por un riguroso cuestionamiento a la luz de los estudios culturales de los últimos años. Tal vez solo se mantengan firmes, con la ajustada peculiaridad cubana, el romanticismo y el modernismo ―y también las débiles “vanguardias” cubanas. Todavía en las escuelas se repite que Rubén Darío fue el iniciador del modernismo, y que esta poética se basa en el verso; resulta imprescindible relacionarlo con los principios de la modernidad, lo dejado por el desastre español del 98 en Cuba y el nacimiento del imperialismo como maduración del capitalismo, y tener en cuenta los ensayos de José Martí en esta nueva escritura. Cuesta mucho trabajo realizar una integración nutricia entre Historia y Literatura, pues más bien se presenta una suma mecánica copiada de otras realidades, y entre los datos biográficos de un autor y los mensajes de su obra poética, ¿para qué sirven las referencias históricas, si estas no se utilizan para reforzar la explicación del espíritu literario de cada período?, ¿de qué vale la biografía, si esta no es relacionada con la obra literaria? En los primeros siglos de conquista y colonización ―o sea, invasión―, antes de que se forjaran la identidad cultural y la conciencia nacional, se consideraba a Cuba parte de España; por tanto, no solo son valiosas las obras poéticas en que se destacaba de manera directa, y a veces sospechosamente, una incipiente identidad insular, sino las que la literatura ha recogido en el escenario cubano como parte del patrimonio literario hispánico. El retrato de Diego Velázquez en Santiago de Cuba, que se recoge en las Elegías de varones ilustres de Indias, de Juan de Castellanos, forma parte también del  primer quehacer literario sobre Cuba. Lecturas como estas pertenecen al acervo educativo y cultural de la isla, y contribuyen a contextualizar la realidad con sus referencias histórico-poéticas.

Como se sabe, Espejo de paciencia, del canario Silvestre de Balboa Troya y Quesada, fue dado a conocer en 1838 por José Antonio Echeverría en la revista El Plantel, aunque la obra haya sido escrita entre 1604 y 1608, y recogida en la Historia de la isla y catedral de Cuba, del obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz. Echeverría participaba en las tertulias de Domingo del Monte, un ferviente propagandista del abolicionismo ―su familia y él mismo dependían del trabajo esclavo, y estaban desesperados por convertir a los esclavos en obreros, como ya sucedía en el “primer mundo”―, y es presumible que se hicieran algunas alteraciones en los textos publicados; resulta sospechoso que el esclavo Salvador Golomón, convertido en el segundo personaje más importante del poema ―fue quien le dio muerte al pirata y resultó el héroe de la historia―, no estuviera relacionado entre quienes rescatan al obispo Juan de las Cabezas Altamirano con el Capitán Ramos, ni se mencione en el motete. Estudios históricos recientes han sacado a la luz la permisividad del obispo con el “comercio de rescate” con piratas, y las intencionadas motivaciones de Balboa, uno de los mayores contrabandistas de Bayamo, para escribir el susodicho poema. A pesar de que se ha repetido que Espejo de paciencia, fue nuestra primera obra literaria, 74 de las 138 estrofas de La Florida, de fray Alonso Gregorio de Escobedo, poema escrito entre 1587 y 1598, pertenecen a Cuba, con una descripción natural y social digna de figurar como nuestro primer monumento literario. El criterio más sólido para sostener esta propuesta, se basa sobre todo en los altos valores poéticos y testimoniales relacionados con la naturaleza y la sociedad de la Isla en aquellos tiempos, mucho más convincentes que los expresados en el Espejo…. Sin embargo, todavía está pendiente generalizar el conocimiento de La Florida como nuestra primera obra poética y literaria, no solo porque resulta así cronológicamente, sino porque abunda en pasajes de diferentes sitios, tanto desde el punto de vista de sus bellezas naturales como de la sociedad, a pesar de que su autor no vivía en la isla ―tampoco Silvestre de Balboa había nacido en Cuba, y ambos eran españoles, pues este territorio formaba parte de las tierras conquistadas.

El siglo XVIII muestra a poetas habaneros, villaclareños, santiagueros y bayameses, que daban fe, con diversos temas, de la construcción de una cultura poética relacionada con Cuba, y expresaban su verdadera identidad en obras de peculiar inmediatez. Sin embargo, poco de esos poemas se ha incorporado hasta hoy en nuestras antologías, después de que José Lezama Lima los publicara en la Biblioteca Básica de Autores Cubanos en 1965; apenas se contemplan en los planes de enseñanza, ni existe un estudio más detenido de ellos, especialmente los relacionados con la diferenciación entre la religiosidad católica de los cubanos y la española, un temprano indicador de identidad. Tampoco han suscitado atención composiciones consideradas dentro de la poesía popular, publicadas en diarios y revistas, piezas de valor no solo para comprender el nacimiento de la poesía cubana y el temprano amor de sus habitantes por la cultura, sino para entender la sociedad en su “manía de versar”, necesidad espiritual que se consolidó antes de la formación de la identidad nacional, también fuera de La Habana, algunas veces junto al recurrido humor, y otras, con ejemplos de elogios heroicos, sin la heredada gravedad medieval española. Un suceso como la ocupación inglesa de la capital cubana hizo posible que, en 1763, la marquesa Beatriz de Jústiz de Santa Ana diera a conocer su Dolorosa métrica, poema-documento que posiblemente constituya la primera acta poética de identidad; pero nunca se ha presentado así, quizás por prejuicios de nuestros estudiosos, casi siempre varones, y aunque la obra es conocida y citada, se estudia poco en esa dirección, tal vez porque es difícil reconocer que nuestra primera poesía patriótica la escribió una mujer. En el propio siglo, y en el siguiente, fue común y natural que las obras de teatro se concibieran en verso, por lo que resulta necesario incorporar parte de ellas al patrimonio poético, al menos para atender el manejo de lo poético en textos dramáticos que fueron muy populares; si bien ha sido muy mencionada en todas las historias literarias la primera obra de teatro cubana: El príncipe jardinero y fingido Cloridano, de Santiago Pita, su lectura solo ha sido recientemente promovida por los estudiosos del teatro, sin abundar en los análisis poéticos, aunque en la obra hay una notable variedad estrófica ―redondillas, liras, décimas, romances, pareados y ovillejos―, y la belleza verbal en la expresión del amor en la pareja y el peculiar uso del humor constituyen dos elementos importantes del ser nacional.

La llegada de la Ilustración a Cuba coincidió con la maduración de condiciones generales favorables, no solo para la potenciación de su identidad cultural, sino para la formación de la nacional, separada, ahora sí, de España, y señaló el camino de la independencia, cuyos complejos análisis han sido revolucionados en las últimas décadas por historiadores y pensadores sociales. Sin embargo, los estudios literarios no han tenido en cuenta estas contribuciones recientes, ni las indagaciones sobre nuevos actores sociales o la dimensión cobrada por otros ya conocidos; algunos profesores y escritores han cometido la ingenuidad de tomar al pie de la letra lo que se ha repetido sobre estos hombres, que, si bien han contribuido a fundar el pensamiento de la patria cubana, deben ser ubicados en sus respectivos contextos históricos, sociales y políticos a la luz de las nuevas fuentes. Se repiten “verdades” que han quedado superadas por los estudios historiográficos y sociológicos recientes, aun no incorporados a las historias literarias o a los ensayos de carácter artístico-literario. Se continúa exagerando el papel benéfico del patricio fundador Francisco de Arango y Parreño. Poco se profundiza en la ideología liberal del obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa, el Obispo Espada, quien por sus ideas para Cuba, se convirtió en enemigo del rey de España y del papa. Un pensamiento patriótico tan complejo como el de José Antonio Saco, quien realizó un particular análisis de la sociedad cubana, merece estudiarse detenidamente como parte de una corriente conservadora que también existió y no hay por qué negarla. Actuaciones tan controvertidas, como la de Domingo del Monte ―a veces, desconocido en su real dimensión de “real y útil”, como lo calificara Martí, y, al mismo tiempo, turbio, pragmático o conservador por sus actuaciones―, serían un apasionante tema para debatir, al igual que itinerarios de vida como el de Narciso López, quien de oficial del ejército colonial pasó a ser un líder patriótico   ―muerto a garrote vil por las autoridades españolas― de un movimiento anexionista a los Estados Unidos. La trayectoria de Enrique José Varona ―quien de convencido súbdito español cuando joven, renunció a esa condición al ver despedazado e incinerado el cadáver de Ignacio Agramonte en la Plaza de San Juan de Dios en Camagüey, y de ahí transitó a abrazar el independentismo, aceptar la vicepresidencia de la república en su madurez, y, posteriormente, ser un crítico de ella y un paradigma de los estudiantes universitarios de izquierda en la lucha antimachadista―, no se atiende en su justa evolución, porque generalmente se ofrecen en las semblanzas de los protagonistas visiones estáticas como si cada sujeto fuera una pieza inalterable. Resulta imprescindible tener en cuenta los cambios de matices en la ideología de cualquier ser humano, y la incorporación de nuevos actores en la sociedad y la historia, como José Aponte, recientemente revalorizado, y analizar las figuras sin suspicacias, para comprender la real evolución de la sociedad. El aprendizaje no solo se resuelve con una simple información o poniendo el rótulo de reformistas, abolicionistas, anexionistas, positivistas… Es impostergable asimilar los últimos resultados de las ciencias sociales e incorporarlos con lucidez y profundidad a los estudios literarios, rezagados en estas interconexiones.

II

Los mensajes de los poetas neoclásicos cubanos no tienen por qué analizarse bajo ideales de independencia nacional, aunque se adelantó un clima separatista por los años 20 con el padre Félix Varela. Generalmente, quienes cantaron en una zona de su obra a la naturaleza arcádica de la Isla, cuando se acercaron a lo social, como rasgo típico del estilo neoclásico, lo hicieron bajo su condición de vasallos de la corona española en Cuba, y no veían en la independencia un camino ni positivo ni viable. El entusiasmo nacionalista predominaría en historias literarias posteriores que habían perdido el contexto, a veces de manera inconsciente, y al final participaban de una manipulación, tal vez involuntaria. Apenas se explicaba una parte de la valiosa obra poética de Manuel de Zequeira, quien peleó contra las tropas de Simón Bolívar y cuyas odas en octavas reales, nada menos que la forma estrófica del himno nacional de Cuba, sirvieron para glorificar las victorias de España sobre los pueblos originarios de América, como se muestra en la “Batalla naval de Cortés en La Laguna”. Hasta hace un tiempo no se ahondaba en la situación del primer romántico americano: José María Heredia, después de escribir su carta al capitán general Miguel Tacón para regresar a Cuba, objeto de críticas virulentas por parte de sus contemporáneos y salvado por Martí para la Historia ―es posible que de no existir la previsión, el genio y autoridad martianos en su conocido elogio, Heredia ahora sería estudiado como un “traidor”―; o en el fusilamiento de Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido, víctima del racismo de sus colegas cubanos ―apenas mencionado―, y al mismo tiempo, del racismo y el colonialismo español; aún se debate el de Juan Clemente Zenea, bajo la duda de si fue patriota o traidor. Quizás todavía se esté brindando en las escuelas una historia maquillada, edulcorada o suavizada del período romántico, tal y como algunos de sus protagonistas quisieron que fuera, o como la compusieron estudiosos del pasado, sin el conflicto real de una sociedad colonial y esclavista, es decir colonialista y racista, de cubanos, que en pugna con los intereses de la metrópoli, al mismo tiempo se sentían parte de la sociedad española en ultramar. En los años 60 del siglo pasado, mis profesores ―sacerdotes― de las Escuelas Pías afirmaban que Gertrudis Gómez de Avellaneda era una dramaturga española, y estudiosos cubanos de esa época no la consideraban parte de la identidad poética cubana.

Una vez desaparecidos en la última década del siglo XIX los principales modernistas: José Martí, 1895; Julián del Casal, 1893; Juana Borrero, 1896; o Carlos Pío Uhrbach, 1897; parecería que la desorientación o dispersión ocasionada por estas muertes traería una inmovilización en la evolución de la poesía cubana. De alguna manera fue la opinión repetida a partir de los estudios del español Federico de Onís, quien sentó cátedra no solo para Cuba, sino para América Latina; sin embargo, no hubo tal estancamiento después del modernismo, y convendría revisar la variedad de libros publicados cuando el modernismo estaba declinando, que muestra una gran diversidad de caminos estéticos no muy bien estudiados. Además, hay un desconocimiento u omisión de las relaciones entre la poesía de los diferentes países de América Latina, y todavía más entre los del Caribe. Baste señalar las influencias e intercambios con poetas cubanos de Rubén Darío, José Santos Chocano, Amado Nervo, Salvador Díaz Mirón, Luis Gonzaga Urbina, Enrique González Martínez, Juan de Dios Peza, Salvador Rueda, Porfirio Barba Jacob… En el período que algunos han llamado “posmodernismo” se hizo patente el rechazo al lenguaje ampuloso, y la propuesta nueva se dirigió hacia la sencillez expresiva, como en las poéticas de Manuel Magallanes Moure en Chile o de Agustín Acosta; se buscó un seguimiento de la tradición clásica y su enriquecimiento de la forma poética, como en la obra de Enrique Banchs en Argentina, Alfonso Reyes en México o Regino Boti; se continuó el romanticismo con nuevas maneras, como en los casos de Porfirio Barba Jacob en Colombia, Carlos Sabat Ercasty en Uruguay o Gustavo Sánchez Galarraga; se desarrolló un explícito prosaísmo popular, comprobado en la poesía de Evaristo Carriego en Argentina, Carlos Pezoa en Chile y José Manuel Poveda; hubo un uso de la “ironía sentimental” en poemas de Baldomero Fernández Moreno en Argentina, Luis Carlos López en Colombia, así como en versos de José Zacarías Tallet, María Villar Buceta y Rubén Martínez Villena. Como se puede comprobar, los cubanos participaron de varios de los derroteros latinoamericanos luego del agotamiento del discurso modernista, por lo que más que estancamiento ha sido una multiplicación de opciones, no muy estudiadas. Existe una evidente carencia de estudios más complejos y actuales sobre la poesía de esta etapa, que tributen al necesario conocimiento de la comunicación entre las poéticas latinoamericanas: hoy es un asunto estratégico en nuestras universidades, saturadas de estudios “poscoloniales” y “trasatlánticos”.

Se ha destacado la poca promoción o reconocimiento de la poesía escrita por mujeres a lo largo de la historia literaria cubana, aun cuando irrumpen sus publicaciones con mayor fuerza en los primeros años republicanos. Del siglo XIX solo se han estudiado con detenimiento las grandes figuras del romanticismo: Gertrudis Gómez de Avellaneda y Luisa Pérez de Zambrana. Si bien han sido visibles voces femeninas del modernismo, como Juana Borrero, Mercedes Matamoros y María Luisa Milanés, y recientemente Emilia Bernal, Nieves Xenes y Mariana de la Torre, junto a la más reconocida María Villar Buceta, ya en plena vanguardia, todavía no se ha explorado con precisión la singularidad de sus respectivas obras. En determinadas coyunturas afloran estudios sobre una figura, como Dulce María Loynaz cuando obtuvo el Premio Miguel de Cervantes, mientras otras poéticas permanecen en la sombra, como las de Mirta Aguirre, Serafina Núñez y Cleva Solís, o se encasillan, como les ha sucedido a Carilda Oliver Labra y Rafaela Chacón Nardi. Hasta hace poco Fina García Marruz se estudiaba en el “bloque” de los origenistas, sin reparar en que se trata de una de las poéticas más consistentes de la historia literaria cubana. También por diferentes causas, poetas cubanas son más reconocidas fuera que dentro de la Isla, o se olvida esa zona de su creación cuando también son narradoras, como en el caso de Marilyn Bobes y Wendy Guerra. Afortunadamente, las ediciones territoriales les han otorgado más visibilidad a estas poéticas, aunque todavía no se equilibren en su alcance promocional con los varones; puede comprobarse la explosión de apreciables autoras recientes, muchas de ellas de La Habana, como Caridad Atencio, o iniciadas en sus provincias, como Jamila Medina de Holguín, o Legna Rodríguez de Camagüey; nombres como Laura Ruiz o Yenira Marimón en Matanzas, Liudmila Quincoses en Sancti Spíritus, Ileana Álvarez en Ciego de Ávila o Teresa Melo en Santiago de Cuba, dan fe de esta riqueza repartida por toda la Isla. Pudiera recopilarse, asimismo, una excelente antología de autoras de la diáspora. Si bien han aparecido en los últimos años algunas antologías de poesía femenina, en sentido general no han pasado todavía a formar parte del canon de la enseñanza.

III

El movimiento romántico cubano fue muy importante para la construcción de la cultura cubana y latinoamericana; incluso, una vez agotada la retórica romántica, muchos poemas han continuado publicándose durante largo tiempo; algunos poetas llamados “de transición”, abrieron paso al modernismo, y otras “transiciones” continuaron también, cuando comenzaron a prefigurarse las vanguardias, pues no se abandonó del todo el espíritu romántico ante nuevas circunstancias. Al comenzar el siglo XX en América Latina se acrecentó el abandono paulatino de los temas rurales y la asunción consciente del espacio urbano. El llamado neorromanticismo se adaptó a las nuevas condiciones de las ciudades y constituyó un fenómeno cultural continental significativo, traducido en una impresionante popularidad del tema amoroso, cuya primera cima quizás pueda localizarse en La amada inmóvil, 1922, del mexicano Amado Nervo, continuada por Veinte poemas de amor y una canción desesperada, 1924, del chileno Pablo Neruda, aun cuando desde Trilce, en el histórico 1922, el peruano César Vallejo estuviera abriendo un camino original vanguardista en América, en el dramático escenario de una cárcel. Una asignatura pendiente de los estudios de la literatura cubana ha sido un análisis más objetivo y menos prejuicioso del neorromanticismo criollo, en poéticas que siguieron al modernismo, muchas veces mezclándose entre ellas, y otras superándolo. En versos de un “renovador” como Agustín Acosta podemos identificar expresiones neorrománticas, casi hasta el final de su escritura. Los primeros poemas de algunos creadores ubicados entre el “posmodernismo” y las débiles vanguardias cubanas pueden considerarse neorrománticos, con alguna que otra incursión en el lenguaje epigonal de los modernistas; esta mezcla se puede constatar en Manuel Navarro Luna ―Ritmos dolientes, 1919, Corazón adentro, 1920, y Refugio, 1927―; Regino Pedroso ―La ruta de Bagdad, 1918-1923, y Las canciones de ayer, 1924-1926―; Mariano Brull ―La casa del silencio,1916―; Nicolás Guillén ―Cerebro y corazón, 1922―, y también en textos de Rubén Martínez Villena.

Salvo los ensayos de Virgilio López Lemus, se ha valorado poco la enorme popularidad de los neorrománticos ni la prevalencia de esta estética en la cultura y la idiosincrasia cubana ―tal vez en ello influya el temor a parecer Kitsch o light. El desconocimiento o prejuicio hacia el movimiento neorromántico incluye la exclusión de sus obras importantes, o el olvido de Gustavo Sánchez Galarraga, un poeta popular en los primeros veinte años del siglo pasado, libretista del teatro musical, con una docena de cuadernos publicados, entre los que sobresale La fuente matinal, 1915; y sobre todo, las reticencias en torno a la obra de José Ángel Buesa, de quien resulta ridículo obviar un volumen como Oasis, 1943, el título con más reediciones de la historia del libro en Cuba, con unas treinta. Buesa, con más de veinte libros publicados desde la década del 30 hasta los años 2000, ha constituido un fenómeno sociocultural que rebasa los análisis dentro del género y de las fronteras cubanas. Si se realizara una selección depurada de la poesía de carácter amoroso-intimista, posiblemente pudieran tenerse en cuenta en nuestra historia poética “legitimada” varios nombres y lecturas neorrománticas, algunas de ellas traspasadas directa o indirectamente a la canción amorosa, en especial al bolero. Y aunque parezca que esta estética ha quedado atrás, una buena parte de los actuales receptores, jóvenes y viejos, continúa acercándose a esta retórica poco estudiada, que para muchos sigue siendo “la poesía”. Parece que todavía quedan pendientes estudios más relacionados con la vida cultural, vital y vigente de Cuba y de América Latina, pues no basta formar especialistas que trabajen solo con la emisión de mensajes, sino también con la recepción de poemas, poéticas y poetas, en aras de formar a un público que actualmente es mínimo y poco entrenado.

Otra asignatura pendiente es el estudio riguroso y actualizado del intimismo, quizás aún bajo la sombra de otros complejos y prejuicios. Los estudiosos y críticos han reconocido que el joven Juan Marinello fue uno de los iniciadores del camino intimista, así como Mirta Aguirre; sin embargo, llama la atención que no se hayan promovido de esta manera. Es cierto que los primeros en evitarlo fueron ellos mismos, afiliados al Partido Socialista Popular; dos disciplinados comunistas, buena parte de cuya obra ensayística y periodística se concentró en tareas encargadas por un Partido muy influido por el dogmatismo estalinista, que inculcaba un complejo de culpabilidad hacia determinados temas culturales, aún más cuando se trataba de la poesía intimista, tan alejada de la agitación de masas. Aunque tanto Marinello como la Aguirre se sintieron en la obligación de argumentar que esas obras intimistas habían sido ejercicios de juventud, mucho tiempo después y avanzado el período revolucionario, por los años 80, autorizaron la reedición de cuadernos como Liberación, 1927, y Presencia interior, 1938, respectivamente. La condición de comunista no es excluyente de la expresión de la intimidad, en que esperanzas y desánimos se trenzan desde el interior, lejos de los prototipos del “realismo socialista”, que algunos ideólogos pretendían imponer como modelos exclusivos. La obra de arte posee recepciones independientes de la voluntad del autor, y una de las funciones de los estudiosos y críticos del arte y la literatura es analizar, insertar y establecer con rigor nuevas lecturas; a la luz de una visión contemporánea, es necesario revisar estos textos, y quizás otros, para completar un mapa más acabado del intimismo en la poesía cubana. “Nuevos” poetas viejos, que apenas hoy se manejan en la promoción, forman parte de ciertas cercanías intimistas que alimentaron la fantasía y el devenir poético en una Isla con fuerte asentamiento cultural “occidental” en su espiritualidad. ¿Acaso no sería posible una estrategia de publicación, para contrarrestar, entre otras ganancias, ciertas exclusiones “desideologizantes” y enriquecer el espectro de las mejores opciones de sensibilidad ante un público ávido de ellas?

El desafío de la lucha ideológica actual requiere de una fuerte comprensión de la historia, de la sociedad y de la cultura en su integración y no de manera separada; en el caso cubano, los derroteros que anunció uno de sus más grandes poetas, José Martí, coincidió con la ideología y política que trazaba para su república. No es posible separar poesía, sociedad e historia, al menos en Cuba o en América Latina, desconociendo los aportes simbólicos evidentes que ha dejado la poesía en sus diferentes períodos, y los que inciden en la actualidad, en interrelación con su sociedad y lo que han representado esos paradigmas para la Historia. Lezama había advertido los hilos invisibles de la espiritualidad que marcan sutiles saberes, imposibles de encontrar en otras disciplinas del conocimiento, para entender la sociedad y la historia. Todavía no se ha profundizado como se merece cuánto hay, bajo lo intuitivo o lo emotivo cercano al conocimiento poético, para movilizar sentimientos de aceptación o comprensión, y también de rechazo o falta de entendimiento, ante diversos temas y asuntos registrados en otras zonas de la realidad ajenas a la poesía, la literatura, e incluso, a lo que se ha aceptado como “cultura”, y que mantiene vasos comunicantes tributarios a reforzar compromisos, un aspecto decisivo para la solidez verdadera de una conducta política e ideológica en la sociedad y una posición ante la Historia. Hugo Chávez lo sabía y lo practicaba de manera muy eficaz para desarrollar la lucha ideológica en la Revolución Bolivariana, con toda la conciencia histórica que merece este corpus; él recitaba y cantaba, transmitía cultura y alimentaba relaciones de convivencia ciudadanas y de amistad basadas en aspectos emotivos que la cultura poética y musical de su pueblo había adelantado. No en balde para José Martí la poesía era esencia en nuestros pueblos; no por gusto había apuntado: “En América rimamos ideas, más que sentimientos. Se olvida que la poesía, y el arte todo, está en la emoción, en la emoción suprema e inesperada, por donde, en una hora propicia, culmina todo un orden de emociones semejantes, y hasta entonces, como parciales e insuficientes” (1), y en medio de los preparativos de la Guerra de Independencia, le confiesa a su amigo más íntimo: “La razón no triunfa sin la poesía” (2).

Notas

(1) José Martí: Obras Completas, Cuaderno de apuntes. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975,  t. 21, p. 432.

(2) Ver: Carta a Fermín Valdés Domínguez, Nueva Orleans, 30 de mayo [de 1894]; en José Martí, Obras Completas, Epistolario. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975, t. 3, p. 195.

 

Juan Nicolás Padrón

Reino autónomo

Por Juan Nicolás Padrón

JUAN NICOLÁS PADRÓN (Pinar del Río/Cuba, 1950): Poeta y Licenciado en Filología y especializado en Lengua y Literatura Hispánica. Posee postgrados en Filosofía y Lingüística, además de Cursos de Pedagogía y Sicología. Actualmente es Investigador del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas de Cuba. También ha sido Director de Literatura del Instituto Cubano del Libro; Director de la Editorial Letras Cubanas y Subdirector de la Editorial Casa. Su desempeño en el ámbito de las letras lo ha desarrollado como editor, profesor, jurado, poeta, ensayista, coordinador de encuentros literarios y artísticos, prologuista, articulista, antologador y conferencista en distintos países como Cuba, España, México, Argentina y Canadá. Ha participado en la Ferias Internacionales del Libro de Cuba, Ciudad de México, Guadalajara, Buenos Aires y Santiago de Chile. Su obra poética se encuentra en la edición de los siguientes libros: “El polvo finísimo del tiempo” 1983; “Desnudo en el camino” 1988; “Peregrinaciones” 1991; “Crónica de la noche” 1995. Su última publicación es el ensayo sobre la identidad cubana “La Palma en el Huracán” (Ediciones Rodriguistas, Santiago-Chile 2000).

Fuente CUBARTE


LOS CUARENTA DEL CATURLA

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Expo: “Miradas, lo que no alcanzamos a ver”. A la derecha una lámpara escribanía y esculturas del Despacho de Alejandro García Caturla. En un segundo plano la máquina de escribir del compositor y en el panel, enmarcado, solicitud de cobro del premio y mención obtenido en el Concurso Nacional de Música. Sobre el dado que contiene las esculturas y lámpara, enmarcados los diplomas emitidos por dicho concurso.

 Por Gladys Rodríguez Ferrero

 Fotos: Cortesía del Museo

El inmueble, que aparece reflejado en un grabado correspondiente al año 1844 elaborado por Federico Mialhe, fue construido en 1825 por el Coronel de Milicias Manuel José de Rojas y Rodríguez-Guijarro para su familia. En 1875 el inmueble fue reedificado totalmente, presentando el aspecto actual del museo que lleva el nombre de su bisnieto: Alejandro García Caturla.

Este bisnieto nació en esa villa de San Juan de los Remedios, actual provincia de Villa Clara, el 7 de marzo de 1906.  Y fue compositor, violinista y director de orquesta. Pero, además, estudió Leyes en la Universidad de La Habana. Mientras, continuaba realizando estudios de música, estando al día acerca de lo que en los años 1925 y 1927, se hacía en Europa. La revista Social publicó la partitura de su Danza lucumí, que luego formó parte del tríptico orquestal Tres danzas cubanas.  

Al concluir sus estudios de abogado, en 1927, regresa a su ciudad natal. Funda entonces una Orquesta de Cámara animado con similares empeños musicales a los que movían a sus amigos Alejo Carpentier y Amadeo Roldán. Con ellos había establecido amistad durante su estancia en La Habana. Caturla trataba de llevar adelante un nuevo modo de hacer música. Con la Orquesta de Cámara estrenó, en abril de 1927, su Obertura cubana, obra enraizada en lo más puro de la música cubana.

Influido por los minoristas y sus postulados renovadores, algunos de cuyos miembros pudo conocer mientras estudiaba en la Universidad,  en octubre de 1927, fundó en Remedios un pequeño periódico, Los minoristas,  de vida efímera,  pues solo apareció ese número. En él emerge su primera crítica a Amadeo Roldán, como director de orquesta.

Ya con su título de abogado, parte hacia París, en 1928. Lleva consigo un buen número de obras: Obertura cubana, Tres danzas, Guajiras, Poema de verano y Poema de ambiente cubano.

Una vez en París Caturla quiere, ante todo, estudiar. La profesora Nadia Boulanger lo acoge como alumno. Sin embargo, más que impartirle clases y lecciones de  música, intercambia con él criterios y conocimientos, aspecto este que lo orienta y estimula.

En 1929 escribe varios artículos para la revista Musicalia, dirigida por María Muñoz y Antonio Quevedo. En el número correspondiente a Julio-Agosto de publica Posibilidades sinfónicas de la música afrocubana, profundo análisis sobre la incorporación de los ritmos afrocubanos al pentagrama musical.

Ya, en 1932, funda en Caibarién la Sociedad de Conciertos, desde donde divulgó la obra de músicos como Debussy, Ravel y Falla. Alejandro García Caturla fue violinista de las Orquestas Sinfónica y Filarmónica de La Habana.

En ese mismo año Leopold Stokowski estrena, en Nueva York, sus danzas Del tambor y Lucumí. Mientras, en Cuba, los maestros Pedro Sanjuán, Gonzalo Roig, Amadeo Roldán y José Ardévol dan a conocer sus creaciones musicales.

Participa en el Concurso Nacional de Música convocado, en 1937, por la Dirección de Cultura de la Secretaría de Educación. En él obtiene, en 1938, el primer premio con Obertura Cubana, y Mención Honorífica por Suite para Orquesta.

Su arte es síntesis de nacionalidad y universalidad, de tradición y actualidad. Supo fusionar, sabiamente, los postulados de la vanguardia musical europea con los ritmos cubanos. Caturla tuvo la posibilidad de alternar su pasión por la música, con el ejercicio de su trabajo como juez. El 12 de noviembre de 1940 fue asesinado por alguien a quien, horas más tarde, debía condenar. En noviembre de este año se cumplirán 75 años de su desaparición.

Inaugurado el 31 de mayo de 1975 el Museo Casa Alejandro García Caturla arriba a su cuadragésimo aniversario en medio del jolgorio de los festejos por el cumpleaños 500 de la fundación de la Villa de San Juan de los Remedios a celebrarse durante todo el mes de junio.

La construcción presenta una planta arquitectónica rectangular, su lado menor paralelo a la calle y cuenta con patio central. Su distribución espacial está conformada por: zaguán y sala al centro y habitaciones en los extremos de la primera crujía. En la segunda crujía está ubicado el comedor al centro y habitaciones en los extremos, de donde parten, perpendicularmente, los martillos con tres habitaciones cada uno. Cierra al fondo otra crujía paralela a la calle con locales de servicio.

La fachada presenta un portal corrido soportado por seis pilastras cuadradas, cinco arcos de medio punto, cornisamento, pretil compacto, doble carpintería, de tablero y francesa, rejas de hierro forjado y guardapolvos de repisa.

El 26 de enero de 1888 fallece el Coronel Caturla y Rojas. Los cuatro hijos de su matrimonio con Laudelina García-Conde y Carrillo son sus herederos. Su viuda es declarada representante legal y administradora de sus hijos menores de edad, junto al Lic. Alfredo González  Fuentes, en su carácter de esposo de Porcia de Caturla. Al morir Laudelina García-Conde en 1920, sus hijos venden el edificio al Comandante del Ejército Libertador Silvino Evelio García Balmaseda, quien se convertiría, posteriormente en el padre de Alejandro García Caturla.

Silvino García Balmaseda  procedía de una familia de patriotas, los García-Conde y Carrillo, y por la materna, de una antigua familia remediana. Procurador de profesión, se dedicó también a la administración de bienes. El 24 de marzo de 1905 contrajo matrimonio con su prima Diana Victoria de Caturla y García. Esta tiene familiares relacionados en las altas esferas políticas y financieras del país y goza de una posición económica desahogada,  lo que le permite adquirir la casa paterna de su esposa por la suma de veinte mil pesos.

Es a esta fecha que se corresponden algunas modificaciones como la adición de la galería al patio y la sustitución de los pisos en la mayoría de los espacios, a excepción de la Sala de Recibo y el Despacho de Silvino García. El colgadizo perimetral del patio interior, es de  marcada influencia ecléctica, estilo que llegó a Remedios con la aparición del hormigón utilizado en los pedestales y columnas adicionales.

Diana de Caturla y García, fallece el 24 de diciembre de 1946, bajo testamento abierto que había otorgado por escritura pública No.19 con fecha 4 de marzo de 1944 ante el notario Dra. María Rosa Rojas Escobar. Entre los bienes de la herencia se encuentra el inmueble adjudicado en usufructo a su viudo y la propiedad del mismo, por iguales partes, a favor de sus tres hijos Laudelina, Berta y Othón.

Debemos recordar que el primogénito, Alejandro, había sido asesinado el 12 de noviembre de 1940. Tras la muerte del hijo, Silvino García se dedicó a recuperar, organizar y conservar todas sus pertenencias. Compiló y encuadernó las cartas, telegramas y tarjetas de condolencia enviadas a la familia cada 12 de noviembre desde 1940 hasta 1957. También reunió y clasificó, escrupulosamente y con la conservación adecuada, el vestuario y otros elementos relacionados con la trágica desaparición física de Caturla.

Localizó y rescató la papelería musical en manos de editores, compositores e intelectuales cubanos y extranjeros, así como su extenso archivo judicial, labor en la que recibió la ayuda de su hijo Othón. Por otra parte se dedicó a la impresión de las obras del compositor. Y, con relación a la edición de la Danza Número 3 pregunta a Othón acerca de la cantidad real que hará falta imprimir.

De acuerdo a los estudios realizados por el personal técnico del Museo en la correspondencia de García Balmaseda se hace patente, cada vez más, la consulta de cada una de sus ideas y gestiones. Othón no es solamente  el familiar más cercano de Alejandro. Él no solo conoce de música. También y, al igual que su hermano,  es juez de instrucción.

Existe un instante en esa correspondencia en el que Silvino pregunta al hijo acerca de la herencia artística de Caturla. Y Othón propone organizar un museo en la casa natal. Propuesta que motiva extraordinariamente al padre que como ya ha identificado y ordenado el patrimonio, elabora un resumen cronológico de los aspectos más importantes de la biografía de Caturla que se convierte en un valioso diario familiar.

El Comandante Silvino Evelio García Balmaseda falleció el 2 de septiembre de 1959. Quedaba así extinguido el derecho real de usufructo y el pleno dominio de la vivienda pasa a favor de sus tres hijos. De ellos, Othón abandona el país poco tiempo después de triunfar la Revolución. Laudelina muere en 1966 y Berta también abandona el país en 1971.

El inmueble pasa al Consejo Nacional de Cultura y se da inicio a las labores para convertirlo en museo bajo los auspicios de la Dirección Nacional de Museos y Monumentos, el Consejo Provincial de Cultura en Las Villas y los esfuerzos personales de María Antonieta Henríquez, Directora fundadora del Museo Nacional de la Música.

A ella se debe la elaboración del primer guión y de la organización que se precisaba para la fundación  de esta institución museal. Entre sus objetivos fundamentales estaba el desarrollo del interés musical que permitiera no solo elevar el nivel cultural de la población sino también estimular el estudio de la obra de Alejandro García Caturla.

El 31 de mayo de 1975 se inaugura, oficialmente, el Museo Provincial de Música Alejandro García Caturla, porque fue ese su primer nombre. En las palabras de apertura María Antonieta Henríquez expresaba que con la creación de esta institución y cito  “no solo se rinde homenaje al creador de voz universal que con genial visión trastocó los cimientos de nuestra música, apoderándose con convencida avidez de la esencia, entraña y médula de los elementos sonoros para revertirlos en legítima y genuina expresión musical cubana, sino también al hombre, al ciudadano, que entregó su destino al respeto de la ley”. Fin de la cita.

El museo contó en sus inicios con nueve salas de exposición: Sala de Recibo, dos salas ambientadas: el Despacho de Silvino García y el Despacho de Alejandro García Caturla, Sala de la Infancia, Sala 1928-1929, Sala Labor Artística, Sala Labor Jurídica, Sala de Obras, con objetos museables en exposición permanente y la Sala de Conciertos.

Atendiendo a las necesidades culturales de la comunidad y a su patrimonio inmaterial más genuino, en junio de 1976, se abre una Sala dedicada a las Parrandas, génesis del actual Museo de las Parrandas Remedianas.

El 9 de octubre de ese año fallece el Maestro Agustín Jiménez Crespo. La donación realizada por Ana González, su viuda,  posibilita la creación, en 1977, de una nueva sala dedicada a este importante músico.

El cierre del museo, en julio de 1984, para una reparación capital permite la creación de un nuevo Proyecto museográfico que posibilita un mayor didactismo en el recorrido. Se mantienen las Salas de Recibo, Despacho Silvino García y Despacho Alejandro García Caturla, ambientadas ambas, Sala Labor Artística, Sala Labor Jurídica, Sala de Obras, Sala Agustín Jiménez Crespo. Se crea la  Sala infancia y adolescencia.

Las labores realizadas posibilitaron la instauración de un Almacén para las piezas museables y la constitución de una Sala de consultas para especialistas y  una Transitoria las que, sumadas a la Sala de Conciertos ya existente, permitieron un mejor desarrollo del trabajo cultural de la institución. Crear es vivir.

El 14 de diciembre de 1988 tuvo lugar la reapertura del Museo Casa Alejandro García Caturla. Y he aquí la aparición de su nombre definitivo y actual. ¿Su misión? Conservar, promover y estudiar la historia musical remediana enfatizando en la personalidad del compositor a partir de sus dos facetas fundamentales: la labor musical y la labor jurídica. Acción que lleva a cabo la institución a partir de objetivos estratégicos generales materializados a través de un plan de acción concreto: lograr un mayor acercamiento e influencia de la institución con la comunidad.

Lo que permite a la institución mantener un medio de educación permanente, sistemático, no incluido en los planes del Ministerio de Educación pero que les sirve de apoyo para ampliar y completar la enseñanza por niveles al trasmitir el conocimiento de la cultura patrimonial. Independientemente de su contribución a la utilización provechosa del tiempo libre de la población mediante actividades dirigidas a los diversos grupos etarios.

Las acciones que responden a este objetivo son: visitas dirigidas, actividades artístico-culturales, extensión cultural a centros de producción y docentes, audiciones musicales comentadas, exposiciones transitorias, muestras periódicas, círculos de interés, aula-museo, actividades caracterizadas, eventos y jornadas.

Por otra parte, el museo es una de las subsedes del evento A Tempo con Caturla que auspicia la Asociación Hermanos Saiz en la provincia de Villa Clara. Se desarrolla en el marco del natalicio del compositor y propicia el intercambio de música de concierto de pequeño formato entre jóvenes talentos de todo el país.

Ahora bien, teniendo en cuenta la otra faceta de nuestro Caturla, la de hombre de leyes, tenemos que a partir del 31 de mayo de 2000 y en coordinación con la dirección del Bufete Colectivo, se realiza la Conferencia Jurídica Municipal Alejandro García Caturla, evento que fomenta la investigación jurídica y permite el intercambio de experiencias sobre esta materia entre especialistas de Camajuaní, Remedios y Caibarién. La institución museal estableció el premio Portador de un fuego nuevo al trabajo cuyo perfil esté en correspondencia con este aspecto de la proyección laboral de García Caturla.

Desde 1980 y coincidiendo con la declaración de Monumento Nacional del Centro Histórico Urbano, las Semanas de la Cultura son  trasladadas para la primera semana de marzo y se dedican al hijo ilustre Alejandro García Caturla por esta razón la institución que lleva su nombre ha tenido un papel protagónico en estas.

El 7 de marzo de 1986, el Gobierno municipal colocó una tarja en su casa natal en ocasión del octogésimo aniversario de su natalicio. Se inicia así, desde esa fecha,  una tradición consistente en realizar una parada de recordación al lugar en cada aniversario de su natalicio.

Y en ceremonia de recordación, cada 12 de noviembre, se recuerda al hombre, al jurista, en peregrinación que conduce hasta el sitio donde  fuera asesinado el juez Alejandro García Caturla.

El museo mantiene en alto la actividad musical y sus nexos con esta. Motivo por el cual los días 10, 11 y 12 de noviembre lleva a cabo una Jornada de conciertos, vinculada a  la  Provincial. Remedios es una de las plazas más importantes de la provincia y su comunidad aplaude esta iniciativa porque muestra una predilección muy especial por la música de concierto.

La institución posee un voluminoso archivo de trabajos de utilidad para los estudiosos de la memoria musical remediana que ha ido atesorando a partir de un sostenido plan de investigaciones. Muchas de estas investigaciones han sido presentadas en diferentes eventos nacionales, provinciales y municipales.

Lleva a cabo una amplia y efectiva labor de promoción a través de cuantos medios tiene a su alcance como  la radio base, CMHS Radio Caibarién y CMHW Radio Santa Clara, Boletín Patrimonium, Guamo y periódico Vanguardia.  Esta actividad unida al estudio de una figura relevante de nuestra cultura ha posibilitado el incremento de las colecciones, sobre todo mediante las donaciones.

Por otra parte, el colectivo técnico del museo manifiesta una labor dirigida a la promoción de figuras locales relevantes vinculadas al perfil de la institución, logrando un  clima de confianza favorable a la entrega de objetos, documentos, fotos y otros bienes patrimoniales en manos de particulares.

Y por supuesto, hay exposiciones que marcan hitos en la vida de un museo. Por ejemplo la muestra transitoria A Cien Años del Nacimiento de un Genio, llevada a cabo el 1º de marzo de 2006, permitió a la comunidad disfrutar de fondos de Caturla que forman parte de las colecciones del Museo Nacional de la Música.

Ese día, el Teatro Rubén Martínez Villena acogió en el horario de la noche un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional.

Pero un museo es casi un  ser vivo. Por lo que, en algunos instantes se propone la proyección de una nueva imagen. Justo eso fue lo ocurrido a partir de abril de 2006, fecha en la que se llevan a cabo una serie de labores de restauración y mantenimiento en el inmueble. El Guión museológico fue elaborado por las especialistas de la institución y el Proyecto museográfico estuvo a cargo de Roberto Núñez Jauma y Santos Toledo, especialistas del Museo Nacional de la Música y Ricardo Pérez Guzmán, miembro del Equipo de Patrimonio de Remedios. Este último  tuvo a su cargo la concepción de las vitrinas. La obra civil fue ejecutada por  la brigada constructora de la Empresa Mielera CAI Heriberto Duquesne.

La nueva tesis expositiva posibilitó el reajuste de la información brindada en las Salas de Recibo, Despacho Silvino García, Despacho Alejandro García Caturla, Sala 1906-1922, Sala 1923-1940, Sala Labor Jurídica, Sala Agustín Jiménez Crespo, Sala La música en Remedios y la Sala Transitoria.

La utilización de gigantografías en las que quedan plasmadas las facetas más relevantes de la vida personal  y profesional de García Caturla dio un vuelco y un aprovechamiento espacial increíbles. El alto vuelo artístico logrado por Santos Toledo, logró imprimir un sello especial a la exposición.

Fueron favorecidas, además, las salas dedicadas a Agustín Jiménez Crespo y al desarrollo musical de la Villa, para lo que se mantuvieron las líneas y los códigos ya mencionados.

La interdisciplinaridad logró una mejor labor investigativa, rol jugado por especialidades tales como la museología, la archivística, la musicología, adicionándose a ella la calidad estética a partir del refinado  diseño.

El discurso museológico logra que los visitantes reciban referencias esenciales y sustanciales a través de pies de exponentes, citas, testimonios y textos, pensados y valorados para su presencia en la exposición. Es un discurso intencionalmente dialógico. Lo que posibilita  una visita de interactiva. El exponente muestra todo su contenido y el  público se convierte en un receptor activo.

Fueron tenidos en cuenta cánones de la museología actual. Como aquel que se refiere, por ejemplo, a presentar lo transitorio dentro de lo permanente. Aspecto que amplía las posibilidades de exposición de muestras, no en una sala específicamente de carácter transitorio, sino también dentro de cualquiera de las permanentes.

La reapertura oficial del Museo Casa Alejandro García Caturla se produjo el viernes 9 de marzo de 2007 con las palabras del Dr. Jesús Gómez Cairo, vicepresidente del Instituto Cubano de la Música y Director del Museo Nacional de la Música y la presencia de Abel Acosta, viceministro del Ministerio de Cultura así como otras personalidades como Roberto Valera, Jesús Ortega, Radamés Giró, Teté y Francisco García Caturla. Se realizó la presentación y venta del disco Leyendas, del dúo Promúsica, el acto de inicio del Coloquio Alejandro García Caturla, la presentación de ediciones de los libros Biografía de Alejandro García Caturla por María Antonieta Henríquez y Alejandro García Caturla, el músico, el hombre, recopilación de artículos del compositor y la revista Clave.

Pero, le recuerdo que este 31 de mayo el Museo Casa Alejandro García Caturla cumple cuarenta años. Y que esta institución atesora colecciones de Historia, documentos, instrumentos musicales, arte, publicaciones, partituras y fotografías.

Resulta imprescindible conozcamos que para la celebración de esta efeméride se propone el montaje de la muestra Miradas, lo que no alcanzamos a ver. Exposición que exhibirá exponentes que se encuentran en las salas ambientadas o en almacén y que no son del disfrute habitual de los visitantes. Esta transitoria estará integrada por objetos como los zapatos y corbata que utilizaba Alejandro García Caturla cuando fue asesinado, la chistera comprada en París. Por cierto sobre  esta pieza existe la anécdota en la cual Alejo Carpentier le preguntó: ¿Y para qué te has comprado eso? ¿Te la vas a poner en Remedios? A lo que el músico respondió: Algún día tendrá su utilidad.

También podrá verse, en la propia muestra, además de su máquina de escribir Remington, diplomas y títulos, fotos autografiadas a sus padres y objetos decorativos que formaron parte de su mundo íntimo.

La institución proyecta un Encuentro con los abogados del Registro civil de Remedios. Actividad que permitirá el intercambio y conocimiento de las investigaciones realizadas por ellos y cuyos temas tienen concordancia con las preocupaciones judiciales de Caturla.

El Concierto Domingo, acción sistemática del museo que involucra a la Banda de Conciertos y se realiza en el portal exterior de la institución, el segundo domingo de cada mes, estará dedicado a divulgar las diferentes actividades que se realizan para mantener viva la memoria musical de San Juan de los Remedios.

El domingo 31 de mayo se realizará un concierto homenaje en la Sala de conciertos de la institución con el objetivo de recordar a los fundadores, en especial a aquellos que ya no se encuentran entre nosotros como la primera directora la profesora María Pedrera de la Rosa y también a María Antonieta Henríquez, directora fundadora del Museo Nacional de la Música y fundamental impulsora de la creación de este sitio.

Sin lugar a dudas, fue Alejandro García Caturla uno de los compositores vitales en la esencia y expresión nacional durante el siglo XX. Legó al acervo cultural de la nación cubana piezas sinfónicas que han permitido el enriquecimiento del lenguaje musical al insertar  en él las raíces negras, españolas, populares y folclóricas de Cuba.

Gladys Rodríguez Ferrero

Tras el patrimonio de mi isla

Por Gladys Rodríguez Ferrero

Licenciada en Historia del Arte (1966). Directora del Museo Ernest Hemingway de Cuba (1980-1997). Especialista en Museología, Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (1997 a la fecha).

Miembro de la Hemingway Society (1988-2002). Miembro Honorario de la Hemingway Society a partir de 2006. Ha participado en reuniones internacionales organizadas por esta Sociedad en 1992, 1994, 1999 y 2006 en España, Francia y Estados Unidos.

Ha impartido conferencias en el Hemingway Days Festival, Key West (1993) y durante el Hemingway Centennial en Oak Park (1999), en Estados Unidos. En la Primera Jornada Hemingway, Cancún, México (1996) y en la 12ª Conferencia Internacional Hemingway Ronda, España (2006). Invitada a la 13ª Conferencia Internacional Hemingway, Kansas City, Estados Unidos (2008).

Fundadora de los Coloquios Hemingway nacionales (1986, 1994 y 1996) e internacionales celebrados, en Cuba, a partir de 1995. Miembro de Honor del Comité Cubano por el Centenario del Nacimiento de Ernest Hemingway (1999).

Presidenta de la Cátedra Hemingway del Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” desde 1998 a la fecha, donde ha organizado Sesiones Académicas Cuba- Estados Unidos en los años 2000, 2002 y 2004, así como conferencias, cursos y eventos nacionales e internacionales.

Representa a Cuba en el Grupo de Especialistas Internacionales que prepara la edición de las Cartas Completas de Ernest Hemingway.

Ha dictado conferencias en instituciones cubanas y en diferentes eventos nacionales e internacionales celebrados en Cuba.

Fuente CUBARTE

 

 

 



LAS FAMILIAS FUNDADORAS DE SANTA CLARA SEGÚN MANUEL DIONISIO GONZÁLEZ

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M D Gonzalez 1858 memo-001

Por Francisco A. Ramos García,
        José M. Dorta Suárez y
        Ángel G. Carrazana Duardo

 

Un tema controversial y polémico en la historia de Santa Clara lo constituye el de las familias fundadoras, publicándose en los últimos tiempos varios estudios sobre el tema donde los autores exponen sus versiones sobre las mismas. La principal carencia de estos trabajos a nuestro modo de ver lo constituye el hecho de que todos aunque parten de una misma fuente: la relación original de las familias fundadoras, dada por primera vez por el historiador Manuel Dionisio González (8-4-1815 – 14-5-1883) en su Memoria Histórica publicada en 1858, no la incorporan en los anexos o como parte del trabajo, lo que permitiría al lector hacer comparaciones y sacar sus propias conclusiones.

Por este motivo pretendemos en el presente trabajo ofrecer una reproducción de la relación lo más fiel posible a la original, además de transcribir los párrafos en que Manuel Dionisio explica como la conformó, ya que la última vez que se publicó el referido libro fue en 1942[1] hace más de 60 años y los ejemplares que hoy existen son bastante pocos, considerados raros y valiosos.

 

Para ofrecer lo escrito por González, al encontrarse disperso en varias partes de la obra original, al concluir cada párrafo ponemos entre paréntesis la o las páginas donde se encuentra en la edición de 1858. Antes de pasar a lo compilado por Manuel Dionisio solo nos resta hacer una aclaración: el número 9 que aparece entre paréntesis en el primer párrafo es una nota del autor que reproducimos en el segundo. Sin más damos la palabra al Primer Historiador de nuestra ciudad:

 

Aunque son contradictorios los datos que se conservan, acerca del número de familias que vino de San Juan de los Remedios para fundar la nueva villa, puede sin embargo fijarse con alguna esactitud, no sin haber emprendido ímprobos trabajos, a fin de consignar esa noticia sobre una base cierta. Aseguran algunos que fueron treinta y dos, y otros las hacen llegar hasta setenta; pero lo más probable es, que solo vinieron diez y ocho, cuyo dato está apoyado en la autenticidad de un documento, que escluye a las otras noticias del concepto de verosimilitud que pudieran merecer. (9) Entre el número de personas de esas familias vino también una fracción del Cuerpo capitular de Remedios, compuesta del citado alcalde Rodríguez, de Gaspar Rodríguez de Arciniega alférez mayor propietario, de Esteban Díaz de Acevedo y Diego Gutiérrez regidores anuales y de Alonso Rodríguez procurador general. Fueron pues estos los primeros empleados que constituyeron el Ayuntamiento de la nueva villa, y los que, en medio de no pocas privaciones y fatigas, situados con sus familias y las demás que les acompañaron, en las sabanas de Antonio Díaz, supieron con resignación hacer frente a las necesidades que les rodearon y llevar a cabo el proyecto de la fundación del pueblo, debida a sus principales promovedores y agentes los referidos alcalde Rodríguez y regidor Díaz de Acevedo. (Pág. 19)

Nota (9) Consta de una Real cédula, que se expidió con motivo de la solicitud que se hizo sobre erección de un convento de S. Francisco en esta villa, que fueron diez y ocho las familias que se trasladaron de Remedios. No obstante, para comprobar mas esta aserción,   he comparado el censo de la población, formado en 20 de Marzo de 1691, que dio el resultado de 261 habitantes, con el número de personas de que se componían dichas familias, y he notado solamente una pequeña diferencia, debida al aumento que hubo con los que nacieron durante el año y meses que tenía la villa de fundada, y con algunas otras personas que de distintas partes vinieron a avecindarse a ella; y como resultado de estos trabajos, pueden considerarse como primitivos fundadores todos los que comprende la nómina que va en el Apéndice, a que he añadido las otras familias y algunos individuos más que fueron domiciliándose después. (Pág. 466)

 

FAMILIAS FUNDADORAS DE LA VILLA.

 

Capitán Manuel Rodríguez, alcalde ordinario, comisionado para la traslación del pueblo. —Catalina Velásquez, su esposa. —Juan y María Rodríguez, sus hijos.

José González de la Cruz, cura beneficiado. —Fr. Salvador Guillen del Castillo, teniente.

Juana Márquez, conocida por la Vieja, viuda de Tomé Rodríguez de Arciniega. Era hija de Blas de Rojas y de Mariana de Pavia, pobladores de Remedios; y siendo entonces costumbre la de adoptar algunos, distinto apellido al de sus padres, Juana Márquez tomó este de una de sus abuelas. Vinieron con ella sus hijos Marcos Gaspar Rodríguez, primer alférez mayor que tuvo la villa, cuyo oficio compró en 1280 reales, casado con Anastasia de Jesús de Yera. —Manuel Rodríguez con Juana Clemencia de los Reyes.—María Rodríguez con Florián de Orellana, que trajeron a Ángela, su hija.—Juana Márquez, llamada la Moza, mujer del capitán Luís Pérez de Morales y Juan Rodríguez, que era soltero.

Hijos del alférez mayor y de Anastasia de Jesús de Yera. —Manuela, casada con el capitán Juan Pablo de Monteagudo. —Pascuala con Juan Martín de San Remo, natural de Génova, que trajeron una hija llamada Isidora. —Juan Martín de Conyedo, nieto, hijo del hermano del mismo nombre y de Juana Manuela Rodríguez, que era ya difunta.

Hijos de Manuel Rodríguez y Juana Clemencia de los Reyes. —Isabel, Juana, Manuel, (este fue luego alférez mayor y uno de los hombres más acaudalados de la villa) Francisco, Juliana y Manuela. Componían parte de esta familia Francisca de los Reyes y Antonio Núñez, Huérfanos, hermanos de Juana Clemencia.

Hijos del capitán Pérez de Morales y de Juana Márquez la Moza,— Cristóbal, casado con María Justa Monteagudo. —Sebastián con Lucía Vidal. —Alférez Juan con Luisa de Veitía. —Gerónimo. —Antonio. —Luís y María Rosa, que casó en 1690 con Andrés López de Queralta, natural de Córdoba.

Dominga de Rojas, viuda de Pedro de Laría, hermana de Juana Márquez la Vieja. —Hijos.—Capitán Juan de Rojas, Pedro de Laría, Mariana de Pavia y sargento Marcos de Rojas, casado con Antonia de Alva.—Hijos de estos.—Leonarda, Teresa y Lucía de Rojas.

Catalina González, viuda del contador Pedro Gutiérrez, casada con Juan Sánchez. —Hijos del primer matrimonio. —Regidor anual Diego Gutiérrez, consorte de María de las Nieves; Josefa, Catalina, Antonio, María y Dionisia Gutiérrez, esta última casada con el alguacil mayor del Santo Oficio Juan de Veitía, natural de Bilbao, hermano de D. Martín, que estaba siendo entonces contador del Tribunal de hacienda de la Habana, y que luego pasó con igual destino a Veracruz. —Hijos del segundo matrimonio Josefa y María Sánchez.

Hijos de Juan de Veitía y Dionisia Gutiérrez. —Diego, Pedro, María, Antonio, José, Lucía, casada con el capitán Ambrosio Jiménez y Luisa de que ya he hecho mención, como consorte del alférez Juan Pérez de Morales.

Alférez Miguel Hurtado de Mendoza, viudo de Juana de Veitía, hermana de los antedichos. Casó luego en esta villa con Eugenia de Consuegra. —Hijos que trajo. — Julián, Felipe, Miguel y Juana. Formaba parte de esta familia Juan Hurtado de Mendoza, hermano del padre de estos, que después contrajo matrimonio con María de Veitía.

Capitán Cristóbal de Moya, natural de Madrid, casado con María Pérez de la Cruz y Quiñones. —Hijos.– Cristóbal, Juan Francisco, José, Mauricia, Ana y Antonia. Vino con esta familia Fr. Cristóbal de Moya y de la Serna, religioso de la Merced, tío del capitán Moya.

Isabel Pérez, viuda del provincial de la Santa Hermandad Miguel de Monteagudo Briseño, natural de S. Clemente en Castilla. —Hijos.—El comandante Esteban, Miguel, Juana, Antonio y Juan de Monteagudo, Isabel Pérez de Monteagudo, María García Peñarrubia, el capitán Juan Pablo de Monteagudo, ya mencionado, como marido de Manuela Rodríguez de Arciniega y María Justa de Monteagudo, de que también he hecho referencia, como casada con Cristóbal Pérez de Morales.

Ana de Consuegra Morales, natural de Puerto Príncipe, viuda de Lorenzo de Yera.—Hijos.—Mateo de este apellido, Bárbara de Mendiola, casada con Alonso Rodríguez Chaviano, procurador general, Marcos de Yera con Ana Soria y Manzo de Contreras, Francisca de Consuegra, esposa del capitán Juan Sarduí, Eufemia de Mendiola y Ustarizaga, casada con el regidor anual Andrés de Carrazana, Juan de Consuegra con Teodora del Rosario Arjona y Anastasia de Jesús de Yera, que ya denominé, como consorte del alférez mayor Gaspar Rodríguez de Arciniega. De ese desorden, que se advierte en el uso de apellidos, pero más en esta que en otras familias, ha resultado que hayan perdido algunas el que propiamente debían llevar, como sucede a la de Consuegra, que se distingue con este correspondiéndole el de Yera.

Hijos de Alonso Rodríguez Chaviano y Bárbara de Mendiola. —Juan y Agustín Chaviano y Ana Rodríguez, que luego contrajo matrimonio con Pedro de Mollinedo y Salazar, natural de Vizcaya.

Hijos del capitán Juan Sarduí y Francisca de Consuegra. —Manuel, María, Germán, Francisca e Isabel Sarduí.

Hijos del regidor Carrazana y Eufemia Mendiola y Ustarizaga. —Andrés, María, Nicolás, Marcos, José, Hipólita y Mariana de Carrazana; y además Beatriz de Pavia, casada en 1690 con Blas Martín, natural de Canarias. Este fue el primer matrimonio hecho en la villa, siendo la expresada Beatriz la misma que con el apellido de Payba aparece en el asiento parroquial, que he transcrito, al hablar de la Iglesia Mayor. Se cree que el apellido Carrazana, viene del de Carranza, de origen español, y que con motivo de haberse escrito mal por personas antiguas de la familia, fue corrompiéndose hasta el estremo de haberlo convertido en Carrazana.

Hijos de Juan de Consuegra y Teodora del Rosario Arjona. —Dionisio, que luego fue sargento mayor, Esteban, Juan, Fernando, Andrés, Eugenia, Nicolaza y Manuel.

Marcelo Hernández Ramírez, casado con María Díaz. —Hijos. —Aurelia y Ana, esposa la última de Francisco Sarduí, hermano del capitán Juan del mismo apellido. —Hijos. —Valeriana, Josefa, Manuela, María, Ana, Francisca y Diego Sarduí, casado este con Ángela Rodríguez.

Juan González de la Cruz, casado con Juana Jiménez. —Trajeron un hijo, nombrado Juan.

Bernarda de Torres, viuda de Diego Valdivia. —Hijos. —Juana y Juan.

Gaspar Bermúdez, Natural de Cádiz, casado con María Rodríguez. —Hijos. —Gaspar, Jacinto, Juan, Clara y Juana.

Teresa Jiménez, viuda de Cristóbal Pérez de Alejo. —Hijos. —Isidoro, Pedro y José.

Juan Antonio Noble, casado con María Rodríguez, Pérez unas veces, y otras Aceituno. —Agustina Noble, su hija, casó luego con Juan Cuellar.

Ana María Rodríguez, viuda de Martín de Sinjar. —Hijos. —Manuel de los Santos, alférez Pedro Martín de Sinjar, Aldonsa de Rojas y María Martín de Sinjar. Este apellido ha desaparecido absolutamente, por la costumbre de haber usado Manuel de los Santos este segundo nombre, en lugar de apelativo, de donde viene la familia Santos, que no es otra que la de Martín de Sinjar.

Juan Reinoso y Diego Reinoso, hermanos, hijos de Antonio Díaz.

Estéban Díaz de Acevedo, alguacil mayor de Cruzada, natural de Canarias.

Francisco y Juan Alejo, hijos de Alejo Pérez y de Inés González de Castro.

Fueron estas las familias que en 1689 se trasladaron al hato de Antonio Díaz para la fundación de Villa Clara. De consiguiente forma esa nómina el total de las diez y ocho familias de que hablado en la Memoria, si esceptuamos algunas que otras, que viviendo en haciendas cercanas, se unieron a aquellas, en cuyo número debemos contar a Luís de león, a su esposa Gregoria Pérez y a Paula su hija, que habitaban entonces en el hato citado. Después fue aumentándose la población con nuevos vecinos, tanto de Remedios como de algunas otras partes de la isla. He aquí la nómina de los que vinieron a domiciliarse durante los primeros años, habiéndolo hecho varios de ellos a poco de situarse aquí los primeros pobladores.

Juan Manuel Rodríguez Surí. —Margarita Leal, su esposa. —Hijos. —Juan, Agustina, Tiburcio, Polonia y María. —Potenciana Leal, hermana de aquella. Esta familia desciende de Coimbra, en Portugal.

Gaspar de Salas, Natural de Santo Espíritu, viudo de Ana Pérez de Coto. —Hijos. —Bárbara, Ana y Simona.

Andrés López de Queralta, ya mencionado.

Antonio Salgado, carpintero. —Ursula Rodríguez, su esposa. —Hijos. —Francisca, Feliciana, Antonio, Macsimiliana e Isidoro.

Domingo Martín de Avileira, natural de la villa de Cambado en Galicia, regidor alguacil mayor, viudo de Juana Leal. —Hijos. —Juan y María. —Este apellido es usado hoy Martínez de Avileira, cuya alteración empezó a introducir el pbro. D. Lorenzo Martín de Avileira, nieto del primero.

En virtud de lo resuelto por el gobierno de la isla sobre la definitiva traslación de Remedios, pasaron a la nueva villa en 1690, los miembros que allí constituían el Ayuntamiento; a saber – El capitán Salvador Hernández de Medina, alcalde ordinario, Félix Sarduí y Tomas de Alva, rejidores anuales.

Capitán Lucas de Loyola. —Beatriz Díaz, su esposa. —Hijos. —Manuela y Juan.

Pedro Martín Pulido. —Juana Rodríguez Alemán, su muger. —Hijos. —Dominga y Manuel.

Juan Pérez Trimiño. —Catalina Sánchez Cortés, su esposa. —José, su hijo. —No tengo un dato cierto sobre la propiedad de este apellido; pero en documentos antiguos lo he visto escrito Treviño.

Sargento Tomas González de Castro. —Simona Domínguez, su esposa. —Hijos Manuel, Pedro y Florencia.

Juan Francisco Cortés. —María Sánchez, su esposa. —Hijos. —Catalina, Muger de Pérez Trimiño. —Tomasa, casada con Fernando Rodríguez.

Pbro. Simón de los Reyes, Pedro del mismo apellido, Dorotea y Juana de los Reyes o Parejas, hermanos.

Pedro Lugones, casado con María Macías. —Hijos. —Felipe, Potenciana y Catalina.

Marcos del Rio. —Hijos. —Luis, Juan y Lorenzo.

Alonso Pérez de Corcho. —Petronila Salcedo, su esposa. —Lorenzo, su hijo, casado con Tomasa Román. El apellido Pérez de Corcho es en mi concepto Ferrer de Couto, que ha venido corrompiéndose desde muy remota antigüedad, y esto lo prueban las distintas alteraciones que ha ido teniendo, escribiéndose primero Pérez de Couto, luego Pérez de Coto, más tarde Pérez de Corcha, y últimamente Pérez de Corcho.

Alonso Machado. —Casó luego con Juliana Rodríguez de Arciniega.

Bernardo de Acosta, primer provincial de la Santa Hermandad. —Casó con María Rodríguez Surí.

Jacinto Rubí de Celis. —Andrea Montiel, su esposa.

Alférez Francisco Blasquez y Oliver, casado con María Marquesa.

Cristóbal Herrera y su muger María de Torres.

Nicolás Chinchilla, casado con Juana Macías. —Juan Chinchilla, hermano del primero.

Pedro Rodríguez, casado con Juana González.

Diego Rodríguez. —Catalina Díaz, su esposa.

Domingo Cao. —Rosa de León, su esposa.

Juan Hernández de Orta, casado con Isabel González.

Diego de Secilia, casado con Magdalena Rodríguez.

Alférez Juan de Soto. —Francisco del mismo apellido, su hermano.

Fr. Felipe Ruiz de Valdivia, religioso de la Merced, predicador general.

Consta también que se domiciliaron en la villa durante los primeros años las personas siguientes:– Baltasar de Lagos, Cristóbal Castellón, Capitán Andrés de Guzmán, Gregorio Lorenzo Salazar, Juan Fernández Espinosa, y Juan Hernández Izquierdo; Esteban Roldan, Juan Hizerno y Francisco Guillén, comerciantes; Juan Pérez de Orta, Nicolás de Vargas Machuca, fiscal de vara del juzgado eclesiástico, Francisco Marmolejo, teniente sacristán mayor de la parroquia, Cristóbal Crenso, Juan Blanco, Juan Antonio Treto, Gregorio Quevedo, Leonardo Pérez Rodríguez, Agustín Pérez de Rojas, Sargento Pedro Andrés Moyano, Andrés Matías Moreno, Diego Guzmán, Julián Gómez; Isidro González, Miguel Pérez el mozo, Sebastián Luís, Diego Díaz de León, Manuel Bibian, Juan Bacán, Ambrosio Morejón, Antonio Ruiz, Blas Rodríguez, Domingo Travieso, Manuel Martín de la Rosa, Francisco Bravo, Alférez Diego de Santiago, Manuel Raposo, Juan de la Torre, Andrés González, Salvador Tamayo, Juan Nicolás de Quiñones, Pedro de León, José Ortiz, Francisco Aguilar, Sebastián Viera, maestro zapatero, Simón de los Santos id. Carpintero, y los pardos Julián de Galagarza, Salvador Velazco, Francisco Bernal, Casimiro Bucarano y Francisco Cifuentes, este último de oficio sastre, residente en la villa desde 1700, de manera que, según esta noticia, que he adquirido después, fue ese el primero que ejerció aquí el citado oficio, y no Pedro Fiel, establecido en 1728, como equivocadamente dije en la Memoria. Páginas (363—369)

Como es fácil comprobar, lo que nos facilita el historiador, no es una simple relación, sino, el resumen de un abarcador estudio desarrollado con gran meticulosidad, esfuerzo, sacrificio, dedicación y amor a la tierra en que nacimos y vivimos. Un homenaje a todos aquellos que con sus virtudes y defectos en un día lejano ya, sentaron las bases de nuestra ciudad. Además cuando se erigió el monumento en el Parque del Carmen[2] se realizó en base a esta relación, por lo que consideramos que a pesar de existir otras versiones[3], la del historiador siempre debe tenerse en cuenta por estar avalada por la tradición y ¿Quién Sabe? Puede ser que ayudáramos más a la conservación y mantenimiento de dicho monumento.

[1] Hoy existe una copia digital realizada por los autores hace ya algunos años.

[2] El monumento a la fundación fue inaugurado el 15 de julio de 1951, ver los números 156 y 157 año III del periódico El Villareño con fechas del 14 y 16 del referido año y mes. Generalmente se dice que la inauguración se efectuó un año después, en 1952, basado en que esta es la fecha con que aparece en el Libro de Oro de Santa Clara, editado en 1954.

[3] En 1985 la investigadora remediana Natalia Raola Ramos, publica en la revista Islas (mayo – agosto. No 81.) un artículo titulado “La fundación de Santa Clara, un curioso caso de nepotismo” donde basada fundamentalmente, como ella misma reconoce, en la relación de Manuel Dionisio, pero considerando como familia a todos los que tenían algún lazo de parentesco, por muy lejano que fuera, reduce las familias fundadoras a 8. Esta última versión es la que más se ha difundido últimamente, creando una polémica en torno al número de las familias. En nuestra consideración y coincidiendo con la de la historiadora Hedy Águila (ver Fundadores de Santa Clara en Amanecer. Revista de la Diócesis de Santa Clara. No 81. Año XIV Septiembre – octubre 2008. Págs. 26 – 29) las dos propuestas tienen total validez ya que Manuel Dionisio parte en el concepto de familia como núcleo y Natalia atendiendo a los lazos de consanguineidad.

 

Una versión en Umbral no. 53 oct. – nov 2014.

 

 

 

 


VI ANIVERSARIO DEL CLUB MARTIANO “SIMÓN BOLÍVAR”, VENEZUELA

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martiano

Compatriotas:

Este jueves 4 de junio se cumple el VI aniversario de haber sido constituido nuestro Club Martiano “Simón Bolívar”, por el Dr. Armando Hart Dávalos, en la Casa de Nuestra América José Martí en Caracas.

En homenaje a tan significativa fecha, los Clubes Martianos Estadales creados en cada Filial de la ACCREVEN, se encuentran realizando importantes actividades, en las que participan jóvenes cubanos y las y los descendientes de cubanos, que a través del estudio y el conocimiento del pensamiento martiano, mantienen vivas nuestras raíces y tradiciones culturales.

Es digno destacar que durante los años 2013 y 2014 fueron constituidos 27 Clubes Martianos en cada Filial, logro que ha sido posible gracias al entusiasmo, el patriotismo y el amor por Cuba y por el apóstol de nuestra independencia. En todo el territorio venezolano existe esta organización de base que aglutina a las y los cubanos que residen en la patria del Libertador y del mejor amigo de Cuba.

Entre las actividades mas destacadas durante estos 6 años se encuentran: la celebración en el mes de enero, del día de la llegada de Martí a Venezuela (19 a Puerto Cabello y 21 a La Guaira y Caracas) y el 28 día de su natalicio. Este año se realizó por primera vez un “Conversatorio” con jóvenes y descendientes, sobre el Discurso pronunciado por el maestro el 21 de marzo de 1881, en el Club de Comercio en Caracas, el cual tuvo como objetivo difundir la obra y pensamiento de José Martí, entre las nuevas generaciones. Otra de las actividades permanentes cada año también es el homenaje el 19 de mayo, fecha en que cayo en combate en 1895. Este año conmemoramos el 120 aniversario con diversas actividades, entre las que se encuentra la proyección y divulgación a través de nuestro Blog:  www.accreven.blogspot.com.es, del documental “Dos Ríos: El Enigma”.

Es importante destacar que la fecha de creación del Club Martiano “Simón Bolívar”, coincide en la historia con un hecho transcendental de la historia nuestroamericana, que es sin dudas el asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, quien fuera asesinado a traición en las montañas de Berruecos, Colombia, el 4 de junio de 1830. Por lo que además del Club Martiano de la Filial del Estado Sucre, que lleva su nombre, todos los Clubes rendimos homenaje a este prócer de la independencia de la patria grande, que estuvo además su familia muy vinculada a Cuba. En el 185 aniversario de su muerte rendimos tributo a este insigne patriota.

Sigamos adelante por el camino del maestro, tras sus huellas que sin dudas cobran vigencia cada día en la América por la que lucho y ofrendo su vida. Convirtamos este VI  aniversario en el compromiso de fortalecer aun mas cada Club Martiano, organizado a partir del “Simón Bolívar”, que con su carácter y objetivo multiplicador, se ha expandido por toda la geografía venezolana y ya comienza a dar frutos valiosos, fundamentalmente en las Filiales de: Aragua, Valles del Tuy, Zulia, Nueva Esparta, Río Chico, Distrito Capital, Sucre, Portuguesa, Guarenas-Guatire y Falcón, entre otras.

Lic. Lourdes Sosa.
Presidenta
Club Martiano “Simón Bolívar”.
Venezuela.

Caracas, 4 de Junio de 2015.

 


¿EL LIBRO COMO BURLA? [7 de Junio: Día del Bibliotecario Cubano]*

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“Cada vez que yo llevo un libro para leer en mi escuela mis compañeros me critican o hacen comentarios absurdos. Ya hoy las personas no tienen un libro, ya existen móviles y tabletas. Cada vez los seres humanos vamos descendiendo, como dije en mis clases de Historia, las máquinas reemplazan al hombre”.

Lo anterior lo firma Sabrina en la edición digital de Granma, a partir del comentario El libro, la película y la escuela, publicado el pasado viernes 29 de mayo.
¿El libro convertido en burla ante la supuesta superioridad de teléfonos móviles y tabletas electrónicas?

Alarmado, recurro como otras veces a mi hija Olivia, que en estos días termina de cursar la Secundaria Básica.

—¿Los muchachos llevan libros a la escuela (se entiende que no sean libros de estudio)? —le pregunto.

Como única respuesta recibo una sonrisita cáustica.

—¿Me refiero a si hablan de libros, novelas, cuentos, poesía….? —le insisto.

A su sonrisa se le añade una mirada perdonavidas.

—¿Sí, o no? —la preciso.

Entonces me suelta la dichosa palabra de tantos significados inciertos: “Aterriza”.

No es ella muy diferente a sus compañeros de escuela, sumidos todos en el mundo de las nuevas tecnologías y los llamados “entretenimientos”, pero luego de conversaciones y de recurrir a argucias de atracción que datan de años, suele buscar cada noche un libro y leer un poco antes de dormirse.

—¿Y no le hablas de esas lecturas a tus compañeros de escuela? —quiero saber, y me siento un pobre ingenuo cuando al instante me suelta el reproche:

—¡Pero tú quieres que se burlen de mí!

Aquí debiera caer el telón para permitirnos tragar en seco.

Luego del desconcierto me entero de algunas cosas: de libros no se habla, y de llevarlos a la escuela, menos. De películas, muy poco. ¿Poesías cultivadas en libros por muchachas de catorce años, como se hacía en mi tiempo? ¡Ni pensarlo! ¿Y qué los motiva? Las aplicaciones para los móviles, las nuevas canciones, los videos extraños, tabletas, computadoras y teléfonos.

Vuelvo a leer lo escrito en Granma por Sabrina: “Cada vez que yo llevo un libro para leer en mi escuela mis compañeros me critican o hacen comentarios absurdos”.

Pudiera escribir ahora un largo comentario sobre lo muchas veces dicho.

Pero lo primero que se me ocurre es que, sin ajusticiar los nuevos “entretenimientos” (¡a quién se le ocurriría!) hay que comenzar a moverse urgente para que el libro no se convierta nunca en burla.

Tomado de Granma

* Hoy es el acto nacional por el Día del Bibliotecario Cubano en Santa Clara, en la Biblioteca Provincial Martí.

 

 


CHEF, PLURAL CHEFS

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Foto: ©Agencia Efe/Facundo Arrizabalaga

Foto: ©Agencia Efe/Facundo Arrizabalaga

 

Chefs, terminado en ese, es el plural adecuado de chef, por lo que se recomienda no escribir los chef, donde el sustantivo permanece invariado.

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Los chef españoles Jordi Roca y Joan Roca, junto al sumiller Josep Roca, hermanos y dueños del restaurante español», «Los chef aspiraban a este premio, que es el más importante y representativo» o «Los chef afirmaron que la variedad de los productos es muy alta».

Sin embargo, la Nueva gramática de la lengua española indica que el plural de chef es chefs, conforme con la norma aplicable a «los préstamos integrados en español que acaban en consonantes distintas de -n, -l, -r, –d, –j y -z», como ocurre en los pares cómic-cómics o web-webs.

Por otra parte, cabe señalar que el Diccionario académico recoge en redonda el sustantivo chef desde 1989, por lo que no hay necesidad de destacarlo con comillas o cursiva.

Así pues, lo apropiado en los ejemplos anteriores habría sido escribir «Los chefs españoles Jordi Roca y Joan Roca, junto al sumiller Josep Roca, hermanos y dueños del restaurante español», «Los chefs aspiraban a este premio, que es el más importante y representativo» y «Los chefs afirmaron que la variedad de los productos es muy alta».

De Recomendaciones de Fundéu

 

 


ELECTO, USOS ADECUADOS

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Foto: ©Archivo Efe/Fernando Villar

Foto: ©Archivo Efe/Fernando Villar

 

El adjetivo electo se aplica a la persona que ha sido elegida para un cargo del que aún no ha tomado posesión.

Así, por ejemplo, se hablaba de Enrique Peña Nieto como «presidente electo de México» cuando, tras ser el candidato más votado en las elecciones presidenciales, todavía no había jurado su cargo. Una vez que tomó posesión perdió la condición de «electo» y pasó a ser simplemente «presidente de México».

Sin embargo, en los regímenes no presidenciales, como el español, solo se puede hablar en sentido estricto de «presidente electo» cuando este ya ha sido elegido por el Parlamento y todavía no ha jurado su cargo, ya que entretanto no es sino un simple parlamentario. En estos casos, por consiguiente, resulta preferible hablar de «futuro» o «virtual presidente».

Lo mismo sucede en los sistemas en los que el alcalde o el presidente de una región no son elegidos de forma directa por los ciudadanos sino por los concejales o diputados autonómicos, en los que es preferible hablar de «futuro presidente autonómico», «virtual alcalde» u otras fórmulas similares.

Por otra parte, y a pesar de que el Diccionario panhispánico de dudas recomienda el uso del participio regular de elegir (elegido), la nueva Gramática académica deja constancia del empleo en grandes áreas de América del participio irregular electo en la formación de la pasiva: «Todavía no ha sido electo el nuevo presidente». No se trata, por tanto, de un uso inapropiado.

Sin embargo, para la voz activa se prefieren las formas regulares: «Todavía no han elegido al nuevo alcalde», frente a las irregulares como «Todavía no han electo al nuevo alcalde».

De Recomendaciones de Fundéu

 

 


¿POR QUÉ SANTA CLARA?

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Santa Clara de Asís.

Santa Clara de Asís.

 

 Por Francisco A. Ramos García,
       Ángel G. Carrazana Duardo y
       José M. Dorta Suárez

Si nos preguntan cuál es el nombre de nuestra ciudad, todos sin excepción contestamos “Santa Clara”, pero si nos preguntan ¿por qué?, ya la respuesta se hace más difícil. Los más entendidos responderían “porque es la patrona, pero esta respuesta para muchos no encierra ningún significado.

Al fundar un país, ciudad, aldea o corporación, según los preceptos de la iglesia católica, es necesario elegir como especial protector y abogado ante Dios a un hombre o mujer de excepcional santidad reconocido por la iglesia, y designarlo como Santo Patrono. Entre los Santos Patronos de países están: Jorge (Inglaterra), Dionisio (Francia), Santiago el Mayor (España), etc. Existen también Santos Patronos de oficios y profesiones como por ejemplo: Ana (Mineros), Cecilia (Músicos), José (Carpintero), etc. La Patrona de Cuba es la Virgen de la Caridad del Cobre.

Nuestros ancestros eligieron como Santa Patrona a Santa Clara, de la cual se conoce según la escritura religiosa, que nació en Asís y vivió entre los años de 1193 a 1253. A los 18 años quedó impresionada por uno de los sermones de San Francisco de Asís y decidió formar con su hermana, de nombre Inés, el núcleo de lo que habría de ser el Primer Convento de Monjas Franciscanas. Poco tiempo después San Francisco la puso al frente del convento, permaneciendo durante 40 años como su Superiora. Se distinguió por su firmeza, sencillez y austeridad. Escogió el título de pobre como el más honorífico para su comunidad, titulándose su claustro “La religión de la señoras pobres”. Fundó la orden de las Monjas Franciscanas, llamadas popularmente Clarisas, que en la actualidad se consagran a la educación de niñas y muchachas jóvenes. Fue canonizada (hecha Santa) en 1255, señalándose como su día de fiesta el 12 de agosto[1].

Dado a conocer los datos de la Patrona de la Ciudad, nos falta aún determinar por qué fue elegida ella y no otra; la respuesta la ofrece nuestra historia.

Al ser colonizada la isla por los españoles, estos la subdividieron en hatos para la cría de ganado y corrales para la cría de cerdos y aves. El historiador Manuel Dionisio González, refiere al comentar sobre los existentes en la región: “Ciego de Santa Clara. Esta hacienda, llamada después Antonio Díaz, tomó este nombre, que aún conserva, por ser él su primitivo dueño, el cual pidió merced de ella al cabildo de Santo Espíritu el 20 de noviembre de 1635. Designó como punto de su situación una sabana áspera, á que se le decía el Ciego de Santa Clara, camino de La Habana, lindando con las Malezas… [2]

Cuando el Capitán General de la Isla de Cuba dispone el 15 de junio de 1689 el traslado de Remedios al hato de Antonio Díaz establece dos condiciones, que: “Antonio Díaz se titulase en lo adelante con el nombre de la Gloriosa Santa Clara, pues era el que tenía, y debía conservarse, tomándolo por Patrona.”[3]

Parte de los pobladores de Remedios se trasladaron al sitio indicado y el día 15 de julio de ese propio año, bajo un frondoso árbol, celebraron la Primera Misa, dando origen de esta forma a la Villa, a la que denominaron acorde a la disposición del Capitán General: “Gloriosa de Santa Clara”.

La segunda condición, la de designar como patrona a Santa Clara, se llevó a efecto el 16 de agosto de 1695, donde según relata Manuel Dionisio “… recibieron por su Patrona y abogada a la gloriosa Virgen de Santa Clara, y le votaron, so el dicho juramento, hacerle su fiesta todos los días de su glorioso nombre que es el 12 de agosto[4]

Teniendo en cuenta todo lo referido con anterioridad, podemos responder que nuestra ciudad fue llamada Santa Clara porque era el nombre que tenía el lugar antes de ser adquirido por Antonio Díaz, y así lo dispuso el Capitán General, atendiendo a las tradiciones religiosas de la época.

La villa de Santa Clara como vimos, nació un 15 de julio y celebra su santo el 12 de agosto, que es el día de su Patrona. A través de la historia la celebración de los festejos o aniversarios de la ciudad y los de su Santa Patrona han estado entre los más importantes de carácter local.

La tradición católica prefiere homenajear a sus fundaciones el día de su onomástico, o sea, el día de su santo, en contraposición con las tradiciones protestantes que prefieren hacerlo el día de su cumpleaños. El carácter marcadamente católico de nuestros primeros pobladores determinó que hasta mediados del siglo XIX, la conmemoración de mayor envergadura fuera la del 12 de agosto. La del 15 de julio no aparece como día festivo hasta aproximadamente la sexta década decimonónica, sin embargo, con el transcurso del tiempo pasó a ser la principal, a lo cual sin dudas contribuyeron el historiador Manuel Dionisio González, quien firma la dedicatoria de su Memoria Histórica el 15 de julio de 1857 y el patriota Miguel Gerónimo Gutiérrez, con el poema titulado “Quince de julio”.

Hoy celebramos las dos fiestas, desprovistas de su carácter religioso, la del 15 de julio con numerosas actividades y la del 12 de agosto con las Verbenas de la calle Gloria.[5](Leoncio Vidal Caro) Cuando asistimos a esta última estamos contribuyendo a perpetuar una tradición con más de 300 años. No queremos concluir si consignar como dato curioso que Santa Clara es también la Patrona de la Televisión.

Una versión anterior se publicó como ¿Por qué Santa Clara? Boletín Cultural Cartacuba No 35. Julio 2002 Grupo Guamo Sta. Clara.

 [1] En 1965, por decisión del Papa Pablo VI, se dispuso que fuera el día 11 de agosto, aniversario de su muerte.

[2] González, Manuel D. Memoria Histórica de Santa Clara y su Jurisdicción. Imprenta El Siglo, Santa Clara, 1858, p 393.

[3] Ibídem, p 14.

[4] Ibídem, p 54. La ciudad tuvo en los primeros tiempos otros nombres dados por el pueblo: Cayo Nuevo, Villa Nueva de Santa Clara del Cayo, Pueblo Nuevo de Antonio Díaz, Santa Clara de la Sabana de los Remedios del Cayo, muchos de ellos derivados de los que había tenido Remedios a través de la historia y traslaciones: Santa Cruz de la Sabana de Vasco Porcallo, El Cayo, San Juan de los Remedios del Cayo.

[5] Es posible que algún día no muy lejano se restablezcan las procesiones religiosas que caracterizaban la actividad.


RETRATO DE FAMILIA EN ARGENTINA

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Diseño de Marcelo Saratella.

Diseño de Marcelo Saratella.

Por Eduardo Galeano*

El poeta argentino Leopoldo Lugones proclamó:
—¡Ha sonado, para bien del mundo, la hora de la espada!
Y así aplaudió, en 1930, el golpe de estado que instauró una dictaduramilitar.
Al servicio de esa dictadura, el hijo del poeta, el comisario Polo Lugones,inventó la picana eléctrica y otros convincentes instrumentos que él ensayaba enlos cuerpos de los desobedientes.
Cuarenta y pico de años después, una desobediente llamada Pirí Lugones,nieta del poeta, hija del comisario, sufrió en carne propia los inventos de supapá, en las cámaras de torturas de otra dictadura.
Esa dictadura desapareció a treinta mil argentinos.
Entre ellos, ella.

*De su libro Espejos, regalo de mis amigos uruguayos José Claudio Sanguinetti y Julia Gadé.



QUÉ CRIOLLO ESTE QUINTETO

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Quintero Criollo.

Por Jesús Arencibia Lorenzo

Porque la gratitud, además de una virtud esencial, es un arma del criterio, hoy no traemos una queja, ni una respuesta institucional, sino una hermosa misiva que pretende solamente agradecer.

La remiten Mario Manuel Gutiérrez Díaz, «Mayito», y los cinco artistas que junto a él dan vida a ese singular grupo de música tradicional cubana llamado Quinteto Criollo. Sucede que el pasado 22 de abril la agrupación villaclareña [Santa Clara] cumplió 19 años de fructífera existencia, y Mayito y los suyos creen que la mejor manera de festejar es retribuyendo la fraternidad que los ha situado donde se encuentran.

Para ellos «la satisfacción de hacer lo que nos gusta y de haber llevado nuestro arte a casi todos los municipios villaclareños, a un gran número de provincias cubanas y a varios países del mundo (…) constituye una gran experiencia…, pues nos ha permitido estar en contacto con diferentes tipos de públicos dentro y fuera de Cuba.

«Así hemos sabido cuánto aprecian cubanos y extranjeros el sonido de nuestro grupo, respuesta que nos ha llegado con el aplauso de quienes han estado presentes en nuestras actuaciones y han bailado al compás de nuestros ritmos. Estamos satisfechos por el camino recorrido, que nos ha dado alegrías y tristezas en el cumplimiento de nuestro deber de hacer música tradicional y campesina para todos los que gustan de estos géneros.

«Atesoramos con mucho orgullo el Premio en Música Popular Tradicional y la Mención del ALBA en el Cubadisco 2012 por el CD Quinteto Criollo, La trova de siempre y la nominación a los Grammy Latinos en Estados Unidos en 2012 por ese, nuestro primer disco. Aunque ya hemos estado en Palmas y Cañas en 40 ocasiones, destacamos en letras doradas nuestra presentación en ese espacio de la Televisión Cubana el pasado 29 de marzo con la presencia de los Cinco Héroes, lo que constituyó un altísimo honor para nosotros…

«Agradecemos profundamente y de corazón a todos los que tuvieron que ver con nuestro traslado a La Habana para estar en el programa y el regreso a Villa Clara, pues coincidió la fecha del programa televisivo con la Feria del Libro, que absorbe muchos de los recursos de la provincia, por lo que el Centro de la Música y el Sectorial de Cultura tuvieron que hacer malabares para que pudiéramos presentarnos en el Palmas y Cañas más importante de nuestra carrera artística. Gracias a la dirección del Partido por todo el apoyo que nos ha dado en estos 19 años de vida, a la dirección de Cultura, al Centro de la Música, a los organismos, instituciones y sectoriales municipales de Cultura que le han proporcionado fuentes de empleo al Quinteto Criollo, posibilitando nuestras presentaciones en disímiles lugares de Santa Clara y de Villa Clara. A la dirección de Cultura en Las Tunas, que hace ya algún tiempo nos declaró invitados permanentes de las Jornadas Cucalambeanas y que nos entregó el Laúd Cucalambeano en dos oportunidades: de manera individual a nuestra cantante Ernestina Trimiño en 2013 y al grupo en 2014.

«Y una vez más nuestro eterno agradecimiento al ICAP y a su delegada Iris Menéndez, por convocarnos una y otra vez a presentarnos en esta prestigiosa institución, templo de la solidaridad y la amistad entre los pueblos y en defensa de las causas más nobles de la humanidad. Allí siempre nos sentimos como en casa…

«Estamos listos para nuevas tareas. Gracias a todos en nombre de Ernestina, Arteaga, Eliecer, Pedrito, Víctor y Mayito».

Tras estas líneas, solo decir que los agradecidos somos nosotros, los que alguna vez hemos sentido el inenarrable sabor de la cubanía escuchando la voz de oro de Ernestina Trimiño y los preciosos acordes de ese criollo quinteto que la acompaña.

Tomado de Juventud Rebelde

 


Parece un tronco de madera podrido… ¡Pero al mirarlo más de cerca revela algo INCREÍBLE!

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Hey amigo, ese tronco es gigantesco, ¿no?… pero ¿por qué está detrás de una cinta roja? Parecería que está viejo y podrido con toda esa textura rara. Pero mira más de cerca y… ¡GUAU! Así que al parecer esto no es sólo un tronco gigantesco en una galería. El artista Zheng Chunhui ha creado una pieza llamada “A lo largo del río durante el Festival Quinming” y la verdad que es increíble. Echa un vistazo a las fotos de abajo y trata de imaginar la increíble habilidad y dedicación necesaria para crear algo como esto…

Qué lindo árbol, pero… ¿12 metros de largo? ¡Bastante impresionante! ¿Quieres que lo mire de más cerca? Bueno…

¿Qué?… ¿Cómo?

 

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Bueno, resulta que esto es una escultura tallada de un árbol. Hecho con un solo tronco de árbol, ha sido reconocida como la talla de madera más larga del mundo por el Libro de Records Guinness.

 

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La escultura contiene más de 550 personas talladas individualmente. Pero ni hablar de todos los edificios y follaje.

 

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Es una réplica de la famosa pintura china “A lo largo del río durante el Festival Quinming” creada por el artista Zhang Zeduan durante la dinastía Song.

 

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Esta obra alucinante fue creada por Zheng Chunhui y tardó cuatro años en completar. Felicitaciones a usted, señor.

 

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Source: iloboyou.com

¡Esto si que es una obra maestra!
Tomado de Lindito

 


DAVID CORTÉS CABÁN, EL SER Y LA POESÍA, ENTRAÑABLES SIEMPRE

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Por Ernesto Álvarez
Es clave para formar idea de una poética en la creación de Cortés Cabán la composición en versículos “Primer poema de mi Desgracia”, al que antes nos referimos. Imprescindible es aclarar que desgracia, en la obra de David, no tiene el sentido de tragedia en su acepción común de una desdicha personal sufrida física o emocionalmente. Si se quiere entender la profundidad del sustantivo, se deben separar las dos partículas que lo forman. Así, des-gracia -de uso idéntico a cuando el poeta acuñó el término desllover– debe interpretarse como caído o apartado de la Gracia. El título, e igualmente el poema, hablan, por consiguiente, de haber perdido La Gracia, es decir una felicidad soñada, ideada o Algo que le era esencial al poeta.

Esa desgracia vivida por el autor consiste en llevar una relación de “matrimonio” con la Poesía. En ese amor conyugal suelen existir las desavenencias típicas del sentimiento compartido y a su vez la existencia de conflictivos puntos de vista. La confrontación del poeta con su compañera Poesía se describe de entrada en el “Primer poema de mi desgracia”.

Ella amarraba mis manos
con el remolino de sus palabras
era imposible contradecir sus sentimientos
su voluntad me dominaba
llevaba mi cuerpo de un lado para otro
me daba a morder sus labios
buscaba los rincones más solitarios
los días más opacos las horas más difíciles
para distinguir las siluetas
ella siempre era más fuerte
la recia desnudez de sus manos desbarataba mi silencio
y mis segundos de contemplación

Ante esa profusión inalterable de cualidades atribuidas a la dominante Poesía, amante caprichosa, al poeta -su captor, la voluntad de intentar poner bajo control su dominio- no le resta sino ceder a las demandas de Ella: la Imperiosa en esa relación de matrimonio difícilmente llevada.

yo me dejaba zarandear como si hubiera sido hecho de trapo
ella disuadía las ganas de irme
de estar sólo de jamás volver a lo mismo
su razón triunfaba sobre mi ánimo…

El poeta no tiene alternativas sino dejarla hacer, o con mayor exactitud permitirle Ser: ser ella con su absoluta libertad en tanto él es su cautivo. Admitir que Ella se manifieste como es, a sus caprichos y maneras. En lugar de obligarla a expresarse sometida a sus deseos con premeditación obstinada, concede a la Poesía manifestarse en su naturaleza auténtica, sabiéndola fuente de sus Ideas -evitamos decir Inspiración, debido a los conceptos del pensante habidos en la creación poética de Cortés Cabán-, dedicándose él a ser el receptor de sus afectos.

2me tornaba benévolo inventaba historias que siempre
terminaban en lo mismo
repetía interminables poemas de memoria
pero ella se esforzaba por soñar cosas más inverosímiles
yo no quería ir contra mi corazón
no podía realizar prodigios imposibles
pero ella me ataba a sus labios
me aprisionaba contra su cuerpo
me decía palabras al oído más fuerte como aquel
te amo que siempre me guía hacia sus brazos.

En consecuencia, el poeta se rinde ante el voluble Imperio de una compañera dispuesta a dominar sobre su voluntad y ser ella a despecho de los sentimientos albergados en el corazón de él.

TEMAS ALTERNOS | En medio de esa secuencia de versos denunciantes de una constante soledad abocada a la angustia, de una pugna implacable entre las esencias de la poesía: una poesía forzada a ser distinta a la común -manifiesta ésta en bellezas esperadas, que hace a David renunciar al dialecto de los poetas líricos- ocurre una disociación expresada en los versos con que el autor da término al “Segundo poema de la desgracia”:

yo sé que esto es así
que no hay tiempo de aprisionar la rosa entre las manos
que a esta hora nadie nadie ni el poeta
puede buscar refugio en una estrella.

Aprisionar la rosa entre las manos y buscar refugio en una estrella, aún siendo tópicos comunes, flor y estrella, entre los creadores de lindezas líricas, podría alcanzar en estos versos una aspiración distinta al uso si se tiene presente el medioambiente en el cual se desarrolla la creación del poeta arecibeño. A la vez que ha evadido los tópicos, los utiliza sabiamente en tanto se trate de confrontar el lugar inhóspito en medio del cual se mueve y los ideales que hay en la mente del poeta. Cortés Cabán, recordemos, abraza una poesía de sólidos conceptos.

LA CIUDAD, EL ESPACIO | Inevitablemente, todas las cosas en su continuo devenir ocurren en el espacio y en el tiempo. De pasada hemos aludido al ambiente de una Babel lindante con los esfumados límites del mito. Esas ciudades legendarias de las literaturas del pasado de difícil definición material, aún siendo la metrópoli donde se debate el poeta una ciudad real, pero por las elusiones mediante las cuales la creación del autor la difumina con maestra mano de artista, se borran sus contornos. Sólo alcanzan a intuirla y a identificarla quienes como David se hayan debatido en la frialdad de su trato, en la indiferencia de una sociedad en circulación perenne, espacio de inmigrantes en constante superposición de etnias y de lenguas. Ciudad, ambiente, humanidad e individuo captados por el poeta en una amalgama de visiones y sentires dispuestos a expresar el tumulto en desfile y la definición de una urbe en agitación continua:

probablemente pudo ser la ciudad
pero es que hay días tan sin saber porqué
tan distintos con lluvia y con niebla
y con árboles raídos y con voces apagadas
y con cansancios de perros arrinconados
días tan así tan quedarse mirando las paredes
y la gente con capa y sombrero chapoteando bajo la lluvia
no sé que me impidió besar al mendigo
pero es que uno se queda con los ojos abiertos
y con la boca llena de sentimientos sudando la soledad
y pensando en la raíz cuadrada del silencio
no sé que me impidió besar al mendigo
pudo ser la ciudad
o probablemente uno que no sabe si existe o está muerto.

No hay caos en este desfile de objetos, entes, figuras y sentimiento precipitados en avalancha. Profusión de seres y sus funciones físicas o estados psíquicos y de alma sí desfilan. Esto es lo habitual en un espacio de millones de seres, vivientes en actividad de autómatas y procesión cotidiana por las calles urbanas o refugiados en los suburbios de una populosa ciudad cosmopolita y aún así alienada. Teniendo presentes los componentes del ambiente descrito, hallamos en David Cortés Cabán a un intérprete de esa diáspora en que se debaten el exiliado, el inmigrado, transeúnte ave de paso que en conclusión es sometido a la fijidez de las condiciones del medio.

LA EXISTENCIA POÉTICA | El Ser, entidad metafísica superior al yo convencional ocupado en satisfacer sus necesidades fisiológicas de común uso, aparece en la poesía de Cortés Cabán en manifestaciones varias, por lo regular cuando el poeta enfrenta a su conciencia. Lo característico es que en la psique del poeta se desate el conflicto al que da acceso una corriente de meditaciones, produciéndose el desborde de palabras en un intento de atrapar las esencias de lo humano. Ese fluir que el poeta se plantea como soliloquio se define con menor precisión e inferior efecto de lo que demanda su pensamiento, por ser un diálogo interno consigo:

aquí en este inenarrable soliloquio
me digo más allá de esa ola hay un mar que sueña
más allá de ese árbol hay un pájaro lúbrico
más allá de mis pasos se escurre mi presencia

El soliloquio en el teatro es audible. El hablar solo es también una costumbre de personas que resuelven en su mente dilemas que le abruman y deben ser resueltos. Hablar consigo es privilegio del pensador, del poeta, del analista de sí que habita en aquellos seres dispuestos a practicar un análisis de conciencia desde el punto de vista psicológico, de su condición de humano, filosóficamente hablando. Según David entiende, el soliloquio le sirve para exteriorizar sus divagaciones de poeta, que nada tienen de superficiales. Penetración en la conciencia de ser, de sentirse, de percibirse en relación con los objetos de afuera, abunda en su poesía. Pero también pone de manifiesto lo que bulle en el interior de sí. De tal modo puede reflexionar:

pero a veces recuerdo más allá de mi límite
y empiezo a renacer
a decir pudo ser y sin embargo
a soñarme otra vez (para mi adentro)
con la fragilidad de una sonrisa fingidamente en mí.

Sonrisa que lleva en sí un dejo de amargura, que pudiera estar definida por la duración de una angustia reprimida.

3
EXPLORACIÓN DEL TIEMPO | Aunque el tema del tiempo se halla diseminado a lo largo de la poesía de Cortés Cabán -como antes vimos- y está dispuesto en las tres partes que componen el tomo Al final de las palabras, es en la última, definida con el título de portada, donde se concentra el mayor número de alusiones a este elemento. Lo temporal se manifiesta de distintos modos.

Indicios de tiempo comienzan a aparecer desde la parte primera –Desde mis manos habitadas-, cuando en el segundo poema expresa David: te dejas caer sobre mi hombro sobre el segundo / en que iba a decir tu nombre. En el “Segundo poema de la desgracia” hay expresado: que no hay tiempo de aprisionar la rosa entre las manos / que a esta hora nadie ni el poeta / puede buscar refugio en una estrella. Igualmente en el “Primer poema de la desesperación” está manifiesto el tiempo al escribir el poeta: Camino / el pliegue del tiempo se levanta sobre mi frente…, probablemente refiriéndose a una arruga marcada por los años. Y con mayor acopio de elementos temporales alude David en “Es que hay días y uno se levanta”:

es que un día es un día
y uno no sabe porqué se inventaron los días
sólo que hay un almanaque una estrella polar
un cordón con nuditos un que mañana empieza la semana

Los días, un almanaque, una estrella polar, un cordón con nudos son señales que marcan la medición del tiempo, los modos de apresarlo y contarlo, apropiándose de segmentos de su constante devenir. Sólo le faltó al poeta cortar muescas en la superficie de una madera para ir contando los días transcurridos como un Robinsón en una isla desierta o como un preso en su celda.

En un poema como “Aquí con esta noche” David se propuso hacer el recuento de los días idos mediante la pro-puesta: reconstruyo el pasado… Y trasladados a la segunda parte –De pie contra el silencio-, en “El aire por el que te respiro”, se desborda y enfrenta en abierta oposición al tiempo:

En el asfalto de esta noche de bocas anónimas
el que te busca
no es el alarido de esta ola que rompe
contra el tiempo,
contra el destino,
contra todo.
También en la segunda parte se alude al tiempo en la forma que sigue:
Acá llegan las risas de las niñas;
ayer su infancia me sabía a días perdido para siempre.
Uno abre los brazos
y el tiempo se queda atrapado en el centro.

Así se percibe en “Alguien inventa otras palabras”, lo cual nos hace recordar la propuesta de la duración bergsoniana.

El tiempo recurre en la obra de Cortés Cabán expresado de distintos modos, en especial como elemento complementario del discurrir del pensamiento actual y de las reminiscencias del recuerdo de un pretérito aún cercano.

4Al final de las palabras -parte tercera- es un espacio más rico en alusiones al tiempo. De entrada en el poema “Días en que ruedan las memorias” -memorias como retrospección hacia un pasado y sus nostalgias- constituye un enfrentamiento del poeta con el tiempo. Versos sentenciosos como para quedar grabados en el recuerdo del lector transmiten la noción de: Tardes disecadas colgando del tiempo, con tendencia a una concepción visual quizás suprarreal. Igual sentido alcanza el verso Hilachas de recuerdos, para caracterizar instantes sobrevivientes en la memoria; incluso el comienzo del pensamiento Memorias / donde quimeras… conduce hacia el final del poema donde David expone: También uno puede vencer la memoria / y el tiempo, mediante un esfuerzo de la voluntad para intervenir en oposición al inclemente devorador de horas y segundos.

Se evidencia en el título “En la espesura del tiempo” el tratamiento intencionado del poeta al indirectamente aludirlo como un bosque intrincado por donde resulta difícil el acceso hacia la libertad ansiada.

hay frente al tiempo y la altura de tus ojos
tantos días hechos de luz, de agua, de niebla, de silencio,
que casi uno no sabe qué hacer con las palabras.

Conviene entender que en la frase la altura de tus ojos lleva implícita la identidad del autor, quien se concibe a sí en segunda persona, como antes hemos visto. El discurso relativo al tiempo continúa en los versos:

No me quedan palabras para nombrar la neblina,
las cosas que borra la noche,
para nombrar los árboles que se arrullan con los trinos,
para nombrar los pájaros que se pierden en la espesura
del tiempo…

En ese mirar retrospectivo, privilegio de la memoria, el poeta recupera trozos de infancia, y con ellos en su haber puede expresar: Hemos desandado el tiempo / donde de niños aprendimos a contemplar tantas cosas. -“Un pedazo de mar, una ventana” -, y del mismo poema surge la nostálgica escena:

He llegado con los ojos vacíos de recuerdos,
cortando frases para hacer todo más exacto
frente a la lluvia que nos encadena
en las rejas del tiempo.

La tercera parte, como se aprecia, está dedicada a recuperar el tiempo pasado, así como Marcel Proust se lanzara A la recherche du temps perdu. Como en algún lugar reconoció el poeta, Al final de las palabras constituye una Memoria. Una  compilación de saudades y reminiscencias selectas filtradas por la magia de una poesía con trasparencias de cristales de ventanas con visión hacia el pasado y a la vez la incursión entre las neblinas del tiempo que, mediante las palabras, el poeta va con paciencia y agudo pensamiento despejando.

Uno de esos recuperados objetos extraídos del pasado es la casa solariega y su ambiente presentados en el poema “Hay un hombre que a veces llega” donde reviven las nostalgias por un pasado que no volverá a ser igual:

Queda en el tiempo
una casa
podrida de luto y de recuerdos.
Hay un jardín sin brillo. (…)
Hay también una calle estrecha
como la orilla de la memoria.
Hay un fanal antiguo como sacado de un sueño.
Y hay un hombre que a veces llega y se marcha
con una rosa roja devorada por el tiempo.
Mientras llueve (…)
y contemplamos este álbum
donde tus gestos se han disecado para siempre.

5Este álbum, símbolo de la memoria, costumbre de quien atesora recuerdos y periódicamente se enfrenta en ellos a su pasado, referido a la secuencia de imágenes en desfile, más que en la memoria, en la conciencia del poeta. En ese libro repleto de pasado, tus gestos -seguro los del poeta hablándose en la segunda persona- se han disecado: son materia muerta conservada mediante los procedimientos químicos aplicados a los embalsamados. Así son los recuerdos.

Pero también ofrece David otras distintas concepciones del tiempo. En el poema “Hay memorias” parece resumirse un pensamiento totalizador de ese en busca del tiempo perdido del cual escribía Proust, actual en el poeta:

Hay memorias
que crecen como el olvido.
Y hay recuerdos que nacen como herida.
Y hay días donde el tiempo nos tiende una emboscada.
Porque quizá no somos más que eso:
memorias, olvidos, emboscadas.
Pero hay en medio del tiempo
un día que no tiene memoria.
Un día solitario como la soledad de un buey en el ocaso.
Un día que nunca está en el mismo sitio.
Un día que rueda silencioso como el eco de la voz en el aire,
porque ya alguien ha pronosticado nuestra muerte.

Es, por tanto, inevitable hablar del tiempo sin ir a dar en el límite de la vida al borde de la muerte. Ese final destino se expresa en el poema “El tiempo tiene un hueco profundo”, que concluye precisamente con este verso y uno más que, juntos, a modo de epitafio, concluyen:

El tiempo tiene un hueco profundo
donde clausura libros, voces, objetos y recuerdos.

Sentencia que mueve a recordar el verso donde César Vallejo afirmaba mediante una espeluznante metáfora: El tiempo tiene un miedo cienpiés a los relojes.

David Cortés Cabán es un meditador en sus versos. Su obra está concebida en términos conceptuales, dentro de una moderna expresión poética. Un profundo pensamiento dota de hondura filosófica a su poesía, promoviendo en ella la reflexión que nos orienta hacia el Ser-Hoy.

ERNESTO ÁLVAREZ (Puerto Rico). Narrador, poeta, ensayista. Autor de libros como Fe de Erratas, Hostos novelista: estética y psicología, Fantasía celeste y Cantar del Jíbaro Olmo. Contacto: ealvarezva@hotmail.com. Página ilustrada con obras de J. Karl Bogartte (Estados Unidos), artista invitado de esta edición de ARC.

Tomado de Agulha Revista de Cultura

 


TETRAPARTITO Y CUATRIPARTITO, FORMAS VÁLIDAS

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Foto: ©Archivo Efe/Nic Botha

Foto: ©Archivo Efe/Nic Botha

Los vocablos tetrapartito cuatripartito, así como la variante cuadripartito, son válidos para referirse, por ejemplo, a un Gobierno formado por cuatro partidos políticos.

En los medios de comunicación se observan las siguientes frases: «Marbella, en manos de un cuatripartito de izquierdas con el PSOE y Podemos», «Las encuestas muestran el asentamiento de lo que a todas luces parece ya un tetrapartito» o «Castilla podría intentar un cuadripartito para dejar a ASG aislada en San Sebastián de la Gomera».

De acuerdo con la Nueva gramática de la lengua española, tanto el prefijo griego tetra- como el prefijo latino cuatri- (así como la variante cuadri-) corresponden al numeral cuatro. Esta misma obra señala que existen casos de alternancia entre estos prefijos, como en tetramotor/cuatrimotortetrasílabo/cuadrisílabo, por lo que los ejemplos anteriores son los tres válidos.

Por otra parte, aunque en origen se trata de adjetivos (gobiernos tetrapartitos/cuatripartitos), es igualmente válido su uso sustantivo: el tetrapartito/cuatripartito.

Esto mismo es aplicable a los sustantivos tetrapartidismo, cuatripartidismo y cuadripartidismo, pertenecientes a la misma familia léxica y apropiados también los tres: «El sistema se encamina hacia un cuatripartidismo que sustituiría al bipartidismo actual», «Para las próximas elecciones generales se está dibujando un tetrapartidismo».

Ver también octocampeón octacampeón, formas válidas.

De Recomendaciones de Fundéu

 

 


MARTA ABREU, DISLATES DE UN LIBRO INFECUNDO

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Por Francisco Antonio Ramos García* y José Miguel Dorta Suárez

A propósito del libro Marta Abreu, la caridad como energía creadora, de Josefina Toledo.

En un trabajo anterior habíamos afirmado que: Todo sol tiene sus manchas y las del sol que sin dudas es la obra de la destacada escritora, historiadora y biógrafa Josefina Toledo, parecen ser la enorme cantidad de errores de todo tipo que se encuentran en el libro “Marta Abreu, la caridad como energía creadora”[1]Hoy vamos a dedicarnos a analizar algunos de esos errores, los más notables. También, por qué no, ciertos destellos de los pocos que tiene.

Ya en la página seis chocamos con el primer dislate, la autora al comentar sobre la fundación de Santa Clara y la misa fundacional; basada como consigna en el texto Cuba en la mano, enciclopedia ilustrada de la República de Cuba. Talleres Gráficos de UCar, García y Cía. La Habana.1939[2]. Josefina plantea en una nota a pie de página (la seis):

“…Las fuentes que he podido consultar no consignan la fecha ni el nombre del sacerdote celebrante de aunque como hipótesis, la fundación debió ser después de 1706 y antes de 1722…”[3]

Para quien en la nota cuatro cita al historiador santaclareño Manuel Dionisio González y su Memoria histórica de Santa Clara y su jurisdicción, editada en 1858, no podían existir dudas en cuanto a este tema, eso está claramente dilucidado en la referida obra, además para nadie es un secreteo que Santa Clara se fundó el 15 de julio de 1689.

En la página ocho aparece la siguiente pifia, al continuar comentando sobre la fundación de Santa Clara y su desprendimiento de Remedios:

“…Después de varios años, en 1843, San Juan de los Remedios fue declarada como jurisdicción reconocida de Santa Clara…”[4]

Este hecho ocurrió realmente mucho antes, el 28 de julio de 1696[5].

Ya refiriéndose a la vida de Marta y LuIs Estévez en la página 21,no considera autonomista a Luis Estévez, al comentar la guerra de los diez años y a la filiación indeterminada del padre de Marta afirma:

“Sin embargo, el matrimonio de Marta Abreu y Luis Estévez siempre sería consecuente con el ideal independentista que ambos habían abrazado.”[6]

La militancia autonomista de Luis la refieren casi todos los biógrafos de Marta, y para alguien que dice:

“…la revisión de todos los textos exegéticos dedicados a esta mujer me permitió aprender mucho sobre ella y su contexto histórico y, sobre todo, constatar cómo se repiten lindamente unos a otros.”[7]

Esto no podía haber pasado por alto. Estévez pasa al separatismo ya en Francia a finales 1895 o principios de 1896. Sobre la militancia de Luis en las filas del autonomismo, por citar una fuente reciente, se puede consultar hoy el texto de Rolando Rodríguez García: Cuba: Las Máscaras y las Sombras. La primera ocupación. Edit. Ciencias Sociales. II Tomos. Habana 2007[8].

En la Página 22 consigna la fundación de la escuela para niñas pobres Santa Rosalía en enero de 1882:

“En enero de 1882, en vida de su madre y cumplimiento de sus deseos, Rosa, Marta y Rosalía fundan la escuela para niñas pobres Santa Rosalía.”[9]

Este hecho ocurriría 3 años más tarde el 28 de diciembre de 1885, según asevera una de las fuentes más seguras en lo que se refiere a las obras benéficas de Marta, el folleto Homenaje de Villaclara a Marta Abreu de Estévez, editado por el Ayuntamiento de Santa Clara en 1895 por la Imprenta El IRIS en 1895.[10]Ya la madre de Marta había fallecido el 18 de octubre de 1882.

En la Página 38: Hace una exhaustiva historia del obelisco a los padres Conyedo y Hurtado de Mendoza y termina:

“… se acordó emplazarlo en el Paseo Vidal…El monumento fue develado y bendecido el 15 de julio de 1886”[11]

Todavía en 1886 faltaba mucho para que nuestro parque fuera denominado de esta forma. Lo cual se efectuaría en 4 de marzo de 1899.[12] Curiosamente Rafael Marquina en su Alma y Vida de Marta Abreu” Editorial LEX. La Habana, 1951. También comete el mismo error.[13]

Más adelante en la página 51 refiriéndose a 1895 manifiesta:

“En ese mismo año dispone la construcción del paradero de ferrocarril entre Santa Clara y Cienfuegos, cuyo frontón felizmente aún ostenta su nombre”.[14]

Marta no hace nada de esto, sino que el 12 de diciembre de 1894, el Señor Francisco Paradela, administrador del ferrocarril de Cienfuegos a Santa Clara y quien estaba remozando la estación de ferrocarril de Santa Clara, propone con motivo del Homenaje que se efectuaría a Marta por la inauguración del alumbrado eléctrico, nombrar la estación Marta Abreu.[15]

En la página 76 Josefina plantea:

“En junio de 1893, el matrimonio Estévez Abreu viaja a París y se establece en su residencia de la calle Beaujon del sector Paris no 8. Desde la Ciudad Luz, Marta Abreu dispuesta a cualquier sacrificio para contribuir a la independencia de la patria, sigue siendo la gran Benefactora de los villaclareños y de todos los cubanos necesitados que acudan a ella”.[16]

Esto en realidad ocurre en 1895,en junio de 1893 Marta se encuentra en EE.UU. visitando la Exposición Internacional de Chicago, en unión de su esposo e hijo y el profesor de este último, Carlos de La Torre. Después continúan hacia Francia y no se conoce en esta fecha de sus aspiraciones independentistas. Pero esto sin embargo es utilizado por la autora para justificar una hipótesis que había manejado con anterioridad:

“El primer nexo personal de Marta con Ramón Emeterio Betances parece originarse a partir de la relación ejemplar con su amiga boricua Lola Rodríguez de Tió… En carta enviada desde La Habana, con fecha 5 de diciembre de 1893, le escribe la poetisa y patriota boricua: Sra. Da. Marta Abreu de Estévez. Mi inolvidable y querida amiga del corazón, (…) Le envío a ud. un fragmento de la carta del Dr. Betances, un amigo del alma, a quien yo respeto como a un padre de la patria antillana,(…) Le envió a ud. una tarjeta para Betances con su dirección por si atendiendo a su súplica hecha por mí, para otros a quienes yo no me atrevo a acercarme quiere usted mandarle algo para el pobre ciego – ¡Cuánto se lo agradecerá a ud. mi viejo amigo el Dr Betances! Ah ¡Si ud lo conociera vería en efigie viva al nazareno como hubiese sido si no hubiera muerto a los 33 años! (…) Betances tiene anegaciones de redentor y ternuras de inagotable amor! Ud. y Don Luis lo querrían y estimarían mucho porque es hombre intachable…”[17]

Pero nadie mejor que Josefina sabe que esto no ocurrió pues en una de las 22 cartas de Lola a Marta que la misma autora reproduce en su libro “Lola Rodríguez de Tió” publicado por Ediciones Unión en La Habana en el 2007, exactamente en la del 14 de septiembre de 1894 Lola escribe:

“…Mucho me alegraría que Ud. conociera al venerable Dr. Betances -¡tiene un alma toda bondad y luz!”[18]

Por otra parte Luis un poco más tarde el 18 de mayo de1902 en la revista Cuba y América en un artículo titulado “Todo predisponía en su favor” se referiría al que ocupara el cargo de Delegado del Partido Revolucionario Cubano en Francia durante toda la contienda:

“Le conocí en París el año de 1895 y una irresistible corriente de simpatía me atrajo hacia aquel ilustre portorriqueño que por sus propios méritos supo hacerse un lugar en la capital del mundo y conquistar allí la cruz de la Legión de Honor…”[19]

Volviendo al inicio, si en verdad Marta en 1893 hubiera estado “dispuesta a cualquier sacrificio para contribuir a la independencia de la patria” el 18 de junio de 1894 Betances no hubiera aconsejado a Gonzalo de Quesada:

“…que José Martí no venga a París en busca de auxilio porque no los conseguiría.”[20]

Esto lo expresa a raíz de observar que:

“a mí no me frecuentan los miembros de esta colonia cubana, si existe, los revolucionarios no están bien vistos en dicha colonia”[21]

La idolatría de Josefina por Lola la lleva a afirmar que la poetisa y patriota portorriqueña estuvo en la Inauguración del Teatro La Caridad el 8 de septiembre de 1885[22] cuando en realidad en esa fecha, según la misma Josefina, Lola se encontraba en Puerto Rico.[23] Otro tanto le sucede cuando manifiesta:

“Los festejos de todo el pueblo santaclareño, con motivo de la inauguración del público, culminaron al día siguiente con una gala especial de homenaje a Marta Abreu que contó con la presencia de la poetisa y patriota puertorriqueña, su amiga Lola Rodríguez de Tió…”[24]

Lola no estuvo en esos festejos ocurridos a finales de febrero y principios de marzo de 1895, en una carta suya a Marta fechada el 11 de marzo de 1895 la misma escribe:

“…He estado todos estos días displicente y recogida en cama, pero hasta el oscuro rincón de mi cuarto llegaron los ruidosos ecos de la fiesta dada en su honor, repercutiendo en mi corazón la alegría de ese noble pueblo…”[25]

Cuando uno lee el libro de Josefina por momentos se lleva la impresión de que el título del mismo en vez de “Marta Abreu, la caridad como energía creadora” se llama Lola y Marta o Lola la mentora de Marta, cosa esta última que nunca fue así, sí existiendo entre las dos una gran amistad.

En la página 54 la Toledo escribe sobre la partida de Luis y Marta al exilio parisino ya que los festejos por la inauguración del alumbrado eléctrico en Santa Clara habían sido tomados por las autoridades españolas como una celebración del reinicio de la lucha independentista:

“Pocas semanas después de aquellos grandes festejos y homenajes, probablemente a finales de marzo de 1895, Marta Abreu, como otros ricos hacendados, toma junto a su familia el camino del exilio y regresa a su residencia parisina…”[26]

Esto no ocurre en esa fecha, en cualquiera de sus biógrafos podemos encontrar la fecha exacta: 16 de junio de 1895 a bordo del vapor La Navarre[27], además existe una carta de Lola Rodríguez de Tió fechada el 13 de junio de 1895 donde esta se lamenta de la próxima partida de Marta y su familia para París:

“¡Que olas bonancibles empujen la gallarda nave hasta tocar las riberas de la hermosa Francia!…Salude a Estévez y a los demás y Ud. llévese si no le aumenta la carga todo el cariño de esta amiga y también el de todo mi hogar… Yo espero verla antes que se vaya ¿verdad que sí? Suya Lola”[28].

Otro gazapo aparece en la página 57 donde la autora escribe:

“En carta enviada desde París a don Tomás Estrada Palma, el 10 de julio de 1896, escribe: “Quiera Dios que estemos asistiendo a los últimos momentos de dominación española en Cuba, pues mi espíritu se conforta mucho con la actitud unánime de los cubanos de rechazar la inoportuna autonomía””.[29]

Esta carta en realidad es del 8 de noviembre de 1897 lo que se puede comprobar en la biografía:” Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero de Manuel García Garófalo Mesa”[30], donde se encuentran textualmente todas las palabras de la cita de Josefina. El 10 de julio de 1895[31] es cuando Marta le dirige a Estrada Palma su primera carta en respuesta a una que este le había enviado el día 5 de junio anterior[32], en la misma la patriota se refiere a otras cosas.

En la página 71 plantea al comentar sobre el dinero enviado por Marta a la revolución:

“El conjunto de todas esas erogaciones sobrepasa los 210 000 pesos,…”[33]

Cuando desde hace bastante tiempo se demostró que al dar esta cifra Garófalo en su “Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero” de 1925 se equivocó[34] y en realidad la suma fue de cerca de 150 000 pesos[35]

Estos son algunos de los errores que hemos advertido en el libro de Josefina, los más importantes, pues existen otros como por ejemplo confundir al biógrafo Manuel García-Garófalo Mesa con su padre Manuel García-Garófalo Morales[36], Atribuir a Marta una donación hecha en 1894 para la reconstrucción del Convento de los Padres Pasionistas[37] cuando fue Rosalía su hermana quien efectuó la donación. La fecha en que Marta dona dinero para la construcción de la logia Progreso[38], La fecha de inauguración del monumento a Marta en el parque Leoncio Vidal Caro, que la autora plantea ocurrió el 24 de febrero de 1924[39], evento que sucedió en realidad el 15 de julio de 1925.

No obstante todo lo anterior existen algunos destellos en el libro que contribuyen a conocer más sobre Marta, su familia y su obra, en primer lugar la valentía de la autora cuando plantea en la página 1:

“Después en la Universidad de La Habana, Marta Abreu nos fue mencionada como una de las figuras más representativas de la poderosa plutocracia criolla y, sin decírnoslo se asumía que no era necesario destacar demasiado sus donaciones de dinero para la Guerra de Independencia…”[40]

También Josefina reproduce dos cartas inéditas de la poetisa Luisa Pérez de Zambrana[41], en la primera la misma le solicita un favor y en la segunda se lo agradece. En la página 16[42] reproduce parte de uno de los famosos cuadernillos, de los que poco nos deja ver, donde Marta con 18 años escribe sobre lo que parece ser un desengaño amoroso. El tratamiento que da a una posible relación amorosa entre Pedro Estévez y Patria la hija de Lola en las páginas 75-78[43], aunque en este aspecto consideramos que pudo tratar el tema con mayor profundidad y, por último los detalles que ofrece, aunque algo imprecisos, sobre el proceso que llevó a la separación de Pedro Estévez de su esposa Catalina Lasa[44]. Otro aspecto a destacar es que por primera vez en más de cincuenta años una editorial de rango nacional, Ciencias Sociales, haya publicado algo sobre Marta Abreu.

Tal vez algo embullados por la reconocida calidad de la escritora, la cual ya nos había proporcionado con anterioridad las 22 cartas inéditas de Lola a Marta en su biografía sobre la primera y su acceso a los documentos inéditos del Fondo Marta Abreu de la Biblioteca Nacional nos hizo esperar mucho más de Josefina de lo que nos podía dar y el resultado como hemos expresado, nos haya defraudado tanto, dejando un sabor amargo y, por lo menos, aquí, en Santa Clara, muchos veremos más las manchas del sol de la escritora que los fulgores.

 

Santa Clara 19 de abril de 2015.

 

 

[1]Ver:Luis Estévez fue un mujeriego empedernido.

[2] No comprendemos porque Josefina va a consultar un texto tan antiguo, es como tirar por la borda todo lo hecho en cuestiones de historia local por los historiadores de acá, que después de muchos esfuerzos y años de espera pudieron publicar la “Síntesis histórica municipal: Santa Clara” Ver: Hedy Hermina Águila Zamora y otros:“Síntesis histórica municipal: Santa Clara” Editora Historia. La Habana.2010.

[3]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 6.

[4]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 8.

[5]Ver González, Manuel D: Memoria Histórica de Santa Clara y su Jurisdicción. Imprenta El Siglo, Santa Clara, 1858. Págs. 57- 58.O también, Hedy Hermina Águila Zamora y otros:“Síntesis histórica municipal: Santa Clara” Editora Historia. La Habana.2010. Pág.20 – 21.

[6]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 21.

[7]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 2.

[8] Rodríguez García, Rolando: Cuba: Las Máscaras y las Sombras. La primera ocupación. Edit. Ciencias Sociales. Tomo I. Habana 2007. Págs. 98 y 285

[9] Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 2.

[10] Ver: Ayuntamiento de Santa Clara. Homenaje de Villaclara Marta Abreu de Estévez. Imprenta El Iris. Santa Clara 1895. Pág. 14.

[11]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 38

[12]Ver:Lucha, La: Magazine. Provincia de Santa Clara. Habana. 1926. Pág.55.

[13]Ver: Marquina y Angulo, Rafael: «Alma y Vida de Marta Abreu” Editorial LEX. La Habana, 1951.Pag.146.

[14]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 51

[15]Ver actas capitulares del Ayuntamiento de Santa Clara correspondientes a los días 12 de diciembre de 1894 y 27 de febrero de 1895. Las mismas se encuentran en el Archivo Provincial de Historia en Santa Clara.

[16]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 76.

[17]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 56.

[18] Toledo Josefina: “Lola Rodríguez de Tió” .Ediciones Unión. Habana. 2007. Pág. 168.

[19]Estrade, Paul: Iniciación a Betances. Casa de las Américas. Habana. 2008. Pág. 125.

[20]Estrade, Paul: Iniciación a Betances. Casa de las Américas. Habana. 2008. Pág. 58.

[21]Estrade, Paul: Iniciación a Betances. Casa de las Américas. Habana. 2008. Pág. 58.

[22]Toledo Josefina: “Lola Rodríguez de Tió” .Ediciones Unión. Habana. 2007. Pág. 36.

[23]Ver Toledo Josefina: “Lola Rodríguez de Tió” .Ediciones Unión. Habana. 2007. Págs. 52 – 56.

[24]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 49.

[25]Toledo Josefina: “Lola Rodríguez de Tió” .Ediciones Unión. Habana. 2007. Pág. 177.

[26]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 54.

[27]Ver: García Garófalo Mesa, Manuel. Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero. La Moderna Poesía. Habana. 1925. Pág.301.

[28] Toledo Josefina: “Lola Rodríguez de Tió” .Ediciones Unión. Habana. 2007. Pág. 179

[29] Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 57.

[30] Ver: García Garófalo Mesa, Manuel. Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero. La Moderna Poesía. Habana. 1925. Pág.182 – 183. Las fechas de las cartas de Marta a Estrada Palma se pueden verificar por el “Inventario General del Archivo de la Delegación del Partido Revolucionario Cubano en New York (1892-1898)”. Tomo I. La Habana. 1955. Publicado por el Archivo Nacional de Cuba y donde aparecenen las páginas 1 y 2 las fechas de todas las cartas dirigidas por Marta a Estada Palma.

[31] Ver: García Garófalo Mesa, Manuel. Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero. La Moderna Poesía. Habana. 1925. Pág.159.

[32] Ver: García Garófalo Mesa, Manuel. Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero. La Moderna Poesía. Habana. 1925. Pág.158.

[33]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 71.

[34]Ver: García Garófalo Mesa, Manuel. Marta Abreu Arencibia y Luis Estévez Romero. La Moderna Poesía. Habana. 1925. Págs. 190 y 191

[35]Ver: Martínez Rodríguez, Florentino. Marta Abreu y Arencibia. Biografía de una mujer excepcional. Editorial LEX. La Habana. 1951. Págs. 169 y 170. 0 también Marquina y Angulo, Rafael: «Alma y Vida de Marta Abreu” Editorial LEX. La Habana, 1951. Págs. 54 y 55.

[36]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 68.

[37] Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 45.

[38]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 25.

[39]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 97.

[40]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 1.

[41]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Págs.44 y 45.

[42]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Pág. 16.

[43]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Págs.75 – 78.

[44]Toledo Benedit Josefina: «Marta Abreu, la caridad como energía creadora”. Ciencias Sociales. La Habana 2014. Págs.84 – 85.

* Cortesía del autor.

 

 


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